A principios de noviembre, 20 referentes de medios paquistaníes se reunieron para discutir cuestiones de seguridad en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. Al final del taller de tres días en Lahore, habían elaborado una lista de directrices que podría ayudar a salvar vidas.
El primer día del encuentro recibieron un triste recordatorio de su importancia.
Tres días antes, un pistolero en una moto disparó y mató a Zaman Mehsud, un reportero del periódico urdu Daily Umet y de la agencia de noticias SANA. Mehsud también fue presidente en Waziristán del Sur del Sindicato Tribal de Periodistas y coordinador de distrito de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán.
"Lo matamos porque escribía contra nosotros”, dijo el comandante talibán Qari Saif Ullah Saif a Reuters. “Tenemos a otros periodistas entre nuestros objetivos; pronto los atacaremos”.
Según Reporteros sin Fronteras, 67 periodistas y trabajadores de medios han sido asesinados en Pakistán entre enero de 2002 y 2014. Otros cinco fueron asesinados este año.
Antes del taller de Lahore, los participantes respondieron a una encuesta acerca de los hábitos de seguridad en sus redacciones. Si bien la preocupación de los jefes de los medios sobre temas de seguridad es constante, la mayoría de las actividades periodísticas no contaba con una guía de buenas prácticas. A los participantes del taller se los animó a hacer que la seguridad formara parte de la política básica de sus redacciones, con el apoyo de la gerencia de sus medios.
El taller se llevó a cabo de manera off de record para fomentar la colaboración entre los periodistas participantes.
Varios referentes del campo periodístico hablaron de amenazas y ataques contra sus medios y contra su personal por parte de los talibanes y de otros grupos extremistas.
“A veces nos sentimos desamparados”, explicó el editor de un periódico. “Nuestros periodistas son vulnerables en varios frentes, y sin embargo continúan haciendo su trabajo. Tenemos que prestar más atención a su seguridad física y a su salud mental. Esta situación no es fácil para ellos”.
A partir de recursos de grupos como el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés), el International News Safety Institute y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por su sigla en inglés), los participantes diseñaron lineamientos de seguridad que podrían servir de modelo para los periodistas de todo Pakistán. Las estrategias más importantes para quienes cubren el conflicto interno y la violencia de este país incluyen los siguientes postulados:
- El personal que desempeñe trabajo de campo debe contar con contactos designados dentro de la sala de redacción y reportarse periódicamente. El grupo señaló la necesidad del uso de aplicaciones para teléfonos móviles como Reporta, creada por la International Women’s Media Foundation, para mantener comunicados a los periodistas con sus editores.
- Los editores deben brindar sesiones informativas sobre seguridad con los periodistas antes de que el personal cubra misiones arriesgadas. Un jefe de redacción sugirió basarse en las experiencias de otros periodistas paquistaníes para ayudar a delimitar los procedimientos de seguridad. Baluchistán y ciertas áreas tribales, por ejemplo, son particularmente hostiles para los periodistas.
- Todos los periodistas deberían entrenarse obligatoriamente en primeros auxilios y llevar botiquines de emergencia al territorio. Un representante de la Cruz Roja de Pakistán se reunió con el grupo para organizar capacitaciones de primeros auxilios en sus redacciones.
- Se debe proporcionar entrenamiento en habilidades de negociación y pautas de comportamiento cuando actores estatales, como agencias de inteligencia o agentes de seguridad, confrontan a los periodistas.
- Los periodistas deben llevar consigo rutinariamente información de contacto de la policía, de hospitales, de funcionarios gubernamentales y del personal de la redacción cuando entran a zonas de conflicto.
- Se aconseja a los periodistas llevar siempre un carnet de prensa, vestirse adecuadamente y abstenerse de provocar a manifestantes o individuos. Es decir, nunca deben comportarse agresivamente.
- Se anima a los periodistas a planificar estrategias de escape y rutas seguras al cubrir explosiones, protestas y otras situaciones potencialmente peligrosas.
- Se recomienda a los periodistas tener sus seguros médicos y de vida en orden y al día. Durante el taller, los participantes recibieron copias de los documentos de evaluación de riesgo de la Fundación Rory Peck, para ayudarlos a elaborar planes de comunicación y otras estrategias de seguridad.
El grupo acordó de manera unánime que los equipos periodísticos deberán ser aconsejados por sus jefes a mantenerse a una distancia segura del peligro y no permitir que el ánimo de competir los lleve a poner su vida en riesgo. Hubo acuerdo con la máxima: “Cubre la historia; no te conviertas en ella. No vale la pena morir por ningún reportaje”.
El Programa de Noviembre, un esfuerzo colaborativo entre ICFJ y la Universidad de Punjab, fue patrocinado por el Departamento de Estado de Estados Unidos. Sherry Ricchiardi dirigió la capacitación "Taller para líderes periodísticos de medios: la cobertura del conflicto y la seguridad del periodista”, en Lahore, Pakistán.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Nandakumar Subramaniam.