Los medios estadounidenses recibieron una avalancha de críticas por la forma en que cubrieron el asesinato de tres estudiantes musulmanes en Chapel Hill, Carolina del Norte, en manos de un hombre de 46 años que se identificó como un “ateo”.
La mayoría de las críticas provino de usuarios de redes sociales, que acusaron a los medios estadounidenses de haber sido lentos a la hora de difundir el hecho y de no darle la importancia que creen que merecía.
Las razones de la masacre no han sido confirmadas todavía, pero los familiares de las víctimas insisten en que se trató de un crimen de odio debido a la religión que los estudiantes profesaban, mientras que la esposa del asesino afirma que se debió a “una larga disputa sobre un estacionamiento”.
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Dan Murphy, un periodista del Christian Science Monitor que trabajó en Medio Oriente, argumentó que los medios estadounidenses no ignoraron la historia, y opinó que la razón por la que el caso se difundió de forma tardía se debió al “ciclo de las noticias”, ya que el hecho se conoció durante la noche.
Los nombres de las víctimas (Deah Shaddy Barakat, 23, su esposa, Yusor Mohammad, 21, y su hermana, Razan Mohammad Abu-Salha, 19) “no se difundieron sino hasta las 3 a.m.”, dijo.
“Yo estaba frente a mi computadora a las 7:30 a.m. y la noticia ya estaba en todas partes”, aseguró Murphy a IJNet.
Para él, una historia sobre gente asesinada en un departamento de un pueblo chico no llama inmediatamente la atención de los periodistas debido a la abundancia de este tipo de crímenes en Estados Unidos. “Los asesinatos por armas de fuego no son inusuales aquí”, dijo. “Los periodistas deben haber pensado que se trató de un caso doméstico, una invasión de un hogar o algo relacionado con drogas”.
“¿Sabes qué significa para nosotros tres personas asesinadas por un arma de fuego en los Estados Unidos? ¡Para nosotros eso es un día cualquiera!", ilustró.
Agregó que en este caso específico, “la gente [que critica a los medios estadounidenses] está viendo fantasmas. Está viendo un problema donde no lo hay”.
Los medios estadounidenses también fueron criticados por su cobertura general de todos los temas que tienen que ver con los musulmanes.
Murphy está de acuerdo en que los medios de EE.UU. y de Occidente son menos imparciales con los musulmanes que cometen actos de violencia. Son más rápidos en juzgar los crímenes cometidos por musulmanes como “actos terroristas” que otros actos de violencia por personas que profesan otra fe.
Jackie Spinner, ex corresponsal del Washington Post que cubrió temas de Medio Oriente, dijo a IJNet que “los medios occidentales tienden a ver a los musulmanes como un grupo homogéneo. Mientras que a los no musulmanes que cometen delitos se les permite actuar solos, aislados de sus creencias”.
Spinner, que ahora imparte clases de periodismo internacional en el Columbia College Chicago, dijo que esa parcialidad deshumaniza a los musulmanes que viven en Estados Unidos, por lo que difícilmente ellos confíen en el periodismo que se realiza sobre sus comunidades.
Pero para Spinner, no es justo decir que los medios ignoraron la noticia. "Todos los medios importantes publicaron estos asesinatos y lo hicieron en las 12 horas siguientes al hecho".
Según la periodista, el tema más importante será cómo las víctimas y el asesino van a ser retratados a medida que la historia se desarrolle.
“Hay un estereotipo sobre los musulmanes que los medios ayudan a perpetuar”, dijo. “Necesitamos tener un diálogo honesto sobre esto como periodistas, en lugar de desestimar el asunto como si fuera una protesta de un grupo de disconformes, que es lo que sucede a menudo cuando los musulmanes se quejan de la cobertura que los medios hacen del Islam”.
Consultado sobre consejos prácticos para periodistas que cubren este hecho, Spinner dijo que es importante “tener cuidado con el lenguaje que usas y comprender que la percepción de la parcialidad se juega allí. Cuida la elección de tus palabras. No retrates a los musulmanes estadounidenses como si fueran 'los otros'”.
Imagen proporcionada por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y utilizada aquí con permiso.