La periodista freelance española Marta Moreno Guerrero informa sobre política internacional, migración y movimientos sociales. Actualmente vive en Pristina, Kosovo, y su cobertura se vuelca mayormente en los Balcanes.
IJNet habló con Guerrero sobre su formación, sus actuales proyectos periodísticos, el entorno mediático de Kosovo y la forma en que la plataforma la ha ayudado a desarrollarse profesionalmente.
¿Cómo fue tu desarrollo profesional?
Estudié periodismo y relaciones internacionales, seguidos de un máster en periodismo político internacional. Mis estudios se centraron principalmente en Turquía y el Kurdistán.
Mi primera experiencia profesional real llegó a través de unas prácticas en el Departamento de prensa y comunicación de la embajada de España en Nueva Delhi. Allí conocí más de cerca la política asiática, lo que no hizo más que aumentar mi deseo de informar desde el terreno. De vuelta a España, trabajé en diferentes medios, tanto en prensa escrita como en radio, y una parte importante de mi carrera la desarrollé en Cadena SER.
Cuando empezó la pandemia de COVID-19, yo tenía 25 años y trabajaba en la sección internacional de una redacción. Lamentablemente mi puesto fue cancelado debido a la crisis. Cuando la situación empezó a mejorar, tuve la oportunidad de participar en un proyecto en Turquía, donde conocí a gente que más tarde me abrió la puerta para mudarme a los Balcanes. Apenas dos meses después de aquel proyecto, me encontré instalada en Kosovo e iniciando mi carrera de periodista freelance.
La región no solo me ha dado la oportunidad de trabajar sobre el terreno, sino también de cubrir temas que me apasionan desde que tengo uso de razón: la migración y los derechos de las minorías étnicas. Mi objetivo siempre ha sido ir más allá de los tópicos y prejuicios que a menudo rodean a la región.
¿Siempre quisiste ser periodista?
No sé exactamente cuándo empezó mi interés. Sí recuerdo que un día, antes de cumplir los 10, supe que iba a ser periodista de internacionales, y cuando la gente me preguntaba por qué, yo siempre contestaba: "Quiero cambiar el mundo". Era una niña tan idealista...
Cuando tenía seis años presencié mi primer desembarco de personas que llegaban a España. Soy de una ciudad del sureste del país, donde la emigración es un fenómeno común, y la gente tiende a culpar a las personas que llegaron desde solo 14 kilómetros de distancia de todos los problemas.
Siendo adolescente y sabiendo de dónde venían realmente esos problemas —nada que ver con la migración—, esos prejuicios me frustraban profundamente. Más aun cuando era a mí a quien mandaban callar. Creo que esto también puede explicar los temas que elijo cubrir.
Mirando atrás, me doy cuenta de que el periodismo no era más que mi forma de activismo. Cuando estás rodeado de desinformación, prejuicios y, muchas veces, odio, escribir la verdad se convierte en un acto de resistencia.
¿En qué proyectos trabajas actualmente?
Llevo más de dos años siguiendo de cerca el aumento de la violencia fronteriza a lo largo de la llamada ruta de los Balcanes. También he seguido de cerca los acuerdos de la UE con los Balcanes Occidentales, visitando periódicamente las zonas de frontera para hablar con los afectados por la violencia derivada de esos acuerdos.
La ruta de los Balcanes es el camino más violento hacia la UE y, sin embargo, sigue siendo uno de los menos cubiertos, especialmente por los medios de comunicación en español. Por eso mi objetivo no es solo denunciar la creciente brutalidad vinculada a estos acuerdos, sino también poner de relieve cómo las políticas de la UE siguen violando el derecho internacional y despreciando los derechos humanos de quienes buscan refugio en el continente.

¿Cómo describirías el entorno mediático de Kosovo?
La diversidad de medios de comunicación y periodistas de Kosovo me ha enriquecido profesional y personalmente. El nivel del periodismo aquí es increíblemente alto, y cada día aprendo de mis pares locales. Lo que más me conmueve es la forma en que los colegas kosovares tratan la realidad de su país, con profundidad, honestidad y sensibilidad. Es raro encontrar un panorama mediático tan comprometido como el de aquí.
Desde el primer día tuve la suerte de encontrar colegas que me guiaron y apoyaron. Aunque soy la única periodista española aquí y suelo trabajar sola, siempre puedo contar con los profesionales locales. Me han ayudado a encontrar historias, con temas logísticos y me han explicado matices regionales que solo los que han crecido aquí pueden entender.
En términos de trabajo periodístico, la profundidad y variedad de la cobertura en Kosovo, y el panorama de los medios balcánicos, lo convierten en uno de los más impresionantes de Europa. Los periodistas tienen que sortear obstáculos gubernamentales, pero siguen produciendo algunos de los reportajes más perspicaces y valientes del continente. Y el número de organizaciones y activistas que protegen el trabajo de los periodistas es algo de lo que muchos países de Europa Occidental deberían aprender.
¿Cómo te ha ayudado IJNet en tu trabajo?
Para los temas que suelo cubrir es fundamental contar con herramientas de investigación sólidas. Cuando empecé en este campo con solo 26 años, sumergiéndome en historias tan complejas, IJNet me alcanzó recursos inestimables —cursos, enlaces, sitios web, podcasts y mucho más— que me ayudaron a perfilar mi camino hacia el periodismo de investigación. Sin ese apoyo, habría sido casi imposible desarrollar mis proyectos actuales con la profundidad y la calidad que merecen.
Por otro lado, IJNet también ha sido una plataforma increíble para conectar con colegas periodistas. Desde que soy freelance, he aprendido que tener una red de contactos no solo es útil, sino esencial. Las conexiones que he establecido a través de IJNet han sido fundamentales para desenvolverme en esta carrera y seguir creciendo como periodista.
Imagen principal cortesía de Guerrero.