A principios de 2022, la Autoridad Reguladora de las Comunicaciones de Malawi (MACRA) llamó a decenas de emisoras y empresas de mensajería a pagar las tasas anuales de licencia. Al no hacerlo, se revocaron las licencias de medios como Rainbow Television, Angalimba Television, Ufulu Television, Angaliba FM, Capital Radio, Sapitwa FM, Joy Radio, Ufulu FM y Galaxy FM.
De aquí a finales de año, se espera que hasta 30 emisoras cierren como consecuencia de la decisión. Cerca de 250 empleados de tres canales de televisión y seis emisoras de radio ya han perdido sus puestos de trabajo.
En un intento de convencer al organismo regulador del gobierno de Malawi de que reconsidere esos cierres, la sección Malawi del Instituto de Medios de Comunicación de África Austral (MISA) se dirigió a la Comisión Parlamentaria de Medios para exponer su caso, argumentando que la crisis económica que atraviesa el país, consecuencia de la pandemia de COVID-19, no ha perdonado al sector de los medios de comunicación.
La organización dijo que las tasas anuales, que cuestan el equivalente a US$5.000, son exorbitantes, 10 veces más caras que los costos de los hoteles de alta gama y la admisión en hospitales privados. "La revocación de las licencias es demasiado drástica y puede interpretarse como una violación sistemática de la libertad de expresión en el país", argumentó MISA.
La decisión de cerrar medios de comunicación ya está teniendo efectos adversos en los periodistas de Malawi, y alienta la posibilidad de que se produzcan nuevos trastornos en el joven ecosistema mediático del país en los próximos meses.
Consecuencias para los periodistas de Malawi
Los periodistas de Malawi han cuestionado la decisión de cerrar medios y lo que significa para la libertad de prensa en el país.
Aubrey Kusakala, exdirector de Rainbow Television, ahora cerrada, ha dicho que, aunque el medio consiguió pagar sus tasas unos días después de la fecha de vencimiento del aviso, los intentos de negociar con el organismo regulador para evitar el cierre resultaron inútiles. De acuerdo con Kusakala, el hecho de que Rainbow Television no pagara el canon a tiempo se debió en parte a que los anunciantes no efectuaron sus pagos a la emisora. Entre ellos se encontraban los departamentos gubernamentales que debían anuncios sobre las medidas sanitarias para contener el COVID-19.
Dado que Rainbow Television ha sido crítico con el gobierno, incluyendo la cobertura de acusaciones de corrupción, Kusakala no descarta que la decisión de cerrar la emisora tenga motivaciones políticas. Añadió que el regulador les aconsejó que pidieran una prórroga si creían que no iban a poder pagar en el plazo previsto. En lugar de la prórroga, recibieron una carta en la que se les revocaba la licencia de emisión.
"Parece una justicia selectiva. Si consideramos todo el asunto, no podemos presentar una nueva solicitud de licencia porque no podemos luchar contra el gobierno", dijo Kusakala. "Tuvimos que despedir los empleados porque, aunque presentemos una nueva solicitud, no creemos que nos otorguen la licencia. Creemos que todo es político".
Jimmy Kainja, especialista en medios y profesor de la Universidad de Malawi, afirma que, aunque el organismo regulador parece limitarse a aplicar la ley tal y como está escrita, no se entiende por qué se ha tardado tanto en decidir el cierre de las emisoras.
"La MACRA debería asumir la culpa, pero también tenemos que mirar a las propias emisoras, ya que tienen la obligación de pagar las licencias en función de las condiciones que se les imponen", dice. Para Kainja, la situación es un reflejo de la sostenibilidad del periodismo en el país. "También tenemos que analizar qué tipo de modelo de negocio existe para que las emisoras sobrevivan en el sector".
La MACRA ha negado cualquier interferencia política en su decisión. En un comunicado publicado a principios de septiembre, el organismo dijo que estudiaría una nueva solicitud de licencia de Capital FM Radio, y luego se la otorgó. La MACRA aplaudió además el "enfoque profesional" de la emisora al "cumplir con sus obligaciones de licencia e implora a las demás que hagan lo mismo".
De acuerdo con Kusakala, Rainbow Television no recibió el mismo trato, y licencia nunca se debatió en la reunión del consejo de administración de MACRA, como se había prometido.
En una carta anterior a la reunión parlamentaria, dirigida al presidente de Malawi, Lazarus Chakwera, MISA advirtió que el cierre de las emisoras supondría un riesgo para los avances que el país ha hecho en materia de libertad de prensa desde que reintrodujo la democracia multipartidista en 1993.
"Entendemos que el pago de las licencias forma parte de la normativa, pero en lugar de cerrar las emisoras, es necesario comprometerlas y llegar a una situación en la que todos salgan ganando. La revocación de las licencias es demasiado drástica y tiene un efecto paralizante sobre la libertad de expresión", declaró Golden Maunganidze, presidente de MISA.
Libertad de prensa en Malawi
Otros 500 empleados de medios de comunicación perderán su empleo a fines de este año si la Autoridad Reguladora de las Comunicaciones de Malawi cierra otras tres emisoras de televisión y 17 emisoras de radio que se han retrasado en el pago de las tasas. Estos cierres se producen en un momento en que la libertad de prensa en el país —a pesar de los recientes avances positivos, como la aplicación de una nueva Ley de Acceso a la Información— sigue siendo inestable.
Si bien el actual presidente Chakwera ganó las elecciones de 2020 con la promesa de "limpiar los escombros de la corrupción" y de respetar el Estado de derecho, el escrutinio de los medios y de la opinión pública ha aumentado a medida que se multiplican las denuncias de corrupción por parte de altos cargos del gobierno. Cuando los críticos, incluidos clérigos, periodistas y líderes de la sociedad civil, han señalado casos de corrupción, se han encontrado con la hostilidad del gobierno.
A principios de este año, MISA Malawi publicó una declaración en la que condenaba lo que describía como una mayor animosidad del gobierno hacia los medios críticos. La declaración detallaba casos de acoso a periodistas, entre ellos el de un reportero del Instituto de Periodismo de Malawi que fue agredido verbalmente por un ministro durante una rueda de prensa.
"Estos y otros casos de censura y ataques en línea y fuera de línea a periodistas y voces críticas están suprimiendo la libertad de prensa, la libertad de expresión y otras formas legítimas de disidencia, lo que es muy triste para nuestra democracia", declaró la organización.
Imagen de nchenga en Flickr, con licencia Creative Commons.