Cuando Rose Wangui fue pasante en NTV en 2000, notó rápidamente que algo andaba mal. Las historias que se estaban cubriendo eran todas iguales: política, noticias de última hora, tribunales... No había historias humanas. Las voces de las personas, especialmente las de fuera de la ciudad, estaban completamente ausentes de la narrativa principal.
"Quería mostrarles a los espectadores algo que nunca hubieran visto; algo que nunca tuvieron", dice Wangui. "Decidí concentrarme en historias de interés humano e ir a algunas de las zonas más remotas de Kenia".
Sin embargo, cuando presentó esas ideas a los editores televisivos del Nation Media Group con sede en Nairobi, fueron rechazadas. Era una joven empleada que trabajaba detrás de escena, no tenía experiencia en reportajes y no querían otorgarle fondos.
Sin inmutarse, Wangui pagó los costos de un automóvil y una cámara de su propio bolsillo, y viajó a cubrir lo que estaba sucediendo en comunidades alejadas y marginadas. No pasó mucho tiempo antes de que tanto los editores como el público reconocieran el valor de su trabajo.
Hoy reportera full-time, sus historias tocan temas difíciles y tabú en la sociedad keniana, como la salud materna e infantil, la esclavitud sexual de las niñas, la mutilación genital femenina y las dificultades de ser intersex en el país.
Sus artículos y entrevistas exhaustivas han generado debates a nivel nacional e inspirado el cambio. Por ejemplo, después de informar sobre los desafíos con los que tienen que lidiar las mujeres en los municipios del norte cuando viajan al hospital para dar a luz, un gobernador construyó nuevas alas de maternidad para reducir distancias y ofreció un sistema de ambulancias gratuito para facilitar el transporte.
Cubrir esos temas no es sencillo. Entrevistar a víctimas del trauma y a personas que han sufrido terribles pérdidas puede afectarla personalmente. Sin embargo, para Wangui es importante mantenerse "neutral y fuerte" en esos momentos.
“Solo tienes que concentrarte, hacer preguntas y obtener sus respuestas. Por mucho que te emociones, no debes dejar que se note”, cuenta. "¿Te imaginas, tu víctima llorando y tú también llorando?"
Wangui alienta a otros periodistas a enfocar su energía en la construcción de empatía y conexión con las fuentes, especialmente en los momentos más difíciles. "Me ayuda mucho", agrega.
Antes de ser honrada en la Cena de los Premios ICFJ con el Premio Internacional de Periodismo Knight, Wangui pasó por nuestra oficina, donde hablamos sobre su trabajo, sus consejos para cubrir temas delicados y la relación entre periodismo y activismo.
¿Cómo trabajas para profundizar en historias difíciles?
He sido periodista durante 12 años y, a lo largo del tiempo, tuve la oportunidad de viajar por todo el país. He establecido numerosos contactos y algunos de mis sujetos se han convertido en amigos personales. Se trata de confiar y construir confianza entre tú y las comunidades.
Creo que la pasión juega también un papel muy importante. Y la dedicación. Personalmente, me apasiona mucho lo que hago, y eso marca una gran diferencia en la vida de las personas. No importan los obstáculos o desafíos con los que te topes; cuando hay pasión siempre querrás seguir adelante.
La compasión también juega un papel muy importante cuando tratas de escuchar las historias de las personas y quieres que te abran sus corazones y te cuenten algunos de sus secretos más profundos, y tal vez algunas de sus historias personales. A veces, además, ser una mujer es una ventaja.
¿Por qué es una ventaja?
Muchos periodistas hombres tienden a rechazar a los niños, a los problemas de las mujeres, a los problemas relacionados con la salud reproductiva, por lo que las mujeres son las que cubren ese tipo de temas. Los hombres nunca lograrán contar ese tipo de historias como lo hacen las mujeres periodistas. Para ellas es muy fácil, incluso cuando estás hablando de la mutilación genital femenina y quieres pedirle a alguien que te cuente su historia. Sería difícil para ellas abrirse a un varón.
¿Tienes algún consejo para periodistas que están haciendo historias en las que sus fuentes son víctimas de traumas?
Lo más importante que debes hacer primero es investigar y conocer su tema. Si se trata de una práctica cultural, debes saber más sobre la comunidad, por qué la practican, cuánto tiempo lo han estado haciendo y lo que puedes hacer y lo que no. La investigación te ayudará a analizar muchas cosas, elaborar una lista de preguntas, conocer los ángulos y los temas sobre los que debes preguntar.
También es bueno generar confianza a lo largo de los años y confiar en alguien que creas que puede ayudarte a identificar sujetos interesantes.
¿Cómo abordas las sensibilidades culturales en torno a la mutilación genital femenina?
La mutilación genital femenina fue prohibida en 2001, hace mucho tiempo, pero nunca tuvimos leyes y todavía está en vigencia. El proyecto de ley contra la mutilación genital femenina se promulgó en 2011, por lo que cada vez que hago coberturas al respecto, siempre menciono las leyes, diciendo que "es ilegal", y que tenemos leyes por si te pillan practicándola o si se lo haces a tu hija.
También trato siempre de equilibrar. Trato de explicar por qué la comunidad está haciendo eso. Para algunos, las niñas son vistas por su valor social. Una vez que se las mutila, se consideran elegibles para casarse. Y si te mutilan, significa que tus padres obtendrán mucho dinero.
Cuando tu trabajo como periodista conduce a cambios importantes, ¿sientes que asumes un papel de activista? ¿Deberías?
A veces los periodistas son como activistas, especialmente cuando te apasiona lo que haces. Por ejemplo, tras cubrir la mutilación genital femenina muchas veces, y después de aprender lo dañina que es la práctica y las complicaciones que conlleva, me di cuenta de que no podíamos hacer una sola historia y luego callarnos. Los medios juegan un papel muy importante en términos de cambiar las percepciones de las personas. Cuando empiezas a hablar sobre determinados temas, estás ayudando a la sociedad a comprender las implicaciones y, al mismo tiempo, cambiando percepciones y creando conciencia.
A veces se dicen cosas como: "Soy la voz de los que no tienen voz" o un "agente de cambio". A veces, como periodista, puedes ser un activista, y también ser imparcial y equilibrado.