Entrevista con Sandra Rodríguez Nieto: haciendo periodismo en una cultura de impunidad

por Julie Schwietert Collazo
Oct 30, 2018 en Periodismo de investigación

La periodista de investigación Sandra Rodríguez Nieto ha dedicado su carrera a cubrir la corrupción y los errores del gobierno federal y el sistema judicial mexicano, y sus efectos en los ciudadanos. Entre esos efectos, dice Rodríguez, se destaca el impacto de la impunidad en la sociedad civil: la escasa eficiencia que existe para perseguir y condenar crímenes. Su trabajo ha recibido numerosos honores, incluyendo un Premio Knight de Periodismo en 2011.

El libro más reciente de Sandra Rodríguez, “La fábrica del crimen”, recientemente traducido al inglés, es su última contribución periodística al tema de la guerra de la droga en México y sus consecuencias en Ciudad Juárez.

La periodista habló con IJNet sobre Vicente, el joven criminal que protagoniza su historia, sobre la cultura de la impunidad en Ciudad Juárez y acerca de qué modo el narcotráfico ha estado afectando al periodismo mexicano.

Muchos estadounidenses que escuchen una historia tan "extrema" como la de Vicente pueden desarrollar una idea poco precisa de la frontera. Basándote en tu propia experiencia, ¿qué crees que los consumidores de noticias necesitan saber para entender mejor las zonas de frontera?

Bueno, creo que la historia de Vicente refleja la normalidad de una ciudad violenta. La intención, de algún modo, fue mostrar que en países en los que no reina el imperio de la ley, los crímenes son el resultado de la posibilidad de cometerlos, y no de la acción de personas que sean, en sí, criminales. El propósito del libro es mostrar de qué manera la impunidad opera en personas sin antecedentes delictivos ni relación con el crimen. Para mí, se trata de una situación generalizada que afecta a la ciudad entera, a criminales y a no criminales, y que nos contamina a todos.

Más de uno de tus colegas ha sido asesinado debido a su trabajo periodístico. ¿Te atemoriza tu situación? ¿Cómo te proteges?

Principalmente me protejo trabajando y escribiendo de la manera más objetiva posible, poniendo a los temas y a las personas en todos los contextos que nos ayuden a entenderlos, sin juzgar a nadie más que a aquellos que están obligados por las leyes de este país a proteger a los ciudadanos: el gobierno. Con esto espero que cualquiera que lea mi trabajo sepa que lo único que hago es mi trabajo periodístico. Esta es mi única forma de protección personal.

Lamentablemente, creo que no hay manera de proteger la vida de nadie en México, ni la de los periodistas ni la de cualquier ciudadano, una vez que alguien decide cometer un homicidio. ¿Cómo lidio con esta situación desesperada? Soy cristiana, creo en Dios, e intento cultivar esa fe.

La violencia asociada al narcotráfico ha obligado a muchos periodistas a trabajar de una manera que entra en conflicto con su formación, sus valores y preferencias. ¿Cuál es el estado actual del periodismo en Juárez y en otras zonas de la frontera entre México y Estados Unidos?

Eso es lo más grave y te agradezco por hacerme la pregunta. En Ciudad Juárez, y en México en general, a los periodistas nos sorprendió la escalada de violencia, para la que no estábamos preparados profesionalmente de ninguna manera. Ni siquiera nos dimos cuenta de que estábamos en medio de una guerra. De a poco, cada uno en un momento diferente, creo, hemos tomado las precauciones que hemos podido.

Algunos periodistas en Juárez incluso han llegado a usar chalecos antibalas, pero luego se dieron cuenta de que no solo corrían peligro en un fuego cruzado, sino que podían emboscarlos y dispararles en la cabeza. Sinceramente pienso que los periodistas mexicanos han mostrado una valentía tremenda, incluso sin saber a qué se estaban enfrentando: una guerra sin contendientes definidos y con nosotros en el medio.

¿Qué podría —y qué debería— hacer la comunidad internacional de periodistas para apoyar a sus colegas mexicanos?

Prestar atención a lo que pasa en México, que pretende ser una democracia funcional, y alzar su voz en todos los foros, por el hecho de que las tasas de homicidio de periodistas y la impunidad subsiguiente no se corresponden con un país democrático.

Esta entrevista ha sido condensada y editada.

Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Daviddje.