Cinco consejos de periodismo de investigación para fotoperiodistas

Feb 7, 2025 en Periodismo multimedia
asfafaf

Si durante el trabajo sobre el terreno has permanecido siempre detrás de una cámara, es natural que tengas un enfoque eminentemente gráfico de las historias que trabajas, y que tu visión se concentre en la narración a través de la imagen; un lenguaje de planos, encuadres, texturas y color. Pero si estás buscando complementar ese trabajo con reporteo y texto escrito, y amalgamar el relato visual con investigación en profundidad, estos consejos pueden serte de utilidad.

1. Estudiar lo publicado sobre el tema

Consulta qué se ha publicado sobre el tema que estás trabajando, en qué medios, con qué aproximación y en qué formatos. Estudia la metodología que quede descrita en esos reportajes; si es posible, contacta a los colegas que lo hicieron. Conocer qué ángulos han sido cubiertos y de qué forma, te permitirá, por un lado, insertarte en un discurso mayor sobre el tema o fenómeno en cuestión; por otro, tendrás una noción más clara de qué zonas han sido poco cubiertas o han recibido escasa atención; qué ángulos permanecen en un punto ciego; qué voces no ha sido contempladas. Esto te dará la oportunidad de producir una historia original, con enfoques y contenido novedosos, reveladores.

2. Tener un interlocutor

No hagas una historia que exista en el aire, desconectada. Optimiza los recursos y el tiempo que tienes a tu disposición: háblale a alguien/es. En el océano de contenido informativo y de entretenimiento en que nos desenvolvemos, en el que la mayor parte de los temas que trabajamos han sido abordados de una forma o de otra, es imprescindible saber a quién se dirige una historia: ¿en qué medio(s) aparecerá?, ¿se dirige a una audiencia local o internacional?, ¿a qué actores?, ¿a qué zona(s) del público? Esas pautas, entre otras, te ayudarán a definir qué aproximación hacer, qué volumen de información nueva incluir, qué lenguaje y tono utilizar, qué canales de difusión emplear una vez publicada la historia, etc. 

3. Procurar datos y procesarlos

El testimonio oral o escrito de las fuentes locales y tu propia observación son solo dos niveles en la investigación. Debes sumar datos que otorguen dimensión y perspectiva a lo que cuentan los actores y a lo que se ve a simple vista. Atención: es importante mantener el equilibrio, el exceso de datos puede ser contraproducente. Procura explicar procesos complejos de manera sencilla, y escoger qué número sirve para demostrar determinado argumento. No se trata de atiborrar al lector de información numérica aleatoria, escasamente o mal procesada, por relevante que sea (o parezca). Además, la historia humana debe mantenerse como eje.

4. Identificar detalles útiles a la narración

Así como la imagen tiene, de facto, el efecto de particularizar un rostro, un lugar, una acción, etc. (“es este y no otro”), en el relato escrito debe haber contenido preciso que permita perfilar estos mismos elementos. Construye una historia particular; no pretendas agotar un tema. No se trata de privarla de universalidad, sino de honrar el pacto no declarado con el lector de que estuviste ahí, de que tocaste con tu mano, de que hablaste con los involucrados, de que conoces los espacios en los que se desarrollan los acontecimientos. Podrás conseguirlo con recursos narrativos, con recreaciones que consigan trasladar al lector a lo que viste y viviste. Produce un testimonio de fuerza valiéndote de detalles (colores, olores, horarios, frases, estados, sabores, dimensiones…). Estos te ayudarán a conseguir con palabras lo que la imagen fotográfica te permite de hecho: retratar.

5. Ser, ante todo, periodista

Distánciate, no porque no estés comprometido con el tema, sino precisamente por esa razón. Un tema que te compromete como periodista exige que lo trabajes con seriedad y te abstengas de construir un relato maniqueo de villanos y víctimas inocentes; una caricatura en la que se trasluzcan o incluso queden expresas las indignaciones y las simpatías propias. Retrocede toda vez que sientas que entras en el camino del retrato emotivo o pasional. Si tienes una buena historia, un correcto balance de fuentes y un adecuado procesamiento de datos, no es necesario cargar la mano de sentimentalismo ni declaraciones de principios. El buen trabajo siempre es suficiente. Construye argumentos a partir de la realidad, y desarrolla tu tesis tomando en cuenta todos los elementos en juego y no solamente los que se ajusten a determinada línea de corrección política. No olvides que el principal capital de un reportero es la confianza, la credibilidad.


Este artículo y los programas de intercambio y capacitación* en los que se basa han sido posibles gracias al apoyo del Professional Development for Environmental Journalism, parte del Earth Investigations Programme de Journalismfund Europe, y el Foro Pamela Howard de IJNet Español. Han sido organizados por Late, Mirada Colibrí y Ruido Photo.

Imagen de Gül Işık en Pexels.