Cuando la periodista ecuatoriana Thalíe Ponce terminó la secundaria a los 16 años, dos años antes de lo habitual, no estaba segura de lo que quería hacer después.
Solo cuando leyó A sangre fría, de Truman Capote, recomendada por un profesor en un curso preuniversitario, decidió su carrera. La novela de no ficción, que narra el asesinato de una familia en Holcomb, Kansas, y la investigación que llevó a la captura, juicio y ejecución de los acusados, fascinó a Ponce: "Me asombró lo que Capote hizo para tener esta historia. Y sentí que el periodismo era lo que quería hacer".
Mientras cursaba sus estudios universitarios, Ponce fue recomendada por el decano de su facultad para realizar prácticas en el diario ecuatoriano El Comercio. Tras graduarse, trabajó en la Revista Vistazo y en Insights, y a los 26 años se convirtió en editora digital de Extra y Diario Expreso. También ha trabajado como fixer para importantes medios internacionales como el New York Times, NPR, NRK Noruega y TV4 Suecia.
Tras casi una década en el periodismo, en 2021 Ponce fundó su propio medio de comunicación, Indómita, que cuenta historias sobre la vida, las luchas y los logros de las mujeres.
Hablé con Ponce sobre su camino hasta convertirse en emprendedora, las dificultades que ha sorteado en el camino y lo que la inspiró a lanzar Indómita.
¿Cómo fue tu experiencia de ser editora tan joven?
Cuando empecé a dirigir un equipo como editora digital de dos periódicos era súper joven. Era una extraña para esta organización porque no había trabajado antes ahí. Además, era mujer.
Ser mujer fue uno de los mayores desafíos para mí, porque la gente me cuestionaba todo el tiempo. Hubo un momento en que el director de esta organización me pidió que trajera café para todos los presentes. Pero yo era editora y había muchos hombres en puestos inferiores a los que podría habérselo pedido.
A veces, el público y las personas a las que entrevistamos también piensan que pueden decir cosas sobre tu cuerpo y tu capacidad. Conozco muchos casos de mujeres que van a hacer una entrevista y reciben comentarios como "qué guapa eres". Es un entorno profesional y eso no debería pasar. Pero las mujeres somos objetos en ese tipo de situaciones.
¿De cuáles de tus coberturas estás particularmente orgullosa?
Escribí sobre un caso de feminicidio. Una mujer de mi ciudad, que era activista en una organización de prevención de la violencia de género, fue asesinada por su expareja. La historia me llamó.
Cuando publiqué ese artículo, decidí que quería cubrir violencia de género y crear un medio de comunicación para contar historias de mujeres que no se cuentan en los medios ecuatorianos.
¿Cómo fue el proceso de crear tu medio digital?
En 2019, vi un anuncio de oportunidad para el Programa para líderes de medios emergentes [de ICFJ]. Había empezado mi máster en periodismo digital, y tuve que saltarme las clases unos meses para ir a Nueva York cuando me aceptaron. Fue genial. Cuando volví tuve que hacer la tesis, que incluía el diseño de un proyecto mediático. Era la oportunidad perfecta para llevar a cabo el proyecto de Indómita.
Con mi colega Jessica Zambrano Alvarado empezamos a desarrollar la idea, haciendo encuestas y entrevistas. Más o menos al mismo tiempo, recibí un correo electrónico de ICFJ en el que me decían que iban a conceder becas a antiguos alumnos. Era una subvención de US$3.000. Con esa financiación lanzamos Indómita. Más tarde recibimos subvenciones de IWMF, el Centro Dart y otras pequeñas ayudas.
Ahora mismo nuestra página web es de lectura gratuita, pero estamos pensando en introducir un plan de suscripción. Tenemos un público muy sólido que nos demanda información, y eso es estupendo porque en Ecuador no es tan común leer artículos largos de 30.000 caracteres.
¿Cómo es que trabajaste de fixer?
Nunca supe que sería un fixer. Me llamaron del New York Times para que trabajara con ellos en Ecuador. Me acreditaron y muchos otros empezaron a llamarme.
Es difícil porque también estoy en la calle con los periodistas; estamos en operaciones policiales, militares y entrevistando a gente de barrios que son muy peligrosos. Mi experiencia con el New York Times ha sido muy buena porque mis jefes inmediatos han sido mujeres, así que pueden ver las cosas de otra manera y desde una lente de género.
¿En qué te ha ayudado IJNet y cómo te has involucrado en el Foro de Crisis de ICFJ?
Creo que IJNet es el sitio web más organizado y actualizado para buscar oportunidades periodísticas. Abro el sitio web todos los lunes para empezar la semana porque soy una nerd.
Por ejemplo, en 2021 tuve algunos cambios en mi ciclo menstrual cuando me puse la primera dosis de la vacuna COVID-19. Lo escribí en Twitter y un montón de mujeres respondieron a mi tuit diciendo que a ellas también les había pasado. Vi una oportunidad en la página de IJNet relacionada con el team: un programa de IWMF sobre la inmunización y vacunas para América Latina. Pensé que era una gran oportunidad para saber más, y cómo cubrir las vacunas y cómo funcionan. Después de que me seleccionaran, la beca tuvo dos fases. En la primera se impartían cursos en línea y en la segunda presentábamos nuestras ideas de cobertura.
Otra oportunidad que vi en IJNet fue la beca RAF de las Naciones Unidas. Estaba en las Galápagos trabajando en un reportaje cuando tuve una entrevista con un equipo de la ONU y luego me seleccionaron. Fue una experiencia muy buena porque era la primera vez que trabajaba con becarios de todo el mundo: India, Filipinas, Camerún, Jamaica, Brasil.
En enero pasado hablé con Daniel Dieb, del Foro de Crisis de ICFJ en portugués, acerca de la crisis que atraviesa Ecuador. Hablamos de cómo el narcotráfico y la crisis carcelaria en mi país están relacionados. También hablé sobre la importancia de cubrir este tema desde la perspectiva de los derechos humanos, y la importancia de que los periodistas de otros países adquieran contexto para entender y contar con responsabilidad lo que está pasando aquí.
¿Cuáles son algunas de las dificultades que atraviesas como emprendedora?
En este momento estamos trabajando en un gran proyecto financiado por el Pulitzer Center. Trata sobre las cárceles y su cobertura desde una perspectiva de género.
Creo que lo que hacemos es importante, de lo contrario, ¿por qué iba alguien a prestarnos atención? Publicamos una investigación sobre la muerte de niños a causa del narcotráfico y ese mismo día nos hackearon pero ya nos recuperamos. También estamos haciendo la historia de la cárcel..., así que creo que tiene algo que ver.
Fotos cortesía de Thalie Ponce.
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