“Siempre hay una cámara grabando a los periodistas cuando preguntan. No hemos visto que se le dé un uso de algún tipo, luego vemos que esas tomas aparecen en videos de páginas de memes afines al Gobierno”, dice Gabriel Labrador, periodista de El Faro, uno de los medios más respetados de Centroamérica y de los más cuestionados por el presidente salvadoreño Nayib Bukele. El reportero afirma que desde su llegada al poder, las relaciones entre la Presidencia y el medio para el que trabaja se han tensado.
Labrador señala que no hace mucho tiempo algunas de las noticias publicadas en El Faro eran replicadas por el -aquel entonces- candidato a alcalde Bukele, con el fin de atacar a opositores políticos, pero ahora se encarga de deslegitimar al medio en su plataforma favorita: Twitter.
“Hacíamos periodismo crítico hacia todas las direcciones, entonces también éramos útiles en su causa, todo esto hasta que llega a la alcaldía de San Salvador en 2015. Ahí empezamos a ver ciertos rasgos de intolerancia a la crítica periodística”, dijo Labrador. A este periodista se le negó la entrada a una conferencia de prensa por supuesto “mal comportamiento” en un evento anterior donde no se había dado la oportunidad para hacerle preguntas al presidente.
“Ahora hay ataques directos. Esto no había ocurrido con el FMNL, el partido que gobernó por 10 años. Esto marca un punto de inflexión”, expresa.
Los “trolls”
Su compañero Nelson Rauda también fue criticado tras una conferencia de prensa en donde sí pudo hacer una consulta. Como parte de su respuesta, Bukele cuestionó los nexos de los dueños de El Faro con el presidente de la Asociación Nacional de Empresas Privadas e interrumpió constantemente su intervención.
“A partir de esa conferencia se hizo una campaña difamatoria en mi contra de parte de personeros del gobierno. Recuerdo a un empleado compartiendo memes y al presidente retuiteando. Esto incluyó una amenaza de muerte anónima en mi contra. Se metieron a comentar fotos de mi familia, todo esto alentado por el Gobierno”, aseguró Rauda.
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Los ataques contra Rauda se dieron en una página llamada “La Britany”, un sitio de contenido político en defensa del presidente Bukele, pese a que aún no se ha podido concluir que este u otros sitios se manejen desde despachos del Gobierno.
Rauda y otros dos periodistas de El Faro sí lograron revelar la transformación de la cuenta de Twitter @PrensaBukele, la primera cuenta institucional de la Secretaría de Prensa de la Presidencia, en @__Brozo__, una cuenta anónima que promueve mensajes a favor del presidente y ataca a los adversarios o críticos del Gobierno.
Denuncias
La Asociación de Periodistas de El Salvador registra 61 vulneraciones a periodistas durante el primer año en el poder de Bukele, cometidas desde el mismo Poder Ejecutivo, incluyendo amenazas del mismo Presidente, funcionarios y fuerzas de seguridad.
Una de las denuncias más recientes la hizo la periodista Julia Gavarrete, de la revista independiente Gato Encerrado. La reportera afirma que el pasado 2 de julio asistió a una conferencia de prensa en la Casa Presidencial de El Salvador y al regresar a su casa, su habitación había sido registrada y su computadora no estaba.
Mediante una conferencia virtual, el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA) informó que interpondrá un aviso penal debido a un posible acto de amedrentación del accionar periodístico.
Los cuestionamientos no solo se han traducido en amenazas y bloqueos, también en reprimendas económicas. “Los fondos gubernamentales se están usando para premiar o castigar a quien apoya o a quien cuestiona la narrativa oficial”, dijo Fabricio Altamirano, director del Diario de Hoy, uno de los más populares en ese país.
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La periodista y presentadora de televisión Karen Fernández coincide en que existe un retroceso en la libertad de prensa desde el ascenso del nuevo gobierno.
“Los representantes de los partidos políticos siempre han sido hostiles con el periodismo que investiga, pero nunca había experimentado ese nivel de cerramiento como en este gobierno. Conseguir una entrevista con un ministro es una tarea imposible”, comentó.
Fernández es entrevistadora en el programa Focos y asegura haber sido una víctima más de los ataques anónimos en redes sociales, a raíz de unos tweets de miembros del gobierno.
La periodista cuenta que fue invitada a un programa de televisión para hablar sobre los primeros 100 días del gobierno de Bukele. En una de sus intervenciones criticó la fotografía de un centenar de privados de libertad apilados uno tras otro.
“Yo dije que la foto hacía recordar los campos de concentración de la Alemania Nazi, el programa extrae mi declaración y la tuitea. Luego la retuitea Bukele y comenzaron las amenazas de sus seguidores. Ellos te colocan en la palestra de su feed, te ponen ahí para que sus seguidores te ataquen”, dijo Fernández, quien afirma haber recibido ataques violentos acerca sobre su sexualidad y acoso a sus perfiles personales en redes sociales.
Fernández también asegura que existe dificultad para acceder a documentos y datos sobre la pandemia actual. “Dicen que los plazos administrativos están suspendidos. Llamamos a un ministerio, y el encargado de comunicación institucional dice que nos enviará la información, pero nunca llega”, relata.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Nicolás Raymond.