El COVID-19 no provocó la extinción de los medios de comunicación que algunos predijeron, pero las incesantes oleadas de coronavirus durante los últimos dos años han cobrado alto precio al periodismo de todo el mundo.
Para numerosas publicaciones, la naturaleza prolongada e incierta de la pandemia ha conllevado una serie de desafíos únicos. Las redacciones se vieron desbordadas y los periodistas se agotaron mental y físicamente. Algunos perdieron la vida a causa del virus, y en muchos entornos se utilizó la crisis sanitaria para restringir la libertad de prensa.
A pesar de las presiones sin precedentes con las que los periodistas han debido lidiar durante la pandemia, la crisis ha significado para muchos una revitalización de la profesión, y les ha ayudado a cultivar conexiones más profundas tanto con su vocación como con su público, además de presentar oportunidades para el periodismo independiente. En algunos casos, ha servido además para desarrollar perspectivas creativas e innovadoras en storytelling, comunicación interna, participación de la audiencia y lucha contra la desinformación, incluso en un contexto plagado de amenazas externas.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la pandemia sobre los periodistas y el periodismo? ¿De qué modo pueden adaptarse medios, donantes y la sociedad civil? ¿Puede esta crisis existencial convertirse en el momento para reformar el periodismo?
Estas son las preguntas clave que el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) y el Tow Center for Digital Journalism de la Universidad de Columbia están examinando en la segunda fase del Proyecto Periodismo y Pandemia, que se lanza hoy.
Al completar esta nueva encuesta (disponible en cinco idiomas) los periodistas pueden contribuir a un estudio longitudinal único sobre la reacción del periodismo mundial ante un acontecimiento histórico. El estudio contribuirá a una mejor comprensión de cómo los donantes, los responsables políticos y las organizaciones de la sociedad civil pueden apoyar al periodismo bajo presión.
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Antecedentes
Sobre la base de una encuesta global realizada a mediados de 2020 a más de 2.000 profesionales de los medios en 145 países, el Proyecto Periodismo y Pandemia lanza una nueva encuesta para mapear los impactos y las necesidades a largo plazo de los periodistas en el contexto de una pandemia que continúa, al tiempo que intenta evaluar las innumerables formas creativas en que los periodistas han respondido a los desafíos y oportunidades que presenta este período de agitación y transformación histórica.
Las primeras 30 conclusiones del Proyecto Periodismo y Pandemia, publicadas a fines de 2020, pusieron de manifiesto las graves repercusiones del COVID-19 en el periodismo a través de un análisis de las respuestas de más de 1.400 participantes de habla inglesa de 125 países. Nuestra investigación durante la primera oleada de la enfermedad identificó varias áreas principales de preocupación: cuestiones interrelacionadas con amenazas a la seguridad de los periodistas (incluida una importante crisis de salud mental), la erosión de la libertad de los medios, el papel pernicioso de la desinformación en el ecosistema de la información, y los desafíos de viabilidad y sostenibilidad que enfrenta la profesión.
Las principales conclusiones de la primera fase del proyecto fueron las siguientes:
- Casi la mitad de los encuestados (46%) identificó a políticos y funcionarios electos como la principal fuente de desinformación.
- Más de cuatro de cada cinco (81%) afirmaron encontrar desinformación al menos semanalmente, y más de una cuarta parte identificó información falsa muchas veces al día.
- Facebook fue identificado como el difusor más prolífico de desinformación.
- Casi la mitad dijo que sus fuentes habían expresado temor a represalias por hablar con periodistas durante la pandemia.
- El 30% dijo que los medios para los cuales trabajan no suministraron a los periodistas sobre el terreno ni una sola pieza de equipo de protección durante la primera ola de la pandemia.
- El 70% identificó los impactos en la salud mental de la cobertura del COVID-19 como el reto más difícil.
Cuando analizamos el conjunto completo de 2.073 respuestas de la encuesta internacional (incluidas las enviadas en árabe, francés, español, portugués, chino y ruso) en 2021, comprobamos que las tendencias coincidían con las conclusiones de la encuesta en inglés.
A nivel global, los 2.073 periodistas encuestados clasificaron las dificultades asociadas a la cobertura del COVID-19 exactamente en el mismo orden que los participantes en lengua inglesa.
Lo mismo ocurre con las principales necesidades identificadas por los periodistas que participaron en la primera encuesta; hubo una notable uniformidad entre los grupos lingüísticos.
Y una cosa quedó clara en todos los casos: la viabilidad del periodismo independiente en un mundo post-pandémico no será solo una cuestión económica. Garantizar la seguridad de los periodistas y defender la libertad de los medios de comunicación es también fundamental para asegurar su viabilidad. Si los periodistas no pueden informar libremente y sin temer por su seguridad, la seguridad financiera no salvará al periodismo independiente.
14 recomendaciones para la acción
Hoy también publicamos las primeras 14 recomendaciones para la acción del Proyecto Periodismo y Pandemia, junto con una herramienta de orientación para ayudar a su aplicación.
Sobre la base de un análisis de los datos de la primera fase del Proyecto, que incluye las conclusiones de las mesas redondas con donantes estatales y de la sociedad civil celebradas en 2021, hemos elaborado las siguientes recomendaciones preliminares. Están diseñadas para ayudar a gobiernos, donantes y organizaciones de la sociedad civil a responder eficazmente a los impactos del COVID-19 en el periodismo independiente a nivel mundial.
- Dar prioridad a proyectos y programas que refuercen la democracia y la lucha contra la desinformación, centrándose en el periodismo crítico independiente.
- Condicionar las subvenciones al cumplimiento de requisitos de seguridad periodística.
- Abordar con urgencia la crisis de salud mental que afecta a los periodistas y a los medios.
- Abordar la violencia online, que se está agravando en el contexto del COVID-19.
- Dar prioridad a la inversión en iniciativas de periodismo colaborativo/en red.
- Centrarse en la inversión a mediano y largo plazo para hacer frente a los efectos continuos de la pandemia en el periodismo.
- Adaptar el apoyo en función del tamaño del medio independiente.
- Invertir en programas que apoyen la innovación en la gestión de crisis dentro de las organizaciones de noticias.
- Incorporar la investigación a los proyectos/programas para ayudar a transferir e integrar conocimientos.
- Explorar proyectos de periodismo híbrido y de la sociedad civil que puedan contribuir al cambio social y al desarrollo sostenible allí donde sea necesario.
- Convocar a financiadores asegurando el "distanciamiento social" entre las plataformas y sus objetivos corporativos.
- Invertir en proyectos que ayuden a maximizar la confianza y a defender el periodismo. independiente de las campañas diseñadas para desacreditar y empañar la información fiable y objetiva.
- Invertir en proyectos y publicaciones que hagan hincapié en la diversidad, en términos de staff, información temática y desarrollo de la audiencia.
- Reunir físicamente a los periodistas mientras se "reabren" las sociedades.
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En la fase final del Proyecto Periodismo y Pandemia se elaborarán estudios de caso detallados en los que se analizarán las características de los medios que han resistido la crisis del COVID-19, o incluso han prosperado en el transcurso de la misma, junto con las de los medios nacidos en medio de la pandemia.
Este artículo fue originalmente publicado en ICFJ.org.
Foto de Xavi Cabrera en Unsplash.