Comunidades online se esfuerzan por ser más inclusivas

por Snigdha Bansal
May 19, 2021 en Seguridad digital y física
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En 2012, el entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos Mitt Romney dijo tener "carpetas (binders, en inglés) llenas de mujeres" para considerar en su posible gabinete. Además de provocar una respuesta violenta, el comentario generó una red de grupos en Facebook que promovieron la conversación abierta, el intercambio de información y otros medios para "acabar con el patriarcado". Estos incluyeron grupos de periodistas reunidos por intereses, tipos de escritura y oportunidades profesionales y geografía.

Desde 2014, estas comunidades secretas se dieron en llamar #Binders, permiten ingreso solo con invitación y tienen miembros de todo el mundo. Debido a su origen político, los grupos apuntan a crear espacios seguros manteniendo alejados a los hombres cisgénero y dando la bienvenida solo a "mujeres, escritores de identidad géneroqueer y no binarios". No se puede subestimar el impacto que han tenido en la carrera de esos autores.

La periodista uruguayo-estadounidense Lola Méndez dijo que estos grupos de Facebook ayudaron a impulsar su carrera después de que un editor que conoció mientras viajaba por Tailandia en 2017 se los presentó. “Aprendí cómo presentar correctamente propuestas, cómo negociar mis tarifas, qué es el alcance, cómo rescindir los contratos y más... Estos grupos son una forma de comunidad y virtualmente 'conocí' a muchos de mis amigos periodistas más cercanos a través de ellos".

Sin embargo, a lo largo de los años, estos grupos también han sido objeto de críticas por diversas razones, incluidas acusaciones de racismo. Muchos creen que el secretismo y pedir una invitación para ingresar promueve la vigilancia y la exclusividad, lo que afecta de manera desigual a aquellos que ya están subrepresentados en la industria de los medios.

“Hay un gran problema de racismo. He estado en medio de muchas disputas relacionadas con la raza, he visto caer algunos sub-Binders y otros duplicar su propio racismo, y muchos nuevos Binders tienen un mandato más claro para no centrarse en la fragilidad blanca", dijo el periodista indio Payal Dhar, quien comenzó a usar los grupos hace cuatro años.

Sarah Alexander, una expatriada estadounidense, propietaria de una pequeña empresa y escritora con sede en América del Sur, dijo que cualquier grupo de personas marginadas es inherentemente político. "Es infaliblemente el caso de que el racismo y el clasismo están permitidos en estos grupos".

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Hace poco un grupo con más de 30.000 miembros implosionó por aprobar ofertas de trabajo de publicaciones como Fox News. Cuando los miembros señalaron que Fox News daña activamente a las personas de color y LGBTQ+, los administradores desactivaron los comentarios en lugar de reconocerlos. Luego, declararon que no se identificaban con los fundamentos políticos sobre los que se basaba originalmente el grupo y, por lo tanto, decidieron dejar que los hombres cis se unieran, antes de finalmente archivar el grupo.

Para superar la toxicidad y la negatividad tras el incidente, algunos miembros crearon un nuevo grupo para compensar el espacio seguro que se les había quitado. Liv Monahan, periodista independiente y editora chicana con sede en Sacramento, es una de ellas. “Fue un duro recordatorio de que tener una persona en una posición de poder sobre todo un colectivo nunca es el camino a seguir, tanto en Facebook como en la vida. Ahora tenemos dos administradores junto con un equipo de moderadores interseccionales, cada uno de los cuales desempeña un papel diferente además de trabajar juntos en conjunto para garantizar que el grupo sea el espacio seguro que pretendía ser el Binder original".

Alexander también dirige un grupo similar para escritores nuevos y futuros con más de 4.000 miembros. Ella y su cofundadora garantizan la seguridad y la sensibilidad hacia los miembros marginados de muchas maneras, que incluyen adoptar una línea dura con el lenguaje racista y echar a quienes no respetan a sus compañeros.

Para que el grupo sea más inclusivo, también prohíben burlas relacionadas con las tarifas que los miembros cobran por su trabajo. “Empiezas con un centavo por palabra, bien por ti, empezaste. ¿Cómo podemos ayudarte a aumentar tu tarifa desde ahí? Saltas a cinco centavos por palabra y recomiendas a alguien que ocupe tu lugar en el trabajo de un centavo”, dijo Alexander. “Es una escalera. Le recordamos a las personas privilegiadas que otros pueden no haber tenido las mismas oportunidades que ellas tuvieron".

Renee Midrack, especialista en marketing de contenidos de Carolina del Sur, es administradora de un grupo para quienes escriben sobre salud mental. El tema ya delicado significa que Midrack y sus coadministradores deben hacer un esfuerzo adicional para garantizar que su grupo sea un espacio seguro. “Hemos tenido personas que confiaban demasiado en otros miembros del grupo para apoyo de salud mental a un nivel que era comprometedor. Abordamos esos problemas directamente con el individuo".

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En espacios que albergan a personas de una amplia variedad de orígenes e intersecciones, es probable que surjan diferencias. Sin embargo, la clave para evitar que se conviertan en una bola de nieve y una debacle es aceptar tus faltas.

“Este año comencé críticarme a mí misma y al mal comportamiento en nuestro propio grupo. Y de repente, la sensación de nuestro grupo cambió. Tuvimos miembros de color y otros con dificultades laborales que repente pasaron de ser lectores pasivos a comentar, de todo el mundo. Se sintieron seguros, finalmente, para hablar”, dijo Alexander.

La gestión de una comunidad en línea conlleva una buena cantidad de conversaciones difíciles, pero es imperativo no evitarlas.

“Nuestro equipo está conformado por mujeres y miembros no binarios de todas las zonas horarias, antecedentes e identificaciones para garantizar que, incluso dentro del grupo de moderadores y administradores, nos hacemos responsables en todo momento... Los binders son para encontrar trabajo, pero también deben ser para encontrar una comunidad y apoyarla si quieres que funcione con éxito”, dijo Monahan. “El mundo de los freelancers puede ser un lugar difícil para sobrevivir y, a menudo, nos ponen en posiciones de competencia en lugar de conectarnos entre nosotros. Nuestra misión con este binder es ser humanos primero y escritores en segundo lugar".


Snigdha Bansal es una periodista freelance de India, actualmente radicado en Amsterdam. Escribe sobre cultura, identidad y salud mental.

Foto de Nick Morrison en Unsplash.