La expansión de Internet y de las redes sociales presenta desafíos para los periodistas, que deben adaptarse a la instantaneidad y a publicar en nuevos formatos.
En esta segunda parte de la entrevista Toni Piqué, director de Piqué, Peltzer & Asociados, consultores estratégicos de medios de comunicación, y creador del blog Paper Papers, conversó con IJNet sobre el comportamiento que deben tener los periodistas en las redes sociales y las resistencias que se presentan a la hora de integrar las redacciones de los periódicos en papel y digital.
-IJNet: ¿Crees que un periodista puede tener un perfil o cuenta personal en las redes sociales en forma independiente de su trabajo y allí opinar lo que quiera o siempre tiene que cuidar su perfil?
-Toni Piqué: Es muy difícil de definir esto porque tiene que ver con el sentido común.
En España tenemos la suerte o la desgracia de tener un rey. Entonces el rey podría decir: ¿por qué no puedo tener un perfil de Facebook como una persona normal? El perfil de Facebook es una cosa pública y usted es el rey. No es una persona normal. Arriba de esa persona normal hay una corona. Entonces tiene unas obligaciones, unas exigencias y unas ventajas. Entonces usted no puede hacer lo que quiere, usted no se puede comportar como yo.
Y yo no me puedo comportar como el portero de mi edificio. ¿Por qué? Porque tenemos el “monus publicum” como decían los latinos; el oficio público, la profesión.
Tenemos una profesión que tiene esas exigencias. Si no le gusta, quítese del medio. Si usted es un periodista, debe verse como alguien en quien se puede confiar. Que lo que hace no está teñido de sectarismo, de partidismo.
Claro que tiene un punto de vista. Es ridículo pensar en periodistas sin punto de vista.
Lo bueno es que lo puedes transparentar y decir tranquilamente: pienso así y pienso asá. Pero me esfuerzo por transmitirle los hechos. Y busco informarlos con la mayor fidelidad.
Claro que cuando digo que este hecho me parece más importante que este otro lo digo yo. Y si lo hiciera otra persona no lo valoraría igual. Pero eso no es nada raro.
Es que los periodistas hemos vivido una ficción en la que se podía evitar esto. De que pretendíamos que no teníamos punto de vista. Pero ya no se puede más.
-IJNet: ¿Le parece bien que las empresas periodísticas establezcan reglas?
-TP: Sí, me parece bien. Ellas tienen derecho a poner algunas reglas, de hecho las ponen para otras cosas. También para esto. Siempre que no perjudique el trabajo periodístico.
Pero que tu empleador te diga que en Facebook te tienes que comportar como un periodista de esa casa me parece justo. Porque de los periodistas de la casa depende la casa.
-IJNet: Usted trabaja en la integración de redacciones tradicionales y digitales en varios países. ¿Genera resistencias similares en todos los países?
-TP: Sí, y es una pena. Las empresas se han dado cuenta muy tarde y muchos de nosotros que nos dedicamos a dar consejos también. Y los periodistas todos. Todo el sector se ha dado cuenta tarde que esto era en serio.
Todo esto del papel se fue. Se marchó. Tenemos que pensar cómo hacemos periodismo en 140 caracteres. ¿Cómo puedo ser una firma reconocida en Twitter? Tal vez no se puede en Twitter, pero vamos a ver qué periodismo podemos meter ahí. (...)
Hay que empezar a trabajar para que un señor cuando entra en el ómnibus o en el subte pueda sacar su tableta y ver qué pasa. Ese señor necesita saber qué pasa ahora. Los que piensan: ‘esto lo daré mañana’ están equivocados. Se da en el momento que lo tienes. Hay que cambiar de actitud.
Luego hay que tener en cuenta que durante algunos años más el papel va a ser el primer ingreso para un medio vía publicidad, pero que eso se va a ir cayendo.
La publicidad en Internet va creciendo. Ya está pasando. Va a ser así. (...) Va a ser una cosa espectacular. (...) No va a ser una cosa de 15 años.
Nunca más vas a tener unos diarios como los de los años cincuenta, sesenta o setenta. Eso fue un accidente histórico. El periodismo se sustanció de una manera espectacular. Los que lo vivimos lo disfrutamos muchísimo. Pero se acabó, se fue, se marcha.
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