El Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés) presentó su nuevo Manual de Ética periodística en la era digital, un documento que recoge las principales preocupaciones de comunicadores de todo el mundo sobre cómo enfrentar los desafíos de la época actual.
El documento está dividido en 11 capítulos que plantean desafíos relacionados con la era de la posverdad, palabra que existe desde hace más de una década, pero que cobró mayor relevancia a partir del Brexit en Reino Unido, y que significa que la verdad dejó de ser central.
Entre las soluciones para luchar contra la posverdad, el manual resalta el trabajo de los sitios que advierten acerca de las noticias falsas y además la contrastan con información verdadera.
Otras formas de lucha que destaca el manual son: el estímulo a receptores para que detecten noticias falsas por sí mismos, la formación a estudiantes y periodistas para que aprecien el valor de la verdad y el fomento del periodismo de investigación y de datos.
También aborda temas como las noticias al instante, la independencia, la nueva estructura financiera de los medios y la nueva ética.
El maestro de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo (FNPI) Javier Darío Restrepo explicó que los temas fueron seleccionados en varios procesos: primero conversó con el también periodista Luis Manuel Botello sobre las principales problemáticas de la profesión en la era digital y luego ambos consultaron a otros asesores.
También se hicieron consultas a más de 30 periodistas de América Latina durante una conferencia de ética que se desarrolló en el marco de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (Colpin).
Restrepo dijo que hubo una “buena ayuda del consultorio ético de la FNPI, y a través de mis contactos y talleres que dicto”.
ICFJ ya había desarrollado un manual de ética periodística a finales del siglo XX, recordó Botello. Pero la diferencia ahora hubo que plantearse nuevas interrogantes a raíz de los desafíos que enfrentan actualmente los medios para esta guía.
En medio del mar de información que se genera en las redes sociales los periodistas hoy en día deben tener especial cuidado. Y el manual plantea algunas observaciones en ese aspecto.
“Las faltas más comunes son asumir que todo lo que se envía por las redes es cierto, y tomar con demasiada ligereza las denuncias que circulan por las redes sociales. En un mundo donde todos tienen un medio en la mano a través de los celulares, la cultura de la verificación se hace más relevante”, comentó Botello.
Algunas de las recomendaciones más importantes que ayudarían a que los periodistas puedan enfrentar los dilemas éticos en la era digital están relacionadas a una definición que a Restrepo le parece destacable: el periodista como servidor de lo público.
“El llamado es a mirar la crisis provocada por la cultura digital como una oportunidad. Ese llamado se complementa con reflexiones sobre el fenómeno de la posverdad y sobre las relaciones de lo periodístico con lo digital. Y en esa relación hoy puede salir sacrificada la reflexión en aras de lo urgente y la información integral para obedecer el mandato de lo breve”, advirtió Restrepo.
En el documento se plantea esta duda, explicando que uno de los dilemas que los periodistas enfrentan actualmente reside en si proveer una información inmediata pero incompleta, o una mediata, pero con la posibilidad de ser completa.
Para ello, el manual se propone hacerse una serie de preguntas que determinarán cuál es la mejor manera de enfrentar este dilema: “¿Qué ventajas le ofrece al receptor?”, “¿Quién se beneficia de la rapidez informativa?”.
La rapidez informativa puede ser útil en situaciones de desastres naturales donde advertir sobre la posibilidad de estos ayude a salvar vidas. Sin embargo, los autores del manual explican que a la hora de comunicar los acuerdos entre grupos políticos o las aprobaciones de proyectos de ley, se puede esperar.
Entre las conclusiones del manual, también se destaca que ante la aparición de nuevas audiencias que son capaces de generar contenido en Internet o en las redes sociales sin la necesidad de consultar a otras fuentes, es necesario que se haga periodismo de “mejor calidad y oportunidad”, puesto que su producto se convertirá en un insumo para los emisores no profesionales.
Con esa información de mayor calidad también se debe “llenar los vacíos y deficiencias de la información espontánea”.
Pero ante tanta información que circula en Internet y que no es verificada ni emitida por profesionales de la comunicación, el manual recomienda que se brinden elementos que permitan a los ciudadanos identificar cuál es la información de calidad y cuál es la que viene de fuentes no independientes.
Vladimir Vásquez es un periodista nicaragüense con 10 años de experiencia. Actualmente trabaja como freelance y además es director y cofundador del medio digital Terabyte Nicaragua.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía anlopepe.