Estudio afirma que las publicaciones impresas generan más confianza que las digitales

por Ian Gibbs
Oct 30, 2018 en Lucha contra la desinformación

La confianza es un tema que no desaparecerá. En ambos lados de la orilla, líderes con temperamentos muy diferentes están lidiando con la caída de la confianza de maneras muy distintas. Cualesquiera que sean sus diferencias, sin embargo, el efecto en cadena de los principales medios de comunicación, tácitamente considerados responsables de no representar plenamente el cambiante sentimiento público (cuando no se los critica abiertamente), ha sido profundo.

¿Tan profundo?

Un nuevo estudio global de Kantar, titulado“Trust in News” (“Confianza en las noticias”), ha levantado el velo de las actitudes hacia los medios de comunicación entre 8.000 consumidores de noticias de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Brasil. Los hallazgos clave del estudio incluyen:

    • Los medios impresos, televisivos y radiales tradicionales han demostrado ser más resistentes a las acusaciones de "noticias falsas" que las redes sociales y los medios digitales.
    • Los consumidores de noticias están leyendo de manera más amplia y han sofisticado su compromiso con el contenido al, por ejemplo, verificar las noticias por su cuenta.
    • El público cree que las noticias falsas tuvieron un impacto en elecciones recientes, pero sostiene que el periodismo de calidad es importante para la democracia.

    La confianza en las noticias tradicionales es notable. De hecho, las revistas impresas son la fuente de noticias más confiable (el 72% las valora positivamente), seguidas de cerca por noticias televisivas de 24 horas, los boletines de radio y los periódicos nacionales. Por el contrario, solo el 33% estuvo de acuerdo en que las redes sociales "proporcionan noticias en las que puedo confiar". Incluso las versiones impresas de los periódicos nacionales son más confiables que los sitios web de esos mismos medios.

    El impacto de las noticias falsas

    Las noticias a las que se accede a través de canales sociales adoptan muchas formas: desde el simple intercambio de opiniones y comentarios relacionados con las noticias, hasta el consumo in-stream de contenido distribuido por los propios medios de comunicación. Lo que es particularmente interesante, independientemente del modo de consumo social de noticias, es el impacto omnipresente de las noticias falsas sobre la confianza.

    Las noticias en las redes recibieron un buen golpe. En la muestra de la encuesta, el 58% dice que confía menos en la cobertura electoral en redes sociales debido a los recientes escándalos ocasionados por las noticias falsas. Las noticias de los principales medios tradicionales de ninguna manera son inmunes. Un aun significativo 24% expresa una caída en sus niveles de confianza hacia los grandes medios, un número menor en comparación con las noticias en las redes. Es revelador –dado que apenas pasa un día sin que el presidente Donald Trump no se refiera a las noticias falsas de alguna forma (después de todo, él popularizó el término)– que sea en EE. UU. donde los encuestados consideran que las noticias falsas tuvieron un mayor impacto en sus propias elecciones del que han tenido fuera de su país. Lo mismo pasa en Brasil. En Reino Unido y Francia es más probable que los encuestados sientan que las noticias falsas son un peligro mayor en otros países.

    ¿Y qué importancia tiene para las marcas de noticias?

    Esto es importante para las marcas de noticias porque se puede trazar una línea entre la confianza y la monetización. En un momento en que los medios convencionales buscan proteger, diversificar y digitalizar sus fuentes de ingresos, la confianza importa más que nunca.

    Mientras que el 29% de los encuestados dicen haber pagado por noticias online en el último año (ya sea pagos únicos o como parte de una suscripción), esa cifra aumenta al 42% para aquellos que muestran altos niveles de confianza hacia las marcas de periódicos. De manera similar con los medios impresos, el 40% dice que ha comprado un periódico en la última semana; entre los que confían en los periódicos, el 56% lo afirmó.

    La relación entre la confianza y la monetización también se extiende al impacto publicitario. "Que los medios se posicionen como medios de confianza es, en cierta medida, permitirles liberarse de la noción unidimensional –ahora muy disputada– de que el gasto publicitario debe ser una función estrechamente alineada con el tiempo invertido en los medios", dice el informe Kantar, que también afirma que la confianza puede trascender las simples métricas de atención.

    Mientras tanto, la investigación de TGI Clickstream sugiere que aquellos que confían en las marcas de periódicos tienen un 65% más de probabilidades que los adultos británicos promedio de prestar más atención a la publicidad de los sitios en los que confían. La batalla por la atención en el mercado publicitario online es feroz y la capacidad de demostrar un multiplicador de impacto tangible para las marcas que buscan maximizar la eficiencia de cada centavo de su inversión publicitaria online se convertirá en un punto cada vez más importante para las principales organizaciones noticiosas.

    La relación entre la publicación y la plataforma social se ha ido complejizando en los últimos años. El temido "frenemy" en el que los ingresos publicitarios son engullidos por Facebook y Google, incluso cuando las plataformas proporcionan una soga de salvamento vital para las publicaciones, se ha vuelto más complejo. Las marcas tradicionales ya desconfían de su dependencia hacia las audiencias impulsadas por lo social. Pero cuando casi dos tercios de los consumidores de noticias sociales dicen que reconocen qué medio proporciona el contenido que están leyendo, las marcas también deben tener cuidado con cualquier efecto negativo que la disminución de la confianza en las noticias sociales podría tener en ellas.

    "En un mundo interconectado, la confianza es la moneda más importante", dijo el entonces CEO de Google y actual presidente de Alphabet, Eric Schmidt, en un discurso a graduados universitarios en 2009. Casi una década después, esa frase suena más verdadera que nunca. La confianza fue alguna vez un factor de "higiene": lo mínimo que esperábamos de los grandes medios. Ahora se trata de un salvavidas vital en un mundo comercialmente turbulento para las publicaciones.

    Este post fue publicado en MediaShift y es reproducido en IJNet con permiso.

    Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Nicolas Alejandro.