La verdad es siempre una víctima durante cualquier temporada electoral, como lo demostraron las recientes elecciones presidenciales en Kenia. Una semana antes de la votación del 8 de agosto, Facebook lanzó una muy publicitada campaña destinada a enseñar a los 6,1 millones de usuarios keniatas de la red social a identificar noticias falsas. La campaña incluyó anuncios impresos y radiofónicos, mientras que los usuarios que se conectaron a Facebook eran conducidos inmediatamente a una página de inicio con consejos para verificar noticias.
Estos esfuerzos se produjeron en medio de la preocupaciones porque la proliferación de noticias falsas antes de la elección aumentará las tensiones entre los partidos políticos keniatas. De hecho, pocos días después de las elecciones se produjo un estallido de violencia que Kenia no había visto desde 2007. Las protestas fueron acompañadas por varias informaciones falsas sobre incidentes violentos que se compartieron ampliamente en las redes sociales.
Como aparece en un reciente informe de la plataforma de encuestas GeoPoll, los kenianos tienden a confiar más en los medios tradicionales que en las redes sociales. Sin embargo, esta situación podría sufrir un duro golpe, dado que los medios de comunicación de Kenia no cubrieron de manera adecuada la violencia postelectoral que, según la comisión de derechos humanos del país, resultó en al menos 24 personas muertas a manos de la policía.
Si bien es difícil decir hasta qué punto la desinformación ayudó a contribuir a las actuales tensiones políticas en Kenia, es sabido que las noticias falsas han incitado directamente a la violencia con consecuencias devastadoras en otras regiones...
Este fracaso percibido en informar adecuadamente sobre las protestas violentas puede haber llevado a los ciudadanos a depender más de las redes para intentar saber lo que pasaba, y a compartir noticias e imágenes de los incidentes ocurridos. Esas informaciones –algunas falsas–, se distribuyeron extensamente con poco o ningún intento de verificación.
Si bien es difícil decir hasta qué punto la desinformación ayudó a contribuir a las actuales tensiones políticas en Kenia, es sabido que las noticias falsas han incitado directamente a la violencia con consecuencias devastadoras en otras regiones, como Sudán del Sur. Esta propagación de desinformación también ha entorpecido los esfuerzos de Kenia para abordar algunos problemas graves de salud pública: por ejemplo, hay una afirmación tan repetida como desacreditada de que las vacunas contra el tétanos están mezcladas con hormonas inhibidoras de la fertilidad.
Así que en un entorno donde abunda la desinformación, las noticias falsas y los rumores, y donde la mentira viaja más rápido que la verdad, ¿qué deben hacer los medios y los periodistas?
Aquí hay algunas sugerencias:
Busca oportunidades de colaboración
He intentado hacer esto con PesaCheck, la primera organización de fact-checking de Kenia, que comparte su material con múltiples medios asociados. El trabajo en equipo puede permitir a los medios desmentir informaciones con mayor efectividad.
Que el fact-checking nunca falte
Tanto los periodistas como las salas de redacción deben ejercer siempre un escepticismo sano hacia lo que leen y escuchan; es su responsabilidad comprobar y corroborar todo lo que comparten con sus audiencias.
Apoya la alfabetización mediática
Más que nunca, es imprescindible que los ciudadanos entiendan cómo identificar una historia bien sustentada frente a una que proviene de una fuente dudosa o propagandística. La alfabetización mediática –aprender a identificar lo que es y lo que no es cierto– debe ser enseñada en todos los niveles educativos.
Crea nuevas oportunidades en la redacción
Dado el ritmo frenético en el que se publican y distribuyen las noticias, así como la amplia gama de fuentes potenciales, las salas de redacción nunca han necesitado a los fact-checkers tanto como hoy. Se cree que hay más de 120 organizaciones de verificación en 49 países, y que habrá cada vez más demanda, al tiempo que otros tipos de funciones en las redacciones están declinando.
Amplifica y diversifica
Los periodistas y los medios deben ampliar y diversificar las voces de aquellos en quienes la comunidad confía. En Kenia, por ejemplo, hay voces tales como @kenyanpundit, @WanjikuRevolt y @KResearcher, quienes no tienen un entrenamiento formal en periodismo, pero son voces autorizadas dentro de sus comunidades. Por eso, en algunas situaciones pueden ser más eficaces que los medios de comunicación tradicionales para desacreditar noticias falsas y detener la difusión de la información errónea.
Catherine Gicheru es una experimentada periodista keniana que trabaja en Code for Kenya. Conoce más sobre su trabajo como becaria ICFJ Knight aquí.
Imagen con licencia Creative Commons, vía ObamaWhiteHouse.gov.