Durante el conflicto entre India y Pakistán, los discursos opuestos en la cobertura noticiosa sobre la gente de Cachemira han silenciado sus voces.
Antes de agosto de 2019, el valle de Cachemira era, de acuerdo con varias fuentes, la región más militarizada del mundo, con una unidad del ejército estacionada por cada siete civiles. Esta presencia se incrementó aún más hace dos años con casi 40.000 soldados adicionales, desplegados para silenciar a la sociedad civil y paralizar la vida en Cachemira. Además de una prohibición directa a medios locales e internacionales, las publicaciones internacionales también han tenido poco acceso.
Empoderar a los ciudadanos para que participen de la vida pública es esencial para que una sociedad democrática sobreviva, para que prospere la transparencia y para que se respeten los derechos humanos. Sin embargo, durante más de 30 años, los periodistas de Cachemira han soportado las consecuencias del conflicto militar entre India y Pakistán, y sufren ataques regulares que pueden escalar a secuestros y asesinatos.
Al comenzar a trabajar como periodista, en lugar de unirme a un medio de comunicación convencional, decidí fundar una red de noticias comunitaria llamada Kashmir Unheard. Esta plataforma de periodismo comunitario da voz a los sectores marginados de la sociedad de Cachemira, basándose en el trabajo que Video Volunteers realizó en 18 estados de la India a través de su programa India Unheard.
Proyecto de Video Volunteers, Kashmir Unheard utiliza un modelo híbrido de periodismo y activismo para resolver problemas sociales y hacer que el gobierno rinda cuentas. Informamos y ofrecemos soluciones sobre problemas sistémicos en las comunidades locales que, de otro modo, caen en los vacíos de la cobertura diaria. La concientización ayuda a impulsar el cambio, y eso es lo que impulsa nuestro periodismo.
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La iniciativa, que comenzó en 2012 con un estudiante de periodismo informando desde el terreno, hoy se ha convertido en una red de 22 voces empoderadas de Cachemira. Los corresponsales comunitarios de Kashmir Unheard producen reportajes en video sobre temas importantes para sus comunidades. Para impulsar el cambio, la pieza se proyecta a las autoridades locales y se comparte en redes sociales y sitios web.
En los últimos seis años, Kashmir Unheard ha ganado más de 147.000 seguidores en Facebook y millones en todo el mundo han visto nuestros videos en YouTube.
Un corresponsal comunitario, Pir Azhar, ha informado desde la línea que divide la Cachemira controlada por India del lado paquistaní. Esa zona altamente militarizada ha sufrido tremendamente en las últimas tres décadas. Situadas a lo largo de una ruta que los militantes toman para cruzar a Pakistán y recibir entrenamiento con armas, las aldeas del distrito están llenas de historias de dolor y destrucción. Sin embargo, los medios de comunicación han pasado por alto la región durante mucho tiempo.
"Tras las restricciones de 2019, el trabajo se detuvo, mis ingresos se vieron gravemente afectados, los problemas locales no se cubrieron y no pude viajar en medio de estas crisis", cuenta Azhar. Su trabajo periodístico impulsó a las autoridades del distrito de Kupwara y sus alrededores a abordar problemas con el suministro de agua y mejoras de las carreteras. Él siente que esa es la fuerza de los medios de comunicación comunitarios.
Mientras que los principales medios suelen cubrir incidentes de violencia sin ofrecer contexto, los medios comunitarios como Kashmir Unheard pueden informar de manera más completa, con relatos de testigos presenciales y víctimas y sobrevivientes de la violencia. Amplifican las voces de la comunidad para inspirar empatía y crear conciencia en todo el mundo.
Otra corresponsal comunitaria, Rafiqa Bano, ha informado sobre temas de género, medio ambiente y derechos humanos desde 2017. También sintió en carne propia las restricciones de 2019. “Hubo una desconfianza total una vez que las cosas comenzaron a abrirse lentamente en marzo de 2020. La gente difícilmente confiaba en los medios, y el gobierno había ideado una nueva política que dificultaba que los periodistas como nosotros trabajen o generen confianza con personas y fuentes comunes”, explica.
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Mientras tanto, las herramientas web, las redes sociales y los teléfonos inteligentes han hecho posible que los medios de comunicación como el nuestro prosperen. De acuerdo con Basharat Amin, otro corresponsal de la comunidad, Internet es la columna vertebral del trabajo de la organización. Cuando los servicios de Internet 2g se restauraron después del cierre completo de 2019 todavía tomaba "de 12 a 14 horas subir un video de dos minutos a YouTube", señala, y agrega que se mantuvo así durante un año hasta que se implementó por completo Internet 4g. Amin ha sido activista de derechos humanos en Cachemira durante los últimos 10 años. Su asociación con Kashmir Unheard le permite a él y al medio intercambiar conocimientos para documentar los abusos contra los derechos humanos.
Con un enfoque en historias humanas, Kashmir Unheard ayuda a difundir las realidades de Cachemira, empoderando a la gente común para informar y documentar. En medio de las difíciles condiciones tecnológicas y de libertad de prensa, Kashmir Unheard permite a las comunidades locales fusionar el activismo y el periodismo para amplificar los llamados a los derechos humanos y la igualdad.
Sajad Rasool vive en Cachemira y dirige Kashmir Unheard, un medio comunitario apoyado por Video Volunteers India. Las áreas de trabajo de Sajad son el periodismo digital, el documentalismo y el periodismo de soluciones.
Foto cortesía de Sajad Rasool.