La periodista del mes de IJNet: C.L. Williams

por IJNet
Oct 30, 2018 en Periodista del mes

Cuando la guerra estalló en Liberia en 1990, la periodista del mes Wade C.L. Williams tenía nueve años. Luego de perder contacto con su familia en una repartición de alimentos, Williams decidió huir de su país. Escapó del conflicto y se subió a un barco hacia Sierra Leona, donde se quedó con familias adoptivas.

“La única manera en la que podía estar en contacto con Liberia era escuchando la BBC", cuenta Williams. "Mi abuelo adoptivo tenía una radio, y siempre ponía el programa de BBC Focus on Africa. Seguí toda la guerra de ese modo, y eso me atrajo al periodismo".

Cuando regresó a Liberia en 1997, a los 16 años, ya estaba lista para convertirse en periodista. Williams participó en el club de prensa de su escuela secundaria, cubrió noticias policiales en un periódico y fundó Inside UMU, un boletín estudiantil de la United Methodist University (donde obtuvo su licenciatura).

Desde entonces, esta periodista ha desarrollado su carrera contando historias. Desde perfiles políticos de la presidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf hasta la vida de Miatta Urey, una niña de seis años que sobrevivió al ébola, Williams informa diariamente al público liberiano y también a otras audiencias.

Cuando la crisis del ébola se extendió por todo el país, Williams fue una de las primeras periodistas en cubrir el tema para FrontPageAfrica, donde se desempeñó como periodista de investigación. También escribió sobre la forma en que el gobierno manejó la crisis en un artículo de opinión para el New York Times, y cubrió la epidemia para la agencia Associated Press y otros medios.

Hoy Williams es becaria Hubert H. Humphrey de la Universidad de Maryland, una oportunidad que encontró en IJNet. También ha sido becaria de Nuevas Narrativas del Fondo Dag Hammarskjold para Periodistas. A continuación, esta periodista nos cuenta sobre cómo fue su trabajo durante la crisis del ébola y le ofrece consejos a los jóvenes periodistas de Liberia.

Cuéntanos sobre alguna historia difícil en la que hayas trabajado

Cubrí la primera historia sobre derechos gays en Liberia. Tuve la idea porque el debate sobre los derechos de los gays comenzó cuando el [ex] primer ministro británico Tony Blair visitó el país. Habló de cómo Estados Unidos y otros países estaban reformando la legislación sobre los derechos de los homosexuales. Así se instaló el debate en Liberia, que no es realmente un país donde se acepte la homosexualidad.

Quise encontrar a personas gays para hablar sobre cómo se sienten y cómo los trata la sociedad. Al principio parecía imposible, pero luego hice algunos contactos y un activista de derechos de los homosexuales me presentó a dos parejas.

La historia se centró en cómo la sociedad los condena al ostracismo. Me enteré de que a veces eran echados de sus hogares y explotados por su orientación sexual. No creían estar cerca de la emancipación o la libertad. No revelamos las identidades de las personas. Las fotos eran solo de sus pies y sus manos. La historia estuvo en primera plana y eso fue muy importante.

¿Cómo fue trabajar durante la crisis del ébola?

No fue algo para lo que estuviéramos preparados, ni los ciudadanos ni el gobierno. Ocurrió y hubo que trabajar sobre la marcha. En los medios liberianos el gobierno no paraba de contabilizar a la gente que se infectaba por día, pero no veíamos a nadie que estuviera enfermo.

No había imágenes. Nadie veía entierros. La gente empezó a decir que el gobierno se había inventado la crisis para conseguir dinero y que el ébola era una mentira. El debate fue muy intenso y la prensa le hizo el juego. Nadie estaba investigando si el asunto era cierto o no.

Llamé a viceministro de salud [Tolbert Nyenswah] y lo entrevisté sobre el aumento de casos y la forma en que el sector de la salud los estaba manejando. Le dije: "la gente no cree que esto esté pasando verdaderamente en Liberia. Necesitan ver imágenes. Necesitan ver a personas que están enfermas. Déjeme ir y ver".
 

En ese momento, la tasa de mortalidad era de 90%. De cada 10 personas enfermas, nueve morían.

Me puso en contacto con un chico que trabajaba en el equipo de entierros. Estaban haciendo un entierro ese día y fui a verlo. La familia vino. En Liberia cuando hay un entierro va muchísima gente. Pero ese día había solamente tres familiares que ni siquiera querían acercarse demasiado al cuerpo.

Cubrí el entierro y escribí una historia con los familiares y el muchacho del equipo de entierros. Hice una historia multimedia con fotos, videos y texto. Fue la primera vez que se publicaron imágenes de la crisis y el periódico agotó sus números.

¿Durante cuánto tiempo cubriste la epidemia?

Diariamente. En un punto se transformó en una obsesión. Cada día quería hacer algo sobre el tema. Si escuchaba algo o alguien me llamaba, iba corriendo.

Me serené cuando la epidemia se apaciguó. Cuando Liberia fue declarada libre de ébola, comencé a ocuparme de las historias de los sobrevivientes.

¿Qué consejo le darías a los aspirantes a periodistas de tu país?

Lo mejor que puedes hacer es dar siempre un poco más y no solo sentarte a esperar que las cosas ocurran. Los jóvenes periodistas tienen que salir y hacerse profesionales. Tienen que buscar historias y presentar la verdad y los hechos. No permitas que nadie te compre. Tienes que demostrar tu independencia.

Esta entrevista fue condensada y editada.

Imagen de Wade C.L. Williams por IJNet.