A través del uso de imágenes satelitales y el cruce de datos sobre derrames petroleros en el Golfo de México, Mongabay Latam y Data Crítica revelan en una reciente investigación la omisión en el reporte oficial de vertidos, así como el atraso en el pago de multas por sanciones por parte de las empresas que extraen petróleo y que contaminaron las aguas marítimas.
En ocho meses de trabajo, un equipo de periodistas se unió con grupos académicos, científicos y organizaciones pesqueras para desarrollar “Derrames impunes”, que reúne manejo de datos, metodología de investigación, uso de herramientas digitales, análisis de información y visualización a través de un mapa interactivo.
En entrevista con IJNet, sus autores, Michelle Carrere y Gibrán Mena, comparten las claves de esta investigación en periodismo ambiental y de datos: desde cómo diversificaron las fuentes, hasta cómo conformaron la ruta para acceder a información gubernamental necesaria para revelar los hallazgos de la historia.
Alianzas para comprender la complejidad de un tema
Revelar el problema de los derrames petroleros en el mar es mucho más complejo que abordar los derrames en tierra. El problema es la fluidez del combustible en el agua, la agitación y su rápida dispersión, lo que hace más compleja su detección, explicó Carrere.
Con su experiencia en el periodismo ambiental, Mongabay se unió a la organización mexicana DataCrítica, especializada en periodismo de datos. Ya habían trabajado juntos en el desarrollo de la Guía para periodistas sobre el uso de IA e imágenes satelitales, impulsada junto con Bloomberg, El CLIP y La Nación en 2021.
Para comprender el estado de situación de los vertidos, solicitaron reportes empresariales enviados al gobierno mexicano sobre derrames petroleros. Posteriormente, contrastaron estas cifras con datos obtenidos del análisis de más de 3 mil imágenes satelitales, compartidos por científicos del Colegio de la Frontera Sur y del Instituto de Investigaciones Oceanológicas de la Universidad Autónoma de Baja California.
“Entendimos que iba a ser necesario trabajar de la mano con científicos para analizar estas imágenes y hacerlo bien, con una metodología que fuera acertada y que pudiéramos hacer un análisis correcto. Identificamos a organizaciones y universidades que llevaban varios años trabajando en el tema”, detalló Carrere.
Pero no todo lo dicen las imágenes satelitales, expuso Carrere. Hay manchas que son difíciles de identificar. Se trata de saber, por ejemplo, si son naturales o no, o su temporalidad. Todo esto impedía hablar sobre cantidad de derrames. ¿Cómo lograr la precisión cuando no es posible obtener ese detalle? Esto los llevo a constantes reuniones para que el trabajo de datos fuera lo más exacto posible.

Identificar dificultades de la investigación
Dentro del análisis de información y datos, los periodistas pueden caer en errores de interpretación si no suman al equipo a científicos o especialistas en el tema. Pero además, Mena resaltó la importancia de conocer bien el territorio a investigar, observar a detalle la información y ver las dificultades que se enfrentarán en la aplicación de la metodología de investigación.
“Nosotros contactamos a personas que llevan muchos años observando todos los días las imágenes satelitales del Golfo de México. Ellos saben dónde están estas emanaciones naturales, cómo se comporta la mancha o un derrame, que son diferentes; identifican patrones visuales”, dijo.
El hallazgo investigativo, comentó Mena, depende en gran medida del cruce de los datos en la etapa de análisis. Los periodistas trabajaron, por un lado, con una base de derrames y fugas y, por otro lado, una base con accidentes petroleros en territorio mexicano, además de los aportes de los datos de los científicos.
Este trabajo de datos debía contrastarse con información del sector público. Para eso, generaron 11 solicitudes de información a dependencias como la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, que son las autoridades mexicanas responsables del tema hidrocarburos.
Al solicitar la geolocalización de cada uno de los derrames marinos, Petróleos Mexicanos otorgó todos los derrames en territorio nacional y no solo los marinos, lo que obligó al equipo a realizar una categorización casi manual siguiendo la descripción de cada derrame. También enfrentaron algunas negativas para otorgarles la información, lo que los llevo a generar recursos de revisión que resultaron a su favor.

Fuentes clave más allá de la academia
Más allá de pensar que solo en la academia se encuentran a fuentes especializadas, Mena también dijo que es imprescindible la consulta de las comunidades locales que trabajan en nuestra área de investigación, en este caso, la comunidad de pescadores, quienes fueron clave para que los científicos avanzarán en sus observaciones satelitales.
La gente que trabaja directamente en el tema de investigación tiene un conocimiento de experiencia en décadas; muchas veces son voces menospreciadas, pero en realidad son muy valiosas para el trabajo periodístico.” Siempre que tengan la experiencia para reconocer patrones se puede incorporar a la producción periodística y es muy potente”, señaló Mena.
Aprendizajes en cobertura
- Observar el territorio que se va a trabajar, identificar dificultades y, con base en ello, uso de herramientas.
- Sumar expertos multidisciplinarios, esto enriquecerá el trabajo de investigación y lo hará más riguroso.
- Conocer las leyes vigentes y atribuciones de cada autoridad para generar solicitudes precisas y evitar negativas de información.
- Generar alianzas con las fuentes de información para acceder a datos exclusivos y con mayor acercamiento al tema de trabajo.
Herramientas utilizadas
- Phtyon o Javascript para hojas de cálculo
- Pinpoint para la extracción de datos
- QGIS para georeferenciar la información de los derrames y visualizar los pozos
- Global Fishing Watch y SeaWatch. Permiten identificar los movimientos de embarcaciones pesqueras a partir de los datos satelitales.
Las imágenes cortesía de los autores del reportaje, o tomadas con autorización de ellos.