En Pakistán cubrir temas de religión es una tarea riesgosa. Muchos periodistas han tenido que esconderse o auto exiliarse debido a amenazas recibidas por artículos que han escrito o por comentarios que han hecho al aire.
El prominente presentador televisivo y columnista Raza Rumi huyó a Estados Unidos después de haber sobrevivido a una balacera que mató a su chofer e hirió a su guardaespaldas en marzo de 2014, en Lahore.
“Cuestionar el tratamiento hacia los grupos marginalizados es suficiente para que los extremistas te etiqueten de apóstata en la República Islámica”, dice Rumi, que es becario de la Fundación Nacional para la Democracia de Estados Unidos. Este periodista sigue escribiendo sobre temas de religión para los medios de su país y continúa recibiendo amenazas, aun en el exilio.
Los ataques violentos contra las minorías religiosas aumentaron en Pakistán el año pasado, de acuerdo con un informe de Human Rights Watch (HRW) publicado en enero. El gobierno “hizo poco en 2014 para frenar el aumento de asesinatos y la represión por parte de grupos extremistas que embisten contra las minorías religiosas”, escribió Phelim Kine, subdirector de HRW para Asia.
Los periodistas paquistaníes son vulnerables en dos frentes: los fanáticos amenazan con matarlos por coberturas consideradas herejes o por faltarle el respeto al islam, mientras las cortes los culpan de blasfemia y los amenazan con enviarlos a prisión.
El año pasado, Shoaib Adil, un editor y redactor responsable de una revista de Lahore, desapareció de la vida pública después de que se presentaran cargos de blasfemia en su contra. De acuerdo con un artículo de la BBC, Adil había sido un activo crítico del militarismo religioso.
A mediados de mayo intercambié correos electrónicos con Waqas A. Khan, un periodista paquistaní que conocí el verano pasado, cuando participó en un programa de intercambio patrocinado por el Centro Internacional para Periodistas. Sus reportajes sobre la violencia contra las minorías cristianas y musulmanas le han valido incontables amenazas, algunas más serias que otras.
Tener una “perspectiva imparcial sobre la religión” es tabú en Pakistán y puede “costarte tu vida”, escribió Khan, jefe de redacción de dos periódicos: The Nation y Daily Pakistan Observer, situados en Kasur, un distrito a 68 kilómetros de Lahore.
Los periodistas paquistaníes no están solos. Brian Pellot, director de estrategia global del Religion News Service, señaló que “el 47% de los países tienen leyes que penalizan la blasfemia, la apostasía o la difamación de la religión. En muchos de estos países, blogueros y periodistas son censurados, arrestados o asesinados sencillamente por informar sobre los hechos de una historia determinada”.
Los periodistas necesitan cubrir temas relacionados con la religión, incluso cuando es riesgoso, para que las autoridades rindan cuentas y para ayudar a distinguir los rumores peligrosos de la realidad, dice Pellot. “Sin periodistas profesionales que distingan la realidad de la ficción, los usuarios de redes sociales y los blogueros irresponsables suelen avivar las llamas del conflicto", escribió en un correo electrónico.
Pellot ofrece los siguientes cinco consejos de supervivencia para cubrir temas relacionados con la religión en entornos peligrosos:
Conoce los límites
Para ir más allá de los límites, primero debes entenderlos. La libertad de expresión está notoriamente subvalorada en muchos países. Aprende las leyes locales y las sensibilidades culturales para saber qué se considera tabú antes de meterte en problemas.
Deja que las fuentes digan lo que tú no puedes decir
Incluye voces alternativas en tu cobertura: gente que puede expresar ideas y opiniones que tú no puedes expresar, o que representen identidades que a menudo están ausentes o distorsionadas por la prensa. Esto puede sonar a un principio básico del buen periodismo —lo es—, pero también es una manera poderosa de difundir el disentimiento o resaltar controversias y debates locales. Solo asegúrate de que incluir tales voces no pondrá en riesgo a tus fuentes.
No firmes
Si te interesa más informar sobre hechos o emitir tus opiniones que ver tu firma publicada, considera escribir de manera anónima o bajo un seudónimo. Pero no creas ni por un segundo que esto te volverá totalmente intocable.
Si estás informando sobre temas sensibles debes tomar todas las precauciones posibles para evitar ser seguido, rastreado o identificado. Si fallas en eso, no solo estás comprometiendo tu propia seguridad, sino también la de tus fuentes. Comienza por aprender algunos consejos básicos de privacidad en Electronic Frontier Foundation, Tor, Privacy International y Access Now.
Informa desde el exilio
No es lo ideal, pero informar desde el exilio es a menudo una opción necesaria. Si periodistas y ciudadanos no pueden cubrir determinados asuntos de religión dentro de sus países, pueden elegir brindar información de manera segura y anónima a extranjeros que tengan muchos seguidores internacionales. Los periodistas que viven y trabajan en el extranjero también deben considerar la seguridad de sus familias, amigos, colegas y fuentes que están en sus países de origen. IranWire es un gran ejemplo de este tipo de cobertura.
Escribe entre líneas
Si te preocupa la censura automática de palabras clave online, sé creativo. Internautas de China, por ejemplo, se han referido al incidente en la plaza Tiananmén del 4 de junio de 1989 como “el 35 de mayo”. Tal ocultamiento es solo un recurso temporal hasta que se den cuenta los censores, pero si tus lectores saben a qué te refieres, inténtalo.
Imagen de la mezquita de Badshahi en Pakistán con licencia Creative Commons en Flickr, vía zerega.