Desarmar la desinformación en Brasil: de un periódico de la megaciudad a un colectivo de la Amazonía

por Maria C. Esperidiao, Thayane Guimarães and Julie Posetti
Mar 26, 2025 en Lucha contra la desinformación
Tapa del informe Disarming Disinformation Brasil

Los ataques de desinformación contra periodistas y medios de interés público se han convertido en una pieza central de la estrategia autoritaria del siglo XXI. Actores políticos fomentan la captura narrativa, generando desconfianza masiva hacia los hechos. Luego las compañías de la Big Tech amplifican esa desinformación, viralizándola y contaminando el ecosistema informativo. El impacto es profundo y amenaza la estabilidad de todas las democracias.

El proyecto Desarmar la desinformación mapeó este modus operandi en cinco países: Brasil, Georgia, Filipinas Sudáfrica y Estados Unidos. Estudiamos de cerca el innovador trabajo contra la desinformación llevado a cabo por medios de comunicación emblemáticos e hicimos encuestas para comprender cómo afectan estos ataques a la percepción de los periodistas y los medios de interés público. Queremos identificar cómo quienes defienden la verdad pueden contraatacar de manera más eficaz.

Acabamos de publicar el primer estudio de este proyecto, Desarmar la desinformación: Brasil. Este vasto país, que todavía se está recuperando de la presidencia autocrática de Jair Bolsonaro, puede considerarse un faro de creatividad en la lucha por la integridad de la información en medio de un mar de mentiras.

Para este estudio, nuestro equipo trabajó con el periódico más influyente del país, Folha de S. Paulo. Y viajó por el Amazonas para llegar a las comunidades que cubre Tapajós de Fato, un pequeño colectivo de noticias, con el objetivo de aprender cómo funcionan los esfuerzos de contradesinformación destinados a comunidades remotas.

Una de nuestras conclusiones principales es que, en el contexto de las campañas de desprestigio contra la prensa, los protocolos de seguridad inadecuados obstaculizan los esfuerzos para investigar y cubrir elecciones. En los pequeños medios independientes, en particular, a los periodistas les suele faltar una protección física, jurídica y psicológica adecuada para hacer frente a ataques híbridos.

"Estaba aterrado y con ataques de ansiedad. Me quedé en casa al menos seis días; no salía", recuerda João Paulo de Souza de Tapajós de Fato. "Desde que trabajo como periodista, no visité a mi madre, que vive cerca, durante un año; quiero protegerla a ella y a mi familia".

Pero los periodistas de Tapajós de Fato persisten en su trabajo a pesar de los riesgos. Establecen colaboraciones radicales con organizaciones comunitarias para ampliar su impacto y generar confianza entre las comunidades tradicionales de la Amazonía, quienes tienen dificultades para acceder a información confiable, lo que las hace más vulnerables a la desinformación. Además, estas comunidades son blanco de narrativas engañosas que las califican de improductivas, impulsadas por empresas que buscan apropiarse de sus tierras.

En Folha, se están implementando enfoques similares de construcción comunitaria a través de actividades innovadoras de alfabetización mediática, junto con un periodismo que busca que las Big Tech rinda cuentas. Sus métodos incluyen monitorear si las plataformas cumplen sus propias reglas de moderación de desinformación, rastrear el avance de regulaciones y lobby, y abordar directamente las fuentes de desinformación.

“¿Debemos verificar qué hacen las plataformas al respecto? ¿Qué dice la ley? ¿Cómo se viraliza?”, cuestiona Campos Mello, resaltando que su análisis va más allá del contexto político. También rastrean qué figuras públicas difunden activamente contenido desinformativo.

Nuestro sondeo de opinión, realizado en agosto de 2024 con una base de 1.003 participantes, reveló que la mayoría (58%) de los adultos brasileños están muy preocupados por encontrarse con información falsa o engañosa. Este hallazgo indica una oportunidad para intervenciones editoriales específicas que aborden esta preocupación. Pero también subraya la necesidad de ayudar a la considerable minoría a la que no le preocupa a entender lo que está en juego.

Para complicar aun más estos esfuerzos, descubrimos que el 74 % de los adultos brasileños han presenciado ataques contra periodistas o medios con la aparente intención de socavar su credibilidad. Esto refleja una alta exposición a campañas de difamación diseñadas para erosionar la confianza en la información objetiva y el análisis informado. Quizás esto explique por qué un tercio (33%) de los adultos brasileños no percibe los ataques políticos a periodistas como una amenaza significativa para la libertad de prensa.

Por ello, además de las iniciativas de alfabetización mediática, resulta fundamental la participación activa de la comunidad y el periodismo de investigación en la exposición de las campañas de desinformación, sus promotores y sus canales de difusión. También son esenciales los esfuerzos editoriales que ayuden al público a comprender los riesgos que emergen en la intersección entre democracia, libertad de prensa y desinformación.

Seis hallazgos en Brasil

(1) La desinformación forma parte de la violencia contra los periodistas brasileños, en particular contra los que cuestionan y denuncian narrativas falsas, lo que alimenta un entorno peligroso.

Las campañas coordinadas de desinformación suelen incluir difamaciones contra periodistas. Nuestros entrevistados describieron amenazas de violencia física y ataques a sus propiedades y mascotas. Esta amenaza física se ve alimentada por los discursos generalizados contra la prensa, las campañas de difamación y la violencia de género facilitada por la tecnología.

(2) Evitar las falsas equivalencias y llamar a las mentiras por su nombre son estrategias contra la desinformación.

Se está impulsando un movimiento para replantear el concepto de objetividad en el periodismo y evitar falsas equivalencias en la cobertura. Como parte de este cambio, algunas directrices editoriales han adoptado un lenguaje más preciso y directo, por ejemplo, describiendo el acto de difundir falsedades deliberadas por parte de los políticos como "mentir".

(3) La innovadora labor de Tapajós de Fato contra la desinformación se caracteriza por la "escucha profunda" y la participación de la comunidad.

Esta iniciativa está dirigida por periodistas nacidos o criados en la región amazónica. Utilizaron sus contactos con líderes de movimientos sociales para lidiar con desinformación climática, organizando sesiones de escucha activa con miembros de la comunidad para entender los cambios medioambientales que percibían los residentes y cómo afectaban a sus medios de vida.

(4) Las estrategias diversificadas de lucha contra la desinformación son más efectivas que los enfoques aislados.

Conectar estrategias editoriales, asociaciones, métodos innovadores de distribución de contenido y actividades de alfabetización mediática es fundamental para enfrentar la desinformación en un país extenso y con una población diversa, muchas veces dispersa en áreas remotas. Las asociaciones estratégicas con universidades u organizaciones de la sociedad civil pueden, por ejemplo, suplir carencias de recursos, fortaleciendo los esfuerzos en la lucha contra la desinformación.

(5) Recurrir a tecnologías de bajo alcance es una estrategia necesaria para llegar a las comunidades de baja conectividad que son vulnerables a la desinformación.

Tapajós de Fato distribuye contenidos de audio en unidades USB a comunidades sin conexión en zonas remotas. La asociación con emisoras de radio comunitarias de la región amazónica permite reproducir la información por altavoces.

(6) Los programas de diversidad, equidad e inclusión son parte de las estrategias de lucha contra la desinformación.

Estas medidas van desde la puesta en marcha de programas de prácticas para paliar la falta de periodistas no blancos en las redacciones hasta la creación de equipos compuestos exclusivamente por personas nacidas en los territorios que cubre la redacción. Cuando el staff de los medios refleja la diversidad de las comunidades a las que sirven, es más probable que se confíe en ellos.

En total, reunimos 19 conclusiones clave y 15 recomendaciones para la acción en Brasil. Expóralas aquí (en inglés).


Nuestra investigación "Desarmar la desinformación" cuenta con financiación principal de la Fundación Scripps Howard, y apoyo adicional para la investigación de opinión pública del International Fund for Public Interest Media (IFPIM) y la Fundación Gates. Nuestros estudios se publican en colaboración con la City University.

Los investigadores Nabeelah Shabbir, Waqas Ejaz, Kaylee Williams y Nermine Aboulez contribuyeron a este artículo.