La Red de Investigaciones de los Bosques Tropicales (RIN) preguntó a sus becarios de 2022 sobre las metodologías innovadoras que hay detrás de sus impactantes coberturas. A continuación ofrecemos una versión abreviada de la guía completa, publicada en el sitio web del Pulitzer Center. Puedes leer nuestra primera entrega aquí.
Un informe de 2021 del Fondo Mundial para la Naturaleza reveló que las importaciones de China representaban una mayor parte de la deforestación tropical causada por el comercio internacional que la suma de Estados Unidos y Europa. Nuestra investigación exploró cómo tales cantidades masivas de productos ingresaban a China.
Nos centramos en la China Oil and Foodstuffs Corporation, Cofco. Esta empresa estatal tiene unos ingresos anuales de más de US$110.000, y su ala comercial de materias primas, Cofco International, importa enormes volúmenes de soja, aceite de palma y otros productos de Brasil, Indonesia y otros países con selvas tropicales.
Nuestra hipótesis era que, a pesar de sus promesas públicas, las cadenas de suministro de Cofco estaban vinculadas con la deforestación. Sospechábamos que Cofco no estaba llevando a cabo la debida diligencia en relación con sus proveedores para excluir granjas que habían talado selvas tropicales, y que no estaba aplicando de manera adecuada las estrictas políticas de cadena de suministro a las que se había comprometido en papel.
Conectando a la empresa con la deforestación
Encontramos los primeros indicios de que las cadenas de suministro de Cofco estaban vinculadas con la deforestación en documentos de dominio público e informes de grupos ecologistas. Quisimos profundizar particularmente en la exposición de Cofco a la deforestación en sus cadenas de suministro de soja brasileña.
Para ello, rastreamos documentos de acceso público que nos proporcionaron una muestra de las ventas de los productores de soja a Nutrade Comercial Exportadora, una empresa intermediaria que entregaba granos a Cofco International y a otros comerciantes de Brasil. Cofco no hace públicos sus proveedores de soja, pero estos documentos permitieron identificar a sus proveedores indirectos: los que no tenían una relación directa con Cofco, sino que vendían el producto a comerciantes locales que a su vez lo vendían a Cofco.
Una vez que tuvimos la lista de los proveedores indirectos de Cofco a partir del raspado de estos documentos de venta, empezamos a investigar los delitos medioambientales relacionados con esos productores. Para ello, buscamos a los proveedores en bases de datos públicas, como la lista de embargos impuestos por la agencia federal de medio ambiente IBAMA, y los embargos impuestos a nivel estatal por la Agencia Estatal de Medio Ambiente de Mato Grosso (SEMA). También investigamos los nombres de estos proveedores indirectos en bases de datos de información territorial, como Sigef, el sistema de datos catastrales del Incra, la agencia territorial de Brasil, y CAR, el Registro Ambiental Rural de propiedades de Brasil.
Nuestro análisis de Cofco y 86 de sus proveedores de soja en Mato Grosso reveló que 15 proveedores habían sido multados o embargados por infracciones recientes. Al menos cinco, y hasta 11 de esos 15 proveedores estaban sometidos a un embargo activo durante el tiempo en que Cofco hizo negocios con ellos. Era importante comprobar si el embargo estaba activo en el momento en que se compró la soja.
Otra herramienta importante que utilizamos fue la función "superficie plantada con soja" de Global Forest Watch, que nos permitió ver si se cultivaba soja en zonas que habían sido deforestadas. En uno de nuestros casos clave, en el que estaba implicado el terrateniente Joao Luiz Lazarotto, esta función nos ofreció fuertes indicios de que no sólo había talado bosques (polígono rojo), sino que también había convertido esas tierras en plantaciones de soja (verde oliva en la imagen de la derecha).
Revisamos las políticas de la cadena de suministro de Cofco y descubrimos que los casos que habíamos identificado parecían incumplir varios compromisos de la empresa, entre ellos su Código de Conducta, el Código de Conducta para Proveedores, la Política de Abastecimiento Sostenible de Soja y la Política de Abastecimiento Sostenible de Aceite de Palma.
Reporteo sobre el terreno
Para confirmar nuestro análisis e informar sobre las condiciones sobre el terreno, visitamos tres explotaciones de Mato Grosso que habíamos identificado como proveedores de Cofco vinculados en la deforestación y pedimos entrevistas con los terratenientes.
Una de nuestras entrevistas clave fue con Lazarotto, un próspero terrateniente que, según mostraban las imágenes satelitales, había talado 650 hectáreas de bosques de su propiedad en 2017. Lazarotto tenía permiso legal para talar esas tierras, pero sus acciones violaban las condiciones de la Moratoria de la Soja, un acuerdo entre los principales comerciantes de soja para no comprar soja cultivada en tierras recientemente deforestadas en el Amazonas. Cofco es signataria de la Moratoria de la Soja.
Lazarotto admitió abiertamente haber talado la tierra en cuestión. Se quejó de que su mayor comprador, el Grupo Amaggi, se negara a comprar la soja cultivada en la zona de su propiedad debido a la moratoria. Pero Cofco, su segundo mayor comprador, seguía haciendo negocios como de costumbre y no le había pedido que retirara la soja cultivada en tierras deforestadas.
Respuestas a las denegaciones
Para nuestra sorpresa, Cofco respondió a nuestra investigación inicial afirmando que nunca había comprado soja a ninguna de las tres explotaciones en cuestión. Cuando le enviamos los recibos de sus compras, Cofco cambió de postura. Dijo que había comprado a esos propietarios, pero que sus compras procedían de secciones de su propiedad que estaban registradas por separado de las zonas deforestadas. Aseguró que estas secciones eran de hecho explotaciones distintas y que, por lo tanto, no había comprado soja cultivada en tierras deforestadas.
Expertos nos dijeron que esas afirmaciones no tenían sentido si las explotaciones en cuestión seguían siendo una única operación. Dividir la tierra en diferentes registros, dijeron, era una estrategia para engañar al sistema, ya que habilitaba a los terratenientes que talaban los bosques a vender productos marcando sus ventas como procedentes de una sección "limpia" de la explotación.
Pero todavía teníamos que demostrar que esas explotaciones eran una sola. Utilizamos imágenes satelitales de Planet Explorer (acceso especial a través del programa NICFI) para demostrar visualmente que las propiedades eran realmente una sola explotación debido a la ausencia de lindes entre las distintas secciones registradas.
Otra evidencia clave fueron los silos de granos. Descubrimos que los únicos silos de la propiedad se encontraban en la sección "limpia" de la explotación, lo que significa que los granos estaban probablemente mezclados y todos marcados como procedentes de la zona que cumplía las normas.
Este artículo fue publicado originalmente por el Pulitzer Center y es reproducido en IJNet con permiso.
Imagen de roya ann miller en Unsplash.