El vocabulario médico tiene una cualidad desafortunada: muchas de sus palabras son tan descriptivas que también piden a gritos un uso no médico.
Si dices que alguien es "tóxico", probablemente no te refieras a que está dañando tu función hepática. Si tu novela necesita un "antagonista", no estás buscando a alguien que bloquee la función de las proteínas receptoras de tu héroe. Y es más probable que un estudiante de último año de secundaria que se esfuerza por hacer cálculo esté pensando en ecuaciones diferenciales y no en cálculos renales.
Esto también es cierto respecto del lenguaje del trauma, que tiene un significado médico específico y otro cultural, más amplio. ¿Fue realmente traumático dar ese examen final? ¿Realmente te dejó un trastorno de estrés postraumático? ¿Eres realmente adicto a Netflix?
Cierto grado de imprecisión puede estar bien para la conversación general; si se dice que un equipo de fútbol "asesinó" la pelota, nadie pensará que el equipo debe ser arrestado y acusado de homicidio. Pero para los periodistas, la precisión es parte esencial del trabajo, y el lenguaje que se utiliza de forma descuidada puede afectar a la vida de personas reales.
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El Centro Dart para el Periodismo y el Trauma ha hecho un gran trabajo ayudando a los periodistas a lidiar con el trauma que puede acarrear su profesión y a entender mejor los traumas sufridos por las personas sobre las que escriben. Ahora ha publicado una nueva guía destinada a ayudar a los periodistas con cuestiones relacionadas con el trauma, tanto a los que tienen un plazo de entrega ajustado como a los que tienen un poco más de margen. Se llama Dart Center Style Guide for Trauma-Informed Journalism y vale la pena echarle un vistazo.
Tomemos, por ejemplo, el TEPT o trastorno de estrés postraumático. No es sólo un término general que refiere al impacto duradero que un evento traumático ha tenido en alguien.
Definido por primera vez por la Asociación Americana de Psiquiatría en 1980, el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) es una lesión psicológica resultante de la exposición a un factor de estrés traumático extremo en el que la persona experimentó o presenció un evento o múltiples eventos que implicaron un daño real o una amenaza a la integridad física de uno mismo o de otros.
Para que se diagnostique, un determinado número de síntomas en cuatro áreas debe durar más de un mes e interferir en el funcionamiento diario. Estas áreas incluyen la reexperimentación, la evitación, los cambios negativos en el pensamiento y el estado de ánimo, y la hiperactivación o reactividad. Algunas de estas reacciones de estrés traumático también pueden estar presentes sin cumplir los criterios para el diagnóstico de TEPT.
El TEPT no debe utilizarse indistintamente con descripciones más generales de las reacciones relacionadas con el trauma. Tenga en cuenta que la mayoría de las personas que sufren un trauma se recuperan de forma natural y no desarrollan un TEPT. Solo haga referencia al TEPT si es relevante y ha sido diagnosticado formalmente.
Si a alguien previamente traumatizado se le "disparan" los síntomas, ¿significa que ha sido "retraumatizado"? No:
La retraumatización no es lo mismo que un desencadenante. Los desencadenantes traen recuerdos dolorosos, y a veces flashbacks. La retraumatización es más poderosa y desgastante. Ocurre cuando un recordatorio consciente o inconsciente hace que una persona vuelva a experimentar de forma vívida y exhaustiva los sentimientos, pensamientos y, en ocasiones, recuerdos de un trauma pasado como si estuviera ocurriendo en el presente.
Por ejemplo, si un periodista entrevista al superviviente de un trauma, y el vello facial o el olor del periodista le recuerdan al superviviente al autor del suceso traumático, con lo que experimenta sentimientos de terror, eso es un desencadenante. Pero si un periodista presiona a un superviviente para que conceda una entrevista y persiste después de que el superviviente pide que se detenga, esa transgresión puede hacer que la persona experimente los mismos sentimientos y reacciones de impotencia y explotación del momento del suceso traumático. Eso es una retraumatización.
(Importante: no lo hagas)
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¿Y qué hay del trauma en sí? Al fin y al cabo, es una palabra que figura en el nombre del Centro Dart.
Trauma es un sustantivo complejo y ambiguo, tanto en el uso casual como en el clínico. El trauma puede referirse a una herida física o a una lesión psicológica; al acontecimiento violento o perjudicial en sí mismo; a las secuelas psicológicas continuas de tales acontecimientos, o a un sentimiento comunitario compartido de pérdida o victimización. Puede referirse a una experiencia única o a las secuelas de un miedo abrumador, o al impacto acumulativo y complejo de un abuso y una amenaza continuos, o a ambos.
Para aumentar la confusión, la ciencia nos dice que el mismo acontecimiento tendrá impactos biopsicosociales muy diferentes en distintos individuos. El mismo accidente de coche puede ser un acontecimiento transitorio para una persona, pero en otra puede evocar un TEPT continuo u otras lesiones psicológicas.
Por este motivo, utiliza el sustantivo trauma (y sus formas verbales y adjetivas: traumatizar y traumático) con cuidado, dejando siempre claro el significado y el contexto. Evita el uso generalizado de la palabra "trauma" como una abreviatura que puede patologizar el dolor o la angustia ordinarios, o que no tiene en cuenta la capacidad de recuperación o los desafíos emocionales.
Cuando sea posible, utiliza un lenguaje más específico que transmita el sabor particular de un evento, respuesta o condición (por ejemplo, elija "tenía dificultades para dormir o concentrarse" en lugar de "estaba traumatizada"). Evita el uso excesivo de los términos "trauma" o "traumatizado" de manera que sugieran una respuesta uniforme a los acontecimientos angustiosos, y tenga cuidado de distinguir la angustia a corto plazo de las reacciones del estrés traumático a largo plazo.
La guía incluye mucha más información sobre cuestiones específicamente relacionadas con los traumas, pero también aborda temas relacionados que pueden surgir en las coberturas: desde problemas que pueden atravesar transexuales o refugiados, desde tiroteos masivos hasta enfermedades mentales, desde el suicidio hasta el genocidio. Los consejos no son especialmente didácticos; se trata más bien de plantear algunas de las cuestiones y preocupaciones que pueden surgir cuando uno se adentra en vidas que pueden no ser como la suya. Léelo y probablemente serás un poco mejor en tu trabajo cuando lo hayas terminado que cuando empezaste.
Este artículo fue publicado en Nieman Lab y es reproducido en IJNet con permiso.
Joshua Benton es el fundador y redactor principal de Nieman Lab.
Imagen de Engin Akyurt en Pixabay