El periodismo de resistencia LGBTIQ+ en Cuba

Jan 27, 2022 در Diversidad e inclusión
safasfa

Durante varios años la periodista y editora Susana Hernández Martín tenía el deseo -prácticamente la necesidad- de crear un proyecto de comunicación dirigido desde y para la comunidad LGBTIQ+. 

“En Cuba, como en casi todo el mundo, existe un grave problema de representación y visibilidad”, afirma. “Las personas LGBTIQ+ sencillamente no existimos para ningún discurso, y cuando se cubren nuestras historias, es frecuente que lo hagan solo por una fecha específica, o desde una visión que al final termina estigmatizándonos aún más”. 

Así, lo que comenzó como un blog, en 2019 se convirtió en la revista Q de Cuir, fundada por Hernández y la psicóloga Ángela Laksmi. Uno de sus principios esenciales radica en que cada historia sea contada desde los individuos y colectivos que las experimentan. 

De igual forma, la publicación se define por escoger un ritmo pausado, que privilegia el análisis y las lecturas del contexto por encima de la inmediatez. Antes que lograr un estilo en particular, se busca que todas las personas interesadas en relatar sus vivencias encuentren aquí un espacio seguro y accesible. Por eso no solo publican textos periodísticos, sino que incluyen también poesía, cómic, fotografía y pintura. 

El apoyo de la Fundación Sueca para los Derechos Humanos les permitió perfilar su identidad visual y comenzar a recibir colaboraciones. “Otra perspectiva fundamental para nosotras es destinar a la propia comunidad los fondos disponibles: que los contenidos provengan de esas voces también significa que el presupuesto que somos capaces de atraer para Q se está revirtiendo en un beneficio material concreto para nuestra comunidad”, señala Hernández.

Durante el primer año, la plataforma principal fue Medium. Cada dos meses editaban un archivo en PDF con los trabajos publicados, pues en Cuba todavía es común que las personas consuman contenidos de modo offline, y los materiales descargados se intercambian para ahorrar saldo de Internet. 

A finales de 2020 decidieron apostar todo al PDF, porque les gustaba el formato de revista tradicional, además de que, al contar con un equipo muy pequeño, resultaba mejor concentrar los esfuerzos en un producto específico. Los números de descargas han ido creciendo de manera sostenida desde las últimas ediciones.

Ante el compromiso de Q de Cuir con los colectivos LGBTIQ+, algunos podrían indicar una (supuesta) paradoja entre activismo y periodismo. En ese sentido, Hernández adelanta la respuesta: “Creo que el periodismo, cuando es ético, no tiene contradicción con el activismo por los derechos humanos”. 

En ocasiones les han preguntado, por ejemplo, por qué no refieren la contraparte: los preceptos del cristianismo fundamentalista en contra del matrimonio igualitario o la adopción para todas las familias; como si esa fuera la vara para medir la “objetivad” o “seriedad” del trabajo.  

“Ningún medio debería reproducir criterios racistas, misóginos o xenófobos en nombre de la objetividad periodística, un concepto ampliamente desmitificado pero que todavía se usa muchísimo de bandera”, afirma la editora. 

Los meses de pandemia han conllevado un ajuste de las rutinas productivas, así como la cancelación de presentaciones en varias provincias. “A ello se suma que, siendo un medio independiente en Cuba, donde la libertad de expresión está restringida, es imposible acceder a fuentes oficiales, y se dificulta tener colaboraciones si las personas están conectadas a instituciones estatales, por las consecuencias que pueden enfrentar luego”, comenta Hernández. 

“En ese contexto, con tantos elementos en contra, no queda más que asumir que hacemos un periodismo de resistencia, aunque no puede ser de otra manera cuando lo hacemos desde y para personas que luchan y resisten todos los días de sus vidas”.               

“Una revista marginal” 

Con este lema se presenta Tremenda Nota, medio que incorpora un enfoque interseccional, pues abarca también migraciones, violencia machista, racialidad y feminismo. Meses atrás estrenaron el podcast La Potajera, y su canal de YouTube recoge una amplia producción en video.  

“Al definirse como una revista sobre mujeres, afrodescendientes y personas de la disidencia sexual, he podido explorar y abordar con libertad temas que me definen y que, por tanto, me interesan”, destaca Mel Herrera, escritora y activista por los derechos de la comunidad LGBTIQ+.  

La cobertura de estos asuntos adquiere mayor relevancia en el momento actual, cuando tiene lugar un auge de los fundamentalismos religiosos, y será llevado a plebiscito el nuevo Código de las Familias, que ampliará el catálogo de derechos de esta comunidad, matrimonio igualitario incluido. 

La retroalimentación que ha recibido Herrera, a partir de sus artículos en Q de Cuir y Tremenda Nota, confirma la necesidad que ambas publicaciones cubren entre los colectivos LGBTIQ+, y en la sociedad en general. 

“Me escribe mucha gente a diario, por Messenger, por WhatsApp, por Twitter… para darme gracias por tal texto o tal frase. Gente que nunca se ha interesado por cuestiones de género, les veo compartiendo mis textos y haciendo sus propias búsquedas; haciéndose, como digo yo, su propia ‘carpetica’ o ‘escuelita’ sobre estos temas”, asegura.


Imagen de Katie Rainbow en Unsplash