La corresponsalía extranjera ya no es lo que era

por Clothilde Goujard
Nov 16, 2018 en Temas especializados
Woman journalist

La industria de los medios ha experimentado cambios enormes en la última década, y uno de los trabajos que se ha visto más afectado es el de la corresponsalía extranjera. Se han cerrado muchas oficinas internacionales, dejando a la mayoría de los periodistas que querían trabajar allí con pocas opciones salvo la de desempeñarse como freelancers.

Sin embargo, ganarse la vida como freelancer internacional es cada vez más insostenible. Dado que los medios pagan salarios limitados y reducen su cobertura internacional, varios periodistas han señalado cuán grave se ha vuelto la situación para los corresponsales extranjeros.

Frente a una industria cambiante, algunos reporteros han tenido que abandonar su carrera en el exterior, mientras que otros han tomado caminos alternativos para poder seguir desempeñando su trabajo.

Megha Rajagopalan, corresponsal internacional de Buzzfeed News en Medio Oriente, logró sus objetivos profesionales al elegir un camino no tradicional.

“Las trayectorias profesionales solían ser muy distintas para quienes se iniciaban en los años 90, o incluso hasta principios del 2000. Pero para mi generación de corresponsales occidentales, ingresar a la profesión tras la crisis financiera de 2008 fue muy diferente", dice.

Cuando estaba en la universidad, el consejo constante que recibía Rajagopalan era que debía comenzar su carrera profesional en una redacción de Estados Unidos, trabajar duro y, finalmente, algún día, la enviarán al extranjero: un consejo que los periodistas veteranos le siguen dando a los más jóvenes.

"La realidad es que por lo general ya no funciona así", cuenta. "La forma en que aconsejamos a los periodistas que intentan ingresar a una corresponsalía también debería cambiar".

Al graduarse en 2008, Rajagopalan viajó a China con una beca Fulbright, donde tomó la decisión de ser corresponsal extranjera. Después de una pasantía en ProPublica en los Estados Unidos, ingresó en el programa de capacitación de nivel inicial de Reuters, donde saber chino le dio una ventaja. A partir de ahí, fue contratada por Reuters China por cuatro años y se cambió a Buzzfeed China en 2016. Hace poco se mudó a Medio Oriente, también de la mano de Buzzfeed.

"Varios de mis amigos han hecho el mismo camino: comienzan en un servicio de cable, pasan unos años allí, se especializan en algo y tal vez después consiguen trabajar a un ritmo más lento”, explica.

Aunque el programa de Reuters fue extremadamente competitivo, Rajagopalan dice que gracias a él su trayectoria fue más estable que si se hubiera lanzado al freelancing desde un comienzo.

Anna-Catherine Brigida dejó los Estados Unidos después de graduarse de la universidad y viajó a América Latina, donde trabajó de manera independiente para publicaciones internacionales como el Washington Post y The Guardian.

"He trabajado como freelancer durante casi tres años y es una lucha financiera constante", dice. "Siento que no dejo nunca de trabajar, y no importa lo mucho que trabaje: siempre está esa tensión financiera que me afecta porque mis ingresos no son suficientes para vivir".

Brigida cuenta que ya tenía dificultades financieras incluso cuando era más joven y tenía pocos gastos o responsabilidades, y vivía en países con bajos costos de vida en los que se le pagaba en dólares estadounidenses o libras esterlinas, monedas con tipos de cambio ventajosos.

Al graduarse, se dio cuenta de que su única opción para convertirse en corresponsal en el extranjero era trabajar por cuenta propia. Como hablaba español con fluidez y tenía experiencia cubriendo temas de inmigración de América Central, se mudó a Guatemala.

"Hablar español me resultó muy útil porque hoy no es económicamente viable pagarle a un traductor", dice.

Si bien tenía mucho trabajo, los editores a veces tardaban semanas o meses en publicar sus historias, lo que retrasaba sus pagos.

En 2019,  Brigida ya no estará dentro del plan de salud de sus padres, y ese gasto adicional pesará sobre su ajustado presupuesto, lo que hace que se replantee su futuro laboral.

"Creo que ser freelancer a tiempo completo en distintos medios de comunicación nunca llevará a la estabilidad económica. No me gusta que sea así y me parece que la industria necesita cambiar”, dice. "Ahora estoy buscando otras opciones y formas de conseguir empleos a tiempo parcial que ofrezcan más estabilidad".

En noviembre, Brigida comenzó a trabajar como redactora en el boletín Migratory Notes: una oportunidad que le brindará un ingreso más confiable. En uno de los últimos números de esa publicación, compartió su experiencia como freelancer internacional.


Imagen con licencia CC en Flickr, vía Pedro Ribeiro Simões.

Actualmente Thomson Reuters está aceptando postulaciones para su programa de capacitación de nivel inicial en África, Europa y Medio Oriente.