"Los elementos de una buena historia son eternos", dice ganadora del Pulitzer

por Lindsay Kalter
Oct 30, 2018 en El ABC del periodista

Como periodista y editora con más de 30 años de experiencia, Jacqui Banaszynski ha visto las narrativas periodísticas evolucionar con la aparición de nuevas herramientas.

Banaszynski ganó un premio Pulitzer en 1988 por su serie "El SIDA en el corazón del país" ("AIDS in the Heartland") y actualmente es profesora de la Cátedra Knight de la Escuela de Periodismo de Missouri y editora en el Instituto Poynter en EE.UU.

En un breve cuestionario vía email, ella discutió los aspectos fundamentales de la narrativa periodística, aspectos que permanecen constantes incluso en esta frenética era digital, y el delicado equilibrio entre la información completa pero sensible.

IJNet: ¿Qué aspecto de la narración de noticias de interés humano se ha mantenido constante en los últimos años a pesar de los cambios en la tecnología?

JB: Algunas herramientas funcionan mejor para algunas cosas que otras: el audio (la voz humana) es íntima; las fotos congelan un momento en el tiempo; el video permite desarrollar la acción y el texto (la palabra impresa) es mejor para expresar ideas complejas, explicar conexiones y dar profundidad.

Pero los elementos narrativos de una buena historia son eternos:

· Encontrar el elemento humano en la situación.

· Buscar el tema universal o el significado de las situaciones individuales.

· Ser lo más específico y descriptivo posible.

· Poner la historia en contexto así los lectores saben de qué mundo vienen, en qué momento están y a qué situación están siendo relacionados.

IJNet: A algunos periodistas les resulta difícil dominar los reportajes en profundidad sobre temas delicados y personales sin ser demasiado invasivos o sentir que están explotando el tema. ¿Qué consejo puede dar para lograr un equilibrio?

JB: Si hacemos nuestro trabajo con verdadera compasión, con una conciencia aguda y con auténtica curiosidad, es muy poco lo que no podemos pedir a los sujetos de nuestro reportaje. La clave está en dejar de lado las ideas preconcebidas o los juicios y adentrarnos en las situaciones con un verdadero deseo de saber cuál es la realidad del otro.

En un nivel más práctico, hay que explicar a los sujetos de la historia cuál es nuestro objetivo en pocas palabras. El periodista debe decirles porqué está interesado en ellos, explicar un poco su forma de trabajar, negociar las condiciones y preguntar acerca de sus preocupaciones.

Un último consejo: se debe tratar a cada sujeto de acuerdo al lugar que ocupa en la vida.

  1. Los funcionarios públicos o celebridades saben cómo trabajamos. Hay que ser honestos y éticos con ellos, pero no es necesario explicar mucho más.

  2. La gente común que se encuentra en el centro de atención se merece un poco más en términos de explicación y contexto. Pero si son adultos capaces de tomar sus propias decisiones informadas, que lo hagan.

  3. Se considera personas vulnerable a los niños pequeños, personas con discapacidades mentales o emocionales, las personas en estado de shock severo o traumatizadas y en ocasiones personas cuyas acciones son influenciadas por drogas o alcohol. Ellos no pueden entender las consecuencias de hablar con un periodista. Es necesario evaluar la situación y preguntarles si saben lo que están haciendo cuando hablan con nosotros.

Por último, es importante mantener siempre nuestra palabra.

Banaszynski dictará un taller sobre periodismo narrativo el 22 de octubre en Bucarest, Rumania.