1. ¡Esté preparado! Siempre infórmese sobre el tema que está reporteando y sobre la persona que está entrevistando. Su fuente apreciará su esfuerzo, y usted podrá saltarse las preguntas que pueden ser cotestadas por un ayudante, un libro o un documento. Al programar la cita, pida a su fuente sugerir documentos u otras fuentes de información sobre el asunto que usted discutirá. El entrevistado apreciará su interés y compartirá a menudo documentos valiosos antes de la entrevista. Cerciórese de que su grabadora tenga baterías que funcionen. Traiga una cinta adicional, así como lápices y cuaderno.
2. ¡Fije las reglas de la entrevista desde el comienzo! Asegúrese que su entrevistado entienda la historia en la que usted está trabajando (esto ayudará a mantener la entrevista en camino). Además, el entrevistado debe entender que todo que se dice es "off the record". Es mejor establecer estos principios al concertar la entrevista. Aunque la mayoría de los oficiales del gobierno tienen bastante experiencia con los medios para indicar cuando algo es "off the record" o es información de fondo para “entender”, pero no para publicar, otros expertos pueden no entender las diferencias. Recuerde que una debida clarificación antes de la entrevista puede ser fundamental (especialmente cuando el trabajo o la vida de su fuente podría ser puesto en peligro al ser citado).
3. ¡Sea puntual! La peor impresión que usted puede causar en una fuente es llegando tarde a la entrevista.
4. ¡Sea observador! Observe los detalles del lugar y de su entrevistado; esto puede agregar color a su historia. Si usted está entrevistando gente en su hogar u oficina, cerciórese de conseguir una buena mirada alrededor y anote lo que ve. Por ejemplo, pueden tener algunas fotos antiguas que los muestren en un toque más personal. Usted puede comenzar una entrevista con suposiciones sobre una persona e irse con una impresión totalmente distinta. Sin embargo, esto pudo ser exactamente el propósito de su fuente. ¡La percepción es un negocio difícil! Intente hablar con otros, colegas o amigos de su fuente, para conseguir una visión más amplia.
5. Sea cortés. ¡No acometa a su fuente! Es importante establecer una cortés simpatía y un nivel de comodidad con el entrevistado. Algunos entrevistados, por otra parte, necesitan un par de minutos para sentirse cómodos con los reporteros. Aún cuando pueda tener sólo 30 minutos para una entrevista, usted no debe apresurar a su entrevistado. Si usted siente que él tiene prisa, ajuste su tiempo programado. Tenga presente, cada uno es diferente. Tomarse el tiempo de familiarizarse con sus fuentes demostrará valor, especialmente cuando usted necesite llamarlos con preguntas sobre el mismo tema, o utilizarlos como fuente para historias futuras. Si la entrevista va bien, puede incluso ir más allá del tiempo programado. Dése bastante tiempo entre las citas, para evitar conflictos en la programación.
6. ¡Escuche, pero no tenga miedo de interrumpir cuando no entienda! ¡Tenga a su audiencia presente! Una razón por la que usted está conduciendo esta entrevista es para explicarla a sus lectores. Si su entrevistado utiliza una jerga científica o explicaciones que sólo sus pares entenderían, interrumpa y pida cortésmente una explicación adicional. Nunca se avergüence de no saber algo.
7. El silencio es de oro. Tarde o temprano usted tendrá que preguntar las preguntas difíciles que su entrevistado puede estar reacio a discutir. Cuando usted comience a hacer esas preguntas provocativas, las respuestas serán probablemente cortas, inútiles o redactadas cuidadosamente. Usted puede no conseguir una respuesta a todo. Si esto ocurre, mire su fuente a los ojos y no diga una palabra. En la mayoría de los casos, su opositor comenzará a sentirse incómodo y comenzará a compartir la información otra vez. Si esto no funciona, pregunte por fuentes que puedan contestar a su pregunta.
8. ¡Mantenga contacto visual! Un reportero que pasa la mayoría del tiempo en la entrevista tomando notas o mirando su cuaderno puede ser tan desconcertante como una grabadora en la cara del entrevistado. Mientras que toma notas y graba la entrevista, mantenga tanto contacto visual como sea posible. Aprenda a tomar notas abreviadas mirando hacia abajo sólo de vez en cuando, para que pueda concentrarse en su entrevistado. Esto hará la entrevista más como una conversación, y permitirá a cada uno estar más relajado.
9. Antes de que se vaya... pregunte a su fuente si hay cualquier cosa que usted puede haber olvidado preguntar. Quizás el entrevistado se está quemando por decirle información útil, pero usted ni piensa hacer esa pregunta. No se vaya sin conseguir un número de contacto o dirección de correo electrónico y una buena hora para llamar por preguntas sobre ese mismo tema. Siempre pregunte por otras fuentes. Los colegas o amigos del entrevistado pueden estar mejor informados o dispuestos a hablarle. Agradezca a su fuente por el tiempo de conversación antes de que se vaya.
10. ¡Repase sus notas inmediatamente después de la entrevista! No espere hasta el final del día o tarde en la semana para revisar sus notas. Repáselas enseguida, mientras que todo está fresco en su mente, completando su taquigrafía y elaborando sus observaciones. Cambie esa fecha para salir a beber con compañeros de oficina hasta después de que haya repasado y organizado sus notas.