Amanda Zamora fue la anfitriona del taller “Construyendo periodismo potenciado por las multitudes”, durante la última Hacks/Hackers Buenos Aires Media Party. Como editora de participación de ProPublica, medio neoyorquino sin fines de lucro, tiene mucho para decir sobre la colaboración de las audiencias en los proyectos periodísticos.
Para ejemplificar la manera en que pueden emplearse testimonios y experiencias de una audiencia directa como fuente de una investigación, Zamora mostró a los participantes (unos 40 de diversas nacionalidades: Bolivia, Colombia, Brasil, Argentina, Ecuador, Chile, Estados Unidos y Gran Bretaña) dos proyectos exitosos de ProPublica: la serie La seguridad del paciente y el proyecto Agente Naranja, que investiga el efecto de este herbicida en los veteranos de la guerra de Vietnam.
Una vez que un medio decide pedir ayuda de su público para explorar e investigar un determinado tema, debe plantearse cómo conseguir dicha contribución. Zamora describió el método de ProPublica para diseñar proyectos que cuenten con la participación activa de la audiencia.
1. ¿Cuál es tu historia?
Si tienes bien claro qué intentas contar y cuáles son los puntos esenciales que quieres revelar, tendrás un panorama bastante preciso de cuál podría ser el impacto de tu historia y a quiénes podría interesarle.
2. Conoce a tu audiencia
¿Quién puede ayudarte a contar la historia? Aquí se abre un amplio abanico de posibilidades, desde actores sociales en sentido amplio (pacientes, trabajadores, padres, maestros, veteranos, etc.), a personas con información privilegiada (expertos, denunciantes), y fuentes influyentes u oficiales (líderes de opinión, funcionarios).
Una vez que tengas una idea precisa de quiénes podrían contribuir, debes salir a buscarlos. A algunos los encontrarás online (comunidades y foros o grupos de discusión, redes sociales, lectores actuales y potenciales de tu medio) y a otros offline (en tu agenda telefónica, en eventos sociales, políticos, conmemorativos, etc.).
3. ¿Con qué contribuirán?
A los contribuyentes se les puede pedir que cuenten algo mediante una entrevista estructurada o una encuesta. Para el proyecto sobre seguridad de los pacientes, ProPublica diseñó un detallado cuestionario bajo el título "Have you been harmed in a medical facility?" ("¿Alguna vez has sido perjudicado en un centro de salud?"). Con las respuestas y los datos brindados, el medio digital nutre sus investigaciones después de hacer las verificaciones correspondientes.
También se le puede pedir a la audiencia que haga algo, por ejemplo, invertir su tiempo revisando documentos o datos, tomar fotografías o aceptar prestarse a un experimento, como hizo el equipo de datos de WNYC para monitorear la llegada de los grillos a la costa este de Estados Unidos.
4. ¿Cómo contribuirán?
El método de recolección de la información brindada por los contribuyentes debe ser pensado con cuidado. Existen muchas alternativas: email, cuestionario, discusión grupal online, etc. Esto debe estar resuelto antes de pedir la ayuda y debe cumplir el doble propósito de facilitar el intercambio de información e involucrar a la audiencia en la producción de la historia.
En esta instancia, ProPublica elige con frecuencia el formato del cuestionario y lo diseña de tal modo que al contribuyente no le quede ninguna duda acerca de la información que el medio está buscando, por qué y para qué.
5. ¿Por qué deberían contribuir?
Probablemente este sea el punto que presenta el mayor desafío. “Puedes tener el proyecto más importante del mundo, pero si el lector no tiene el contexto para entender su relevancia, no comprende por qué necesitamos su participación, no sabe cuál es nuestra meta ni a dónde queremos llegar, difícilmente contribuirá”, dijo Zamora.
En el diseño de nuestro cuestionario es necesario articular el objetivo final de la historia que estamos investigando y el papel esencial de la audiencia para alcanzar dicho objetivo.
En el caso del proyecto sobre seguridad de los pacientes, ProPublica comienza la encuesta con un titular que identifica rápidamente la acción, brindando al lector la oportunidad de actuar: “¿Alguna vez ha sido perjudicado en un centro de salud?” De ese modo, además, el alcance de la encuesta queda limitado a las personas que, en efecto, han sido perjudicadas en centros sanitiarios. “El público está planteado en el título mismo”, explica Zamora.
A continuación, se le brinda al lector el contexto necesario para que comprenda por qué esa encuesta es importante y relevante: “Se podría llenar un estadio varias veces solo con el número de personas que han sido afectadas mientras se someten a tratamientos médicos cada año...”.
Después, se explica la intención de ProPublica: “Estamos investigando el estado de la seguridad de los pacientes en Estados Unidos. Si usted o un ser querido han sufrido algún daño, puede ayudarnos a informar y guiar a nuestros artículos”.
Empezar a manejar las contribuciones de la audiencia, en especial si estas son complejas y abundantes, requerirá un proceso de ensayo y error, y la aplicación de distintos criterios periodísticos según el caso. “Hay respuestas que tratamos como comentarios personales; como opiniones u observaciones que no esperamos publicar rápidamente, pero que expresan los sentimientos de un individuo”, comenta Zamora. En el caso de la investigación sobre los veteranos de Vietnam, ProPublica destina una sección especial para mostrar estas contribuciones, que no exponen datos duros pero sí vivencias humanas.
“Nos interesa guardar esta información y mostrarla cuando sea oportuno para reflejar lo que nuestra audiencia nos ha contado respecto de su experiencia y para impulsar participación adicional”. En todos los casos, ProPublica publica estas opiniones de manera anónima.
Imagen principal: Amanda Zamora en Hacks Hackers Buenos Aires Media Party. Imagen secundaria: captura de pantalla de ProPublica.