Dado que siguen apareciendo variantes del COVID-19, es crucial que los periodistas mantengan a sus lectores informados con la información más actualizada y precisa para ayudarles a tomar decisiones vitales.
La variante ómicron, que apareció a finales de 2021, es diferente de otras en el sentido de que todavía hay mucho que no sabemos sobre ella, dijo Peter van Heusden, bioinformático del Instituto Nacional de Bioinformática de Sudáfrica, durante un reciente seminario web del Foro de Información sobre Crisis Sanitarias Mundiales del ICFJ.
Van Heusden teorizó que hay muchas razones por las que ómicron puede haberse desarrollado. Lo más probable, explicó, es que se haya originado por infecciones de larga duración que permitieron que el virus mutara más de lo habitual. Otras posibles causas incluyen zoonosis, en la que el virus habría mutado después de que un humano infectara a un animal con la cepa original del virus, y el consiguiente contagio a los humanos. Las mutaciones pueden haber pasado desapercibidas en zonas con menos restricciones y en las que no hay control o vigilancia.
La ola de ómicron en Sudáfrica progresó más rápidamente que las anteriores, pero no ha habido tantos casos graves, señaló van Heusden. Sin embargo, su rápida propagación sugiere que la variante es más virulenta y está reinfectando a personas que ya estaban infectadas con COVID-19. Aunque todavía no se sabe lo suficiente sobre la variante, y cada día se aprende algo más, se sigue haciendo hincapié en las vacunas. "Ómicron se ha extendido ahora por todo el mundo", señaló.
Desafortunadamente, Sudáfrica se enfrentó a las consecuencias después de que su avanzada tecnología de secuenciación hiciera saltar la alarma sobre la variante ómicron. Países como Estados Unidos, por ejemplo, impusieron polémicas prohibiciones de viaje a Sudáfrica y otros países cercanos de la región, penalizando a los viajeros y a las economías locales. "El día en que Sudáfrica informó no es la fecha en que se encontró, pero la gente no estaba dispuesta a escuchar. Le echan la culpa a Sudáfrica; la próxima vez nadie proporcionará información", dijo Oyewala Tomori, profesor de virología en la Universidad del Redentor de Nigeria.
[Lee más: Consejos para informar sobre vacunas, reticencia y desinformación]
Variantes que no se detectan
Las vacunas, las pruebas y la secuenciación se han distribuido y realizado de forma poco equitativa en África y en todo el mundo durante la pandemia. Esto conduce al desarrollo de variantes como la ómicron, y anteriormente la delta, que pueden no ser detectadas con la suficiente antelación para combatirlas eficazmente, así como otras mutaciones que pueden pasar desapercibidas. Según van Heusden, mientras el virus siga propagándose, seguirán apareciendo nuevas variantes.
"Esto es un reto para la salud pública, un reto para la comunicación: tenemos un virus cuya evolución parece estar impulsada principalmente por la evasión de nuestro sistema inmunológico", detalló Van Heusden. "Esto no significa que vaya a causar una enfermedad más grave, pero sí que mantener a nuestra población a salvo de la infección es cada vez más difícil con esta variante".
Aun así, las vacunas siguen funcionando, y los que se infectan siguen siendo en su mayoría los que no están vacunados. "Lo importante es el nivel de inmunidad de la persona. Esto afectará a la virulencia de la variante", añadió Tomori.
Una "infodemia" dentro de una pandemia
Informar sobre las variantes y las formas de combatirlas es un gran reto. Las noticias sobre la ómicron en el Reino Unido, por ejemplo, han sido sensacionalistas y a menudo carecen de un contexto importante, señaló Van Heusden.
"La confusión con lo que está ocurriendo con la variante ómicron probablemente intensifique la 'infodemia' de la gente que difunde desinformación sobre la intervención de la salud pública", dijo. "Comunicar en medio de todo esto es un desafío".
La salud pública también se rige en parte por la política. Sin embargo, es importante que los funcionarios sanitarios eviten la influencia política en su trabajo. "Si estuviera en manos de los políticos, no recibiríamos más informes", opinó Tomori. "No debemos involucrarnos en la política".
Van Heusden destacó cómo la naturaleza en constante evolución de la crisis de salud pública dificulta la comunicación tanto a los gobiernos como al público. "Los gobiernos quieren respuestas, [pero] no estamos frente al vacío. Lo que tenemos que comunicar a las personas es que se trata de un nuevo virus", dijo. "Lo que sabemos y las herramientas que tenemos para combatirlo pueden cambiar. Tenemos que estar preparados para hacer frente a los golpes".
[Lee más: ¿Con qué urgencia debería vacunarse a los periodistas?]
La colaboración como una solución
El continente africano carece de un sistema de vigilancia coordinado, lo que puede acarrear consecuencias. Por ejemplo, hay lugares donde las variantes pueden pasar fácilmente desapercibidas. "Algo que empieza en Sudáfrica o Nigeria acabará convirtiéndose en un problema para toda África. Tenemos que trabajar juntos [y] colaborar entre los científicos africanos", expresó Tomori.
Tomori hizo hincapié en la necesidad de que los gobiernos africanos den prioridad a la salud pública y a las intervenciones no farmacéuticas. "Es importante seguir haciendo lo que estamos haciendo; tenemos que capacitar a los científicos africanos. Cualquier información de la que dispongamos, la ponemos a disposición y hacemos saber a la gente que no somos infalibles, y que ésta es la información que deben tener en cuenta".
El virus está aquí para quedarse, y las soluciones deben reflejar eso. "Dado el fracaso de los sistemas sanitarios africanos y de la solidaridad mundial, no vamos a aplastar este virus de nuevo. Hay aspectos de este virus que lo hacen excepcionalmente difícil. Vamos a seguir luchando contra él durante años. Tenemos que ser humildes y encontrar la mejor solución", dijo van Heusden, añadiendo que el acceso a las máscaras, los testeos, las licencias laborales y, sobre todo, las vacunas, son esenciales.
"Tenemos que convencer a las personas de que vayan [a vacunarse]. El otro problema es el acceso: nos resulta difícil conseguir vacunas", continuó. "Tenemos que llevar la vacuna efectivamente a la puerta de las casas. La información sobre su eficacia ha sido examinada por muchos grupos. Las pruebas están ahí. Hemos olvidado cómo son las campañas de vacunación".
Las vacunas siguen siendo una prioridad y las pruebas de lo sucedido en Sudáfrica sugieren actualmente que quienes se vacunan y han tenido una infección previa están mejor protegidos contra la nueva variante, dijo van Heusden. "La protección contra la infección podría reducirse [en comparación con las cepas anteriores del virus], pero muchos expertos piensan -y yo estoy de acuerdo con ellos- que las vacunas siguen protegiendo contra los casos graves de la enfermedad".