Consejos para mejorar la cobertura en temas de migración

Apr 27, 2025 in Diversidad e inclusión
safasfaf

El 2025 ha iniciado con la implementación de políticas represivas sobre migración, respaldadas, en muchos casos, por sectores de la opinión pública. Esta situación se suma al alza de casos de violaciones a los derechos humanos por crisis políticas, de criminalidad y bélicas a nivel global. ¿Cómo debe responder el periodismo?

El 20 de abril, se llevó a cabo el último seminario web del Foro Pamela Howard sobre Cobertura de Crisis Mundial del Centro Internacional de Periodistas (ICFJ). En esta sesión participó el periodista Edwin Segura, con más de 30 años de experiencia y docente universitario para dar pautas sobre cómo mejorar nuestras coberturas de migración y derechos humanos.

La paradoja de cubrir migración

El periodismo lleva en su esencia, dice Segura, una paradoja: ¿cómo llegar a una mayor audiencia sin perder rigurosidad? En la cobertura de migraciones y derechos humanos la paradoja tiene una especial dificultad por los riesgos que el sensacionalismo entraña tanto a nuestra cobertura como a los protagonistas de las historias.

El periodismo puede usar una fórmula que funciona: contar historias. La migración se presta para claves narrativas como la odisea: el migrante resiliente contra todos los obstáculos. Para eso se necesita poner “rostro, nombre y voz” en nuestras coberturas. Por ejemplo, con videos de formato corto donde hable el propio migrante.

Estas historias funcionan, pero hay que tener cuidado. Por ejemplo, no olvidar incluir datos estadísticos que brinden contexto a nuestros relatos. ¿Cómo evitar quedarnos en la parte y no ver el todo? “Aquí ayuda la cifra, el número aburrido”, dice Segura. Por eso debemos ser buenos narrando cuentos, pero también “contando a secas”.

“Voy a contar una historia, ponerle un rostro y utilizar este esquema narrativo, pero debemos preguntarnos de manera insistente: ¿Estoy estereotipando al migrante? ¿Lo estoy criminalizando o sacando de contexto? ¿Estoy colocando su historia en su justa dimensión?”, aconseja el experto.

Educarse para cubrir mejor

Otra fórmula que ayuda a llegar a una mayor audiencia es contar nuestras historias en un lenguaje sencillo, sin tecnicismos. Pero, de nuevo alerta Segura, tampoco podemos cometer ligerezas. “El lenguaje no es neutro”, enfatiza. Por ejemplo, no es lo mismo un migrante y un refugiado, ni es lo mismo hablar de “oleada migratoria” que “invasión”.

Por eso es importante que como periodistas, primero, entendamos el lenguaje técnico y, luego, seamos capaces de traducirlo a un lenguaje sencillo con responsabilidad. En esta labor puede ayudarnos la revisión de manuales de cobertura así como buscar fuentes expertas en organismos no gubernamentales, universidades o iglesias.

La necesidad de educarse primero también aparece cuando hablamos de cifras. Antes de pretender ser productores de datos, explica Segura, hay que aspirar a ser buenos consumidores de datos. Esta labor implica no solo identificar y consultar portales de datos estadísticos sobre migración, sino saber leerlos e interpretarlos.

¿Periodismo activista?

¿Es válido, desde el rol de periodista, hacer un llamado a la acción por los derechos de las personas migrantes? Esa fue una de las preguntas que surgieron de los participantes del foro. Segura dio una respuesta matizada. Por un lado, sugirió “cierto cuidado” con lo que decidimos endosar con nuestra propia voz, “por más buena o bondadosa que parezca una causa”.

La voz del o la periodista aspira a cierta imparcialidad y neutralidad, aún en temas de derechos humanos. Hay que evitar, explica Segura, caer en la tentación del influencer que informa desde la parcialidad.

Por otro lado, el periodismo debe tener voz propia. “Como periodistas no defendemos ninguna causa ni hacemos activismo político, salvo cuando lo que está en discusión son los elementos fundamentales para el periodismo”, explica Segura. Para él, el respeto de los derechos humanos, la democracia y la transparencia caen en este supuesto.

“Cuando me acusan de ser activista por la libertad de expresión, no tengo otra opción que aceptar la imputación porque, sin este fundamento, el periodismo que pretendo hacer no existiría”, afirma. No se trata de estar a favor de un programa político, sino de preguntarnos por qué somos periodistas y qué periodismo queremos hacer.

¿Qué más sumar a nuestra cobertura?

La exposición de Segura culminó con un doble énfasis. Primero, en la importancia del uso del fact-checking para nuestras coberturas de migración y derechos humanos. “Los políticos inventan un relato y quieren que este se repita tal cual”, explica. El buen periodismo está para someterlos a escrutinio.

El ejercicio de verificación de datos además ayuda a combatir las ideas estigmatizantes. ¿Son los migrantes realmente responsables del aumento de la criminalidad?, es una de las preguntas que se puede abordar desde el fact-checking, sugiere Segura.

Y segundo, nos sugirió ejercer una “resistencia inteligente” ante las exigencias de las métricas, la cantidad de comentarios o el número de vistas. Es cierto que el periodista busca que los temas de fondo tengan una forma que atraiga al público. Pero tampoco podemos sacrificar ciertos principios por ello, sobre todo cuando la migración y los derechos humanos son el foco de nuestra cobertura.

Puedes ver el seminario online completo aquí:


Imagen de Selvin Esteban en Pexels.