La pandemia del COVID-19 tuvo un fuerte impacto en la economía del mundo. En este escenario, organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) vaticinan caídas históricas del producto interno bruto (PIB) para fines de 2020.
La emergencia afectó notoriamente (y en simultáneo) a los principales sectores que forman parte de la actividad económica de los diferentes países de Sudamérica. Así, las noticias relacionadas a estos segmentos y sus análisis adquirieron cada vez más preponderancia, por lo que el periodismo económico enfrentó un enorme desafío.
Para los comunicadores de la región, la situación dejó varias lecciones aprendidas de cara al futuro:
1- La tecnología (actualmente) es clave para hacer periodismo
Samuel Acosta, editor general del medio especializado 5 días de Paraguay, asegura que la tecnología ayudó bastante a mantener el ritmo informativo en una época en que se vieron obligados a mantener distancia. “Aprendimos muchísimo sobre cómo ser más eficientes con los tiempos y a usar nuevas herramientas que nos permitieron solucionar barreras físicas”, refiere.
Asimismo, indica que la pandemia ayudó a entender que las redes sociales se configuran como una forma más potente de llegar a los lectores en la actualidad. Con base en esta premisa, 5 días modificó sus circuitos de publicación de noticias.
[Lee más: Consejos para cubrir las consecuencias económicas de la pandemia]
“Anteriormente, teníamos una información que sabíamos era exclusiva o un dato que solo nosotros manejamos y primero iba al impreso, luego a la web y por último a las redes, hoy es a la inversa”, explica.
2- El periodismo debe dar voz a todos los sectores económicos
Otro efecto notorio de la pandemia fue el mayor protagonismo que adquirieron ciertos sectores de la economía de cada uno de los países que anteriormente no gozaban de tanta repercusión, además del fuerte incremento de la cantidad de información que generaban.
Como ejemplo, Acosta comenta que, incluso antes de la crisis sanitaria, 5 días tenía una página exclusiva sobre las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de Paraguay y lo que más costaba cada día era conseguir datos sobre estas. “El impacto que sufrieron estas empresas, sin lugar a dudas, puso una atención especial no solo de las autoridades gubernamentales, también de los mismos medios de comunicación”, analiza.
3- La formación es clave para cubrir temas vinculados a la economía
Desde Venezuela, Ginette González, periodista especializada en temas económicos y directora del portal Descifrado, dice que la pandemia motivó una profundización de la crisis en el país. “El COVID-19 ha sido como el tiro de gracia para los sectores económicos que sobrevivían”, expresa.
González sostiene que la comprensión de los hechos económicos en Venezuela no es fácil y que se requiere de mucha pedagogía para explicar la dinámica de las fuerzas productivas. “La lección que queda es la necesidad urgente de formar a nuevas generaciones de periodismo económico”, manifiesta.
[Lee más: Consejos para cubrir temas económicos para periodistas no especializados]
“La formación de una generación de relevo no ha sido posible en esta fuente, pues la emigración dejó un gran vacío entre los periodistas con 20 o más años de experiencia y aquellos que recién empiezan, quienes no cuentan con el conocimiento ni la práctica para conectar hechos, revelar sus orígenes y proyectar consecuencias”, añade.
4- Las cifras (sobre todo oficiales) no siempre responden a la realidad
Otro aspecto al que hace alusión Ginette González es a la dificultad de acceso a la información y la calidad de la misma. “En Venezuela se trabaja con cifras económicas de consultoras y organismos internacionales (cuando las hay). La información estadística pública es inexistente o está fuertemente viciada”, expone.
“Las fuentes oficiales no publican la información, mientras que la data privada presentaba graves problemas de metodología que impedían sacar conclusiones sobre cualquier variable”, agrega, al tiempo de señalar la importancia de que los datos guarden la mayor relación posible con la realidad que las personas viven.
5- Los contactos son sumamente importantes (mucho más a la distancia)
Arthur Cagliari, quien forma parte del medio Folha de São Paulo, Brasil, considera que la pandemia demostró que es posible hacer buen periodismo inclusive con las limitaciones del distanciamiento social. A su parecer, elevar el número de contactos colabora para que en situaciones como la actual “sea fácil acudir a fuentes para obtener información”.
Pero lo difícil, dice a renglón seguido, es trabajar en la colección de fuentes en circunstancias como las que precisamente plantea el nuevo coronavirus. “Una cosa mala de este periodo fue la falta de contacto personal durante eventos de prensa”, acota.
La cobertura sobre la crisis económica derivada del COVID-19 todavía se configura como algo complejo, pero ya dejó cosas aprendidas de cara al futuro.
Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Nick Morrison.