La verdad duele, especialmente cuando se la encuentra en recibos de bares, hoteles, spas y concesionarios de vehículos de lujo.
Cinco jóvenes periodistas mexicanos han pasado el último año explorando miles de informes de gastos de senadores y diputados del Congreso de este país para ver cómo han estado usando el dinero de los contribuyentes.
Entre sus descubrimientos:
- Miembros del Senado compraron 10 motocicletas Harley-Davidson por un valor de 2,12 millones de pesos mexicanos (cerca de US$130.000), con el objetivo de servir mejor a sus contribuyentes.
- Senadores gastaron 43.800 pesos (US$2.700) en 210 botellas de vino durante un período de cuatro meses.
- Un senador compró una camioneta Yukon Denali SUV por 890.000 pesos (US$60.000) para usarla en una misteriosa agencia cuyo fin es “realizar estudios para ayudar al Congreso a tomar decisiones”. El senador se rehusó a responder numerosas preguntas al respecto.
Estos periodistas, liderados por Israel Piña, de 33 años, solían investigar en su tiempo libre sin recibir remuneración alguna. Así que se llevaron una gran sorpresa cuando un año atrás sus reportajes atrajeron la atención de estaciones de televisión y grandes medios impresos y digitales –incluyendo el periódico El Universal– que empezaron a pagarles por sus contenidos.
Estaban haciendo un tipo de periodismo de investigación que nadie más hacía. Normalmente, los periodistas mexicanos gastan su tiempo cubriendo discursos, comunicados y acusaciones de la clase política, pero no realizan investigaciones utilizando documentos públicos.
Los periodistas de ¿Quién Compró? describen a la iniciativa como “una plataforma de periodismo de datos para revelar cómo usan el dinero los congresistas mexicanos”.
Primero, la seguridad
Actualmente ¿Quién Compró? está mudándose a una nueva plataforma y a un nuevo modelo de negocio. De acuerdo a la organización periodística Article 19, varios medios digitales independientes de México han sido objeto de ataques de denegación de servicio después de haber publicado información que ponía en duda la versión oficial sobre la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa en septiembre de 2014.
Así que Piña y su equipo han solicitado la ayuda de la ONG Engine Room para que su trabajo quede alojado en una plataforma más segura. También quieren protegerse a sí mismos: en la primera mitad de 2015, 66 periodistas mexicanos han sido atacados, de acuerdo a Article 19.
Piña, nativo de Guadalajara, cubrió temas policiales y de seguridad pública durante varios años en el periódico Mural de esta ciudad. Se mudó a México D.F. en 2009 para hacer un máster en periodismo y asuntos públicos en el prestigioso Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Paga sus cuentas trabajando como editor de Etcétera, una publicación online, y también ejerciendo el periodismo freelance. Por estos días, su ingreso proviene principalmente de su trabajo como técnico para varios sitios web de medios digitales.
Medios en crisis
Es bueno que Piña cuente con otros ingresos, porque la mayoría de los medios que compraban contenido a ¿Quién Compró? a principios de 2015 han dejado de hacerlo. Hoy los medios mexicanos deben lidiar con una doble crisis financiera: el gobierno ha perdido ingresos debido a los bajos precios del crudo, así que hay menos publicidad gubernamental para destinar a los medios. Además, el creciente poder del dólar ha aumentado los costos que los medios deben enfrentar.
¿Quién Compró? hoy cuenta con un solo cliente pago: un multimedio nacional llamado Capital Media. El acuerdo provee el salario para un periodista y cubre algunos de los gastos de infraestructura, señala Piña.
Él y su equipo están trabajando con Engine Romm para desarrollar contenidos de Internet que no consistan solo en artículos sino también en visualizaciones y gráficos que puedan actualizarse en tiempo real. También están ideando un sistema a través del cual el público pueda ayudar en la transcripción de datos de archivos PDF correspondientes a informes sobre gastos disponibles hacia bases de datos electrónicas. Por el momento, este proceso lo realizan a mano los cinco miembros del personal de ¿Quién Compró?
Una audiencia pequeña, pero interesada
Si bien el tráfico del sitio de ¿Quién Compró? es bajo para los estándares comunes –2.100 vistas y 1.500 visitantes únicos por mes–, el promedio de tiempo de visita es de siete minutos, casi el doble de lo que recibe la mayoría de los sitios de noticias. Sus artículos, además, suelen recibir miles de “me gusta” en Facebook, aunque no siempre son compartidos.
La gente está prestándole atención a ¿Quién Compró?, especialmente en el Congreso mexicano. Esto ha significado que a los periodistas se les niegue con más frecuencia el acceso a documentos que deben ser públicos. Este obstruccionismo aumentó después del artículo sobre la camioneta SUV de lujo. Piña me aseguró que eso no impedirá que él y su equipo continúen trabajando. Están buscando la manera de sortear estos obstáculos. Eso es lo que hacen los periodistas.
Este post fue publicado originalmente en el sitio News Entrepreneurs de James Breiner, y es reproducido en IJNet con permiso.
El becario ICFJ Knight Juan Manuel Casanueva fue asesor del proyecto ¿Quién compró?
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Eneas de Troya.