Puede que tengas la mejor historia del mundo, pero si no sabes cómo vendérsela a un editor, se quedará entre tus borradores. A continuación te damos algunos consejos para que tus propuestas brillen.
No tienes un enfoque noticioso
No es vital en todas las historias, pero es bueno contar con un enfoque noticioso. La gente suele consumir material que le interesa a nivel personal o sobre lo que está ocurriendo alrededor. Así, es mucho más probable que te acepten una nota sobre salud mental durante el mes de la salud mental. Y una ballena encallada en la playa es una buena ocasión para hablar sobre medio ambiente.
Los temas del momento son tan utilizables como los eventos singulares. En Estados Unidos, un reciente incremento en las adicciones ha conducido a un mayor número de publicaciones sobre el tema. Y la continua crisis de la asistencia sanitaria resulta en un flujo bastante constante de artículos sobre el sistema médico y los pacientes.
Piensa en cómo tu historia enlaza con sucesos actuales, modas y tendencias. Tal vez sea algo en tu vida personal, o algo inspirado en una conversación que tuviste.
No explicas por qué es importante
Si tu historia no tiene relación con la actualidad, necesitas explicar por qué crees que la gente la leerá. La historia puede ser guiada por lugares, estadísticas, imágenes y personajes interesantes.
Ejercicio: un desconocido se te acerca en un bar y te pregunta en qué estás trabajando. La música está fuerte, así que no puedes hablar mucho. Necesitas decirle claramente de qué trata tu historia y por qué es interesante. Al terminar, te gustaría que el desconocido quisiera saber más. ¿Qué eliges decir?
Te alargas
Los editores están ocupados. Muy, muy ocupados. Ten en cuenta que sus buzones están repletos de propuestas y que tienen que verlas todas antes de que termine el día.
Como periodistas, solemos enamorarnos de nuestros temas (sin duda no lo hacemos por dinero), y por eso podemos decir un montón de cosas acerca de ellos.
Al redactar tu propuesta, asegúrate de que solo estás diciendo lo necesario. Un editor no va a pensar que las dos páginas que usaste para describir tu propuesta reflejan tu pasión (a menos que haya pedido claramente una descripción de dos páginas). En cambio, pensará que reflejan tu incapacidad para resumir y ser claro.
Lo mejor es enviar propuestas de dos párrafos. Explica tu idea, por qué es importante, y si ya has trabajado en ella y cuentas con citas o descubrimientos atractivos, menciónalos. Nada más.
No suenas seguro de ti mismo
Las mujeres, en particular, solemos ser víctimas de esto. Mientras más vacilante suenes, más vacilarán en contratarte.
Ejercicio: tras redactar el correo con tu propuesta, reléelo y borra expresiones como “solo” o “me parece” (por ejemplo: “me parece que esta historia” o “solo quería proponer esta idea…”). También reconsidera el uso del “tal vez” o cualquier disculpa por “robar su tiempo”.
No te vendes tan bien como a tu historia
Para sonar seguro de ti mismo, haz que los editores se sientan seguros de ti. ¿Por qué eres la mejor persona para escribir esa historia? ¿Tienes experiencia personal? ¿Has pasado mucho tiempo sobre en ese terreno?
No tienes que enviar tu CV (a menos que lo pidan) o escribir una autobiografía. Si has publicado en lugares que te parecen importantes, menciónalos. Si has escrito trabajos similares y estás orgulloso de ellos, pon el link. Si tienes un sitio web, colócalo también.
No lees las instrucciones
Muchos sitios web detallan exactamente cómo quieren recibir propuestas. Algunos quieren que escribas el asunto del email de una manera determinada. Algunos no quieren artículos terminados, solo propuestas. Muchos quieren ejemplos de trabajos anteriores.
Muestra familiaridad con la revista. Antes de enviar tu propuesta, lee artículos de formato similar. Observa su tono, lo que buscan, la extensión y la voz.
Además, si tienes el nombre de un editor específico, úsalo. Poner solo un "Hola" cuando estás escribiendo a una dirección de email que incluye el nombre del editor no es insultante de por sí, pero puede hacer que tu mensaje suene descuidado.
Otra manera de impresionar desfavorablemente a un editor es proponer una historia muy similar a una que se acaba de publicar. Antes de apretar “enviar”, haz un repaso rápido para chequear que tu idea no haya sido publicada.
Tienes errores ortográficos o gramaticales
Una errata ocasional es inevitable. Pero si vas más allá estás cavando tu propia tumba.
HackPack.press ofrece de manera semanal TechCorners, oportunidades de trabajo y apoyo financiero. Suscríbete aquí.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Flavio~.