DVB informa sobre y para Myanmar desde el exilio

porDavid MaasApr 11, 2024 en Temas especializados
Reporter beside a person firing over a wall with the Myanmar flag on it

Este recurso forma parte del kit de herramientas para medios de comunicación en el exilio de IJNet, elaborado en colaboración con la Red de Medios de Comunicación en el Exilio (NEMO), y con el generoso apoyo del Fondo de Emergencia para Periodistas Joyce Barnathan.


En la mañana del 1 de febrero de 2021, el ejército de Myanmar, conocido como Tatmadaw, dio un golpe de Estado contra el gobierno democráticamente elegido. Desde entonces, el país se ha convertido en el segundo mayor carcelero de periodistas del mundo —solo por detrás de China—, encerrando a más de 150 trabajadores de los medios y asesinando a otros cinco.

El día del golpe, el Tatmadaw expulsó a DVB del sistema satelital estatal y revocó su licencia de explotación. Toda la actividad de la redacción pasó a ser ilegal de repente, y sus periodistas se dieron cuenta de que corrían peligro.

"Siete de nuestros colegas fueron detenidos al principio del golpe", recuerda Chavannes. "Los torturaron y vivieron cosas terribles, sobre todo porque algunos habían borrado la información de sus teléfonos móviles para proteger a sus fuentes. Son auténticos héroes. Uno de ellos sigue en la cárcel, y a los otros los sacamos con diplomacia silenciosa".

DVB nunca dejó de emitir en Myanmar, utilizando un proveedor tailandés de respaldo por satélite. Su equipo se fue del país y estableció operaciones en cinco ubicaciones: Oslo, Melbourne, Atlanta, Toronto y Chiang Mai (Tailandia). Quienes se fueron trabajan hoy con la mayor red clandestina de periodistas ciudadanos dentro de Myanmar, de acuerdo Chavannes.

 

DVB reporter covers street protests in Yangon on live TV,  in response to violent crackdowns by the junta after the 2021 coup
Periodista de DVB cubre en directo por televisión las protestas callejeras en Yangón, en respuesta al golpe de Estado de 2021. Poco después, la violenta represión de la Junta obligó a manifestantes y periodistas a pasar a la clandestinidad.

 

"En Oslo, nuestro CEO Aye Chan Naing presentó las noticias de las 8:00 desde su lavadero porque era el único lugar tranquilo de la casa", cuenta. "Desde todo el mundo presentábamos a primera hora las últimas noticias. Es nuestro honor profesional no haber salido nunca del aire".

Así es cómo funciona hoy DVB en el exilio, informando en uno de los escenarios más restrictivos y peligrosos del mundo para el periodismo independiente.

Desde las sombras

Informar desde las sombras es parte del ADN de DVB desde su fundación, y ser pionera en nuevas tecnologías ha sido clave para su éxito.

Antes de lanzarse oficialmente desde Oslo en 1992, la DVB funcionaba como una radio de onda corta en la selva dirigida por estudiantes rebeldes tras el levantamiento estudiantil de 8888 contra la junta del Tatmadaw en el poder en aquel momento. "Un grupo decidió dejar de luchar con balas, y hacerlo con información, con noticias", explica Chavannes. "La radio estudiantil se convirtió, en Oslo, en la Voz Democrática de Birmania".

A principios de la década de 2000, la DVB adoptó la tecnología satelital. Una década más tarde, para su cobertura de las elecciones de Myanmar en 2012, la redacción utilizó una estación de enlace ascendente para transmitir contenidos desde el interior del país a los satélites, que a su vez vendía a los principales medios internacionales.

DVB operó en el interior del país entre 2012 y 2021, fue la primera en utilizar drones para filmar, sobrevolando el edificio del Parlamento en la capital, Naypyidaw. El año pasado, la DVB volvió a recurrir a la radio de onda corta para ofrecer noticias diarias e información sobre ayuda en catástrofes a los afectados por el ciclón Mocha, que mató a cientos de personas en mayo de 2023.

Sin embargo, el pan de cada día del medio son los dispositivos móviles de sus periodistas ciudadanos, con los que filman "todo", explica Chavannes. Estos periodistas envían sus imágenes y coberturas a DVB, que emite vía satélite para llegar a la diáspora birmana y a los usuarios de VPN que aún se encuentran en el país y compone la gran mayoría de su audiencia. "Somos un canal de televisión bastante grande", explica Chavannes. "Nuestro trabajo para conseguir videos originales desde dentro de Myanmar y verificarlos todos los días y desde múltiples ángulos nunca es barata. Requiere una infraestructura".

Schematic overview of DVB's news distribution system
Descripción esquemática del sistema de distribución de noticias de la DVB.

 

Los sucesos captados por los periodistas ciudadanos desempeñan un papel importante a la hora de contrarrestar las narrativas que la junta militar ha intentado imponer, lo que Chavannes describió como una propaganda de "proporciones norcoreanas". "Es una realidad totalmente paralela a la que la junta está dando forma cada día con sus canales de televisión y el periódico Global New Light of Myanmar", afirmó.

En la actualidad, la DVB mantiene un gran número de fieles seguidores, principalmente en Facebook —con 20 millones en la página birmana de la redacción y casi 900.000 en la inglesa— y en su canal en YouTube, que cuenta con más de dos millones de seguidores. Todo ello a pesar de que en Myanmar es ilegal visitar su sitio web: la audiencia de DVB en el país corre el riesgo de ir a la cárcel simplemente por ver sus videos o leer sus contenidos.

"La gente sintoniza porque a veces es información que incluso salva vidas", afirma Chavannes. Esto es especialmente cierto durante la actual guerra civil entre los rebeldes antimilitares y la Junta. "Es deprimente, pero son noticias sobre el conflicto que la gente debe conocer".

Una estructura descentralizada

El día del golpe, la dirección de DVB ofreció a su staff dos meses de sueldo extra en mano si querían marcharse. Alrededor del 20% de la redacción aceptó la oferta.

El resto se dispersó por todo el mundo y DVB se dispuso a establecer "estaciones satélite'' en Oslo, Melbourne, Atlanta, Toronto y Chiang Mai, todas bajo el paraguas de una entidad sin fines de lucro con sede en Tailandia. La estructura es complicada, pero permite a la organización recaudar fondos a nivel local y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de sus operaciones.

"Es casi imposible impedir que emitamos porque tenemos muchos planes B", afirma Chavannes. Explicó que el equipo trabajó con abogados en cada lugar para comprender mejor la normativa local. Estas varían según el país, pero todas tienen algo en común: "se tarda una eternidad en hacer las cosas".

A pesar de sus ventajas, la estructura descentralizada es cara, por lo que DVB espera volver a centralizar su trabajo reuniendo a la mayor parte posible del equipo en Chiang Mai, donde abrirá su nueva sede en junio de 2023.

Sin embargo, el calendario es fluido y se complica por las políticas de inmigración y trabas burocráticas. "Todos mis colegas tienen que ir muchas veces a todo tipo de oficinas de inmigración para conseguir un montón tipo de sellos", dice Chavannes.

 

Four of DVB's main news anchors in exile who present every hour the latest news from inside Myanmar
Cuatro de las principales presentadoras de noticias de DVB en el exilio

Ajustes

El día del golpe, la DVB perdió de la noche a la mañana la mitad de sus fuentes de ingresos. Antes de 2021, explicó Chavannes, el medio se financiaba en un 50% con subvenciones y donaciones, y en otro 50% con ingresos comerciales. Estos últimos desaparecieron al instante, pues las empresas de Myanmar ya no podían anunciar legalmente en la redacción.

En ese contexto financiero, la DVB intenta diversificar sus ingresos, manteniendo al mismo tiempo unos costos de funcionamiento "ajustados y mezquinos".

Por ejemplo, la DVB ha trabajado para monetizar su página de YouTube, muy visitada, utilizando Google AdSense, y está planeando introducir un programa de afiliación dirigido a su audiencia internacional. Por US$8 al mes o US$80 al año, los miembros tendrán acceso a contenidos, retransmisiones en directo y boletines de DVB sin publicidad, entre otras ventajas. "Por eso hemos puesto en marcha el programa de afiliación, dirigido más a un público internacional que también puede gastar algo de dinero por una buena causa", explica Chavannes, señalando que esto incluye a la diáspora birmana.

El medio puede permitirse pagar a sus periodistas exiliados que trabajan en países más caros, como Noruega y Estados Unidos, sueldos en torno al salario mínimo de cada país. "A estos periodistas les apasiona su trabajo y sienten, además, la obligación moral de informar a sus compatriotas acerca de lo que realmente está ocurriendo", explica Chavannes.

"Esperan que algún día esto conduzca a una Birmania democrática. Eso es lo único en lo que no somos neutrales. Somos la Voz Democrática de Birmania; estamos absolutamente a favor de la democracia".

 

DVB undercover reporter discusses the devastation of bombarded refugee camps he filmed himself.
Periodista encubierto de la DVB habla de la devastación de los campos de refugiados bombardeados, que él mismo filmó.

La seguridad

La seguridad, tanto de sus periodistas como de su audiencia, ha seguido siendo la prioridad número uno para DVB a lo largo de la agitación de los últimos años.

Los miembros del equipo mantienen un perfil bajo, dentro y fuera de Internet, y se mantienen al día de las nuevas tecnologías para adelantarse a quienes intentan cerrar la operación. "El ejército es muy activo en su veta digital; nuestro sitio web sufre ataques constantes y el año pasado tuvieron cierto éxito. Se cayó un par de veces", explicó Chavannes. "Desde 2024 tenemos servidores de copia de seguridad completamente nuevos, así que estamos en línea todo el tiempo".

Alertar a su público sobre las mejores prácticas de seguridad forma parte de este esfuerzo, continuó: "Es una batalla continua, y también educamos a nuestros espectadores sobre cómo mantenerse a salvo, especialmente algunos trucos sencillos en el teléfono para borrar el historial, porque los teléfonos son muy revisados en los puestos de control militares".

La coordinación con otros periodistas y redacciones en el exilio ha ayudado en el camino. Chavannes instó a sus colegas en posiciones similares a hacer lo mismo. "Es realmente agradable hablar con otras personas que también trabajan en medio en el exilio. Para ellos, la situación no es para nada ajena", dijo. "Hay que acercarse a otros medios en el exilio. Creo que no lo hacemos lo suficiente".


Imágenes cortesía de DVB.