Fogo Cruzado es una plataforma digital colaborativa que mapea tiroteos en tiempo real en las regiones metropolitanas de Río de Janeiro y Recife, Brasil. El objetivo es informar a la población sobre la violencia armada, incluyendo riesgos y problemas estructurales, y humanizar a las víctimas de la violencia.
Para conocer más sobre esta iniciativa, IJNet conversó con Cecília Olliveira, fundadora de Fogo Cruzado (FC) y periodista especializada en seguridad pública.
IJNet: ¿Cómo se creó Fogo Cruzado?
Cecília Olliveira: A fines de 2015 estuve buscando información sobre heridas de balas perdidas y la incidencia de los tiroteos en la ciudad de Río para un artículo sobre "pacificación". No la obtuve, pero encontré información del diario Voz da Comunidade que decía mucho: teníamos 100 días seguidos sin paz en Complexo do Alemão, que tiene una UPP [Unidad de Policía Pacificadora] desde 2012.
Eso me dio la idea de empezar a contar los tiroteos publicados en la prensa, grupos de información vecinales y otros —en este caso, inicialmente, mis contactos en las redes. Pero me di cuenta de que la realidad era mucho más amplia y contacté a Amnistía Internacional para pensar en algo. Así nació Fogo Cruzado dentro de la campaña "La violencia no es parte del juego", lanzada 30 días antes de los Juegos Olímpicos de 2016. El proyecto se independizó en 2018. La aplicación es hoy un proyecto gestionado por Instituto Update y estamos trabajando en su institucionalización.
¿Qué herramientas utiliza el equipo para aceptar o rechazar información?
Además de la aplicación [donde los usuarios pueden enviar información sobre tiroteos], recibimos información a través de WhatsApp, Twitter y Facebook. En el caso de WhatsApp, solo tratamos con fuentes con las que ya establecimos una relación de confianza. También agregamos información recopilada a través de canales de prensa y de la policía.
Cuando llega información sobre un tiroteo, inmediatamente la contrastamos con filtros desarrollados con el objetivo de agregar información sobre tiroteos en la región metropolitana de Río de Janeiro. Al hacerlo, podemos descubrir de quién están hablando, y cuándo y dónde tuvo lugar el evento para contrainterrogar la información. Después de eso, lo publicamos en nuestras redes y hacemos público el incidente.
Descartamos la información que está incompleta, repetida o no ha sido confirmada por nuestro equipo.
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FC es una fuente de información constante para la prensa. ¿Qué tan importante es esa relación?
La última instancia de la violencia es la muerte. Pero antes de llegar a ese punto, se violan muchos otros derechos: el derecho a salir de nuestra casa, llevar a nuestros hijos al colegio, ir al centro de salud o tomar un autobús.
FC nació precisamente para llenar un vacío de información. Necesitamos saber de inmediato quién es la víctima y dónde ocurrió el hecho. Y necesitamos, con carácter urgente, saber cuántas personas pierden la vida a causa de la violencia armada para que la sociedad pueda enfrentar el problema y movilizarse. Antes de la aplicación no sabíamos cuántos tiroteos ocurrían en Río. Ahora sabemos que en 2019 había una media de 20 al día.
¿La app también cubre Recife, cierto?
Desde abril de 2018 operamos en el área metropolitana de Recife. Allí también encontramos falta de información pública. Los estados de Río de Janeiro y Pernambuco no son los únicos con una producción de datos opaca y selectiva. Nuestro plan es cubrir todas las posibles lagunas de información sobre la violencia armada.
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Hay un esfuerzo en las redes sociales de FC para "humanizar" las consecuencias de estos tiroteos publicando fotos e historias de víctimas. ¿Cuál es el objetivo final de esta estrategia?
Esto es fundamental para nuestro proyecto. La cobertura noticiosa de hoy depende de la oficina de prensa de la policía. Y, a menudo, no se ve a la policía como una parte de la historia, sino como el lado oficial, como "la verdad". Por supuesto que hay quienes no están de acuerdo, pero en resumen, eso así.
Esta falta de humanización también refleja la degradación del periodismo. Las salas de redacción se están reduciendo y los periodistas tienen que producir más contenido en menos tiempo. Las coberturas callejeras son casi una pérdida de tiempo. Escribes un artículo basado en un correo electrónico o WhatsApp y eso es todo. Los periodistas veteranos, que tienen una buena memoria política e histórica, son despedidos.
Tenemos que forzar un contra-movimiento, nombrando a las víctimas y contextualizando situaciones para desanestesiar a las personas.
¿Cuál es tu valoración de la cobertura de prensa sobre seguridad pública en Brasil? ¿Tienes algún consejo para los periodistas que quieran entrar a ese campo?
La misión del periodismo es informar, y debemos hacerlo con el mayor cuidado y respeto posible, abarcando a todas las partes involucradas. Esto es difícil, como dije, por la precariedad de nuestro trabajo.
Debido a que es un tema tan delicado, y a menudo peligroso, contar con fuentes en las que puedas confiar es esencial. Saber cuándo y cómo hacer un abordaje determinado puede marcar la diferencia entre tener una historia o no tenerla. Saber los lugares a los que ir, cómo llegar, cómo hablar con una persona u otra es muy importante.
También está el factor de confiar o no en los compañeros de trabajo. Cuando los periodistas de Jornal O Dia fueron torturados por militares en 2008, se supo que habían sido traicionados por colegas de la redacción. Es necesario tener un editor o alguien muy en sintonía con lo que estás haciendo para protegerte.
Jeferson Batista es un periodista y antropólogo brasileño. Radicado en Campinas, São Paulo, trabaja como freelancer para diferentes medios y escribe sobre ciencia, religión, diversidad y derechos humanos.
Imagen: logo de Fogo Cruzado.