Para muchos de nosotros, los podcasts son esenciales para informarnos: noticieros, coberturas e investigaciones que podemos escuchar mientras viajamos en tren o paseamos, hacemos tareas domésticas, nos despertamos o nos vamos a dormir.
Pero el formato que se popularizó para hacernos escuchar está experimentando otro cambio: algunos podcasts se están volviendo visuales.
YouTube se ha convertido en una gran plataforma de escucha: en Estados Unidos es ahora la principal plataforma de podcasts, según el último Informe de Noticias Digitales del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo. Y la plataforma ocupa el segundo lugar de popularidad en Australia y Alemania.
Mientras que algunos podcasts que aparecen en YouTube solo contienen una imagen en miniatura para los ojos hambrientos, otros se graban íntegramente en un estudio. Cada vez más, los aficionados a los podcasts tienen la opción de escucharlos en Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts o "verlos en YouTube".
"Ver", en este caso, significa ver al presentador del podcast y al entrevistado mientras hablan en un estudio de grabación. El micrófono sigue siendo protagonista, y lo que se oye en el podcast es exactamente lo mismo que se oye en el video; el "extra" es que puedes ver al presentador, sus expresiones faciales, las pausas.
"Ya no se puede grabar en un armario", dice Dinos Sofos, exjefe de podcasts de la BBC y fundador de Persephonica, que produce el podcast The News Agents. "Tener una estrategia de video pasó a ser importante".
Eso podría significar "cámaras, iluminación, maquillaje", añadió durante su intervención en el Podcast Show de Londres en mayo pasado. "No estás produciendo un programa de televisión", reconoció Sofos. "Supone mucho menos trabajo de mantenimiento".
Pero no es lo mismo grabar un podcast de tertulia que hacer periodismo de investigación. ¿Se pueden contar historias narrativas detalladas y complejas en un video podcast? ¿No destruiría la esencia misma de lo que hizo tan populares a los podcasts de investigación en primer lugar: la intimidad entre narrador y oyente, el tiempo para desplegar historias complejas, la capacidad de poner al micrófono a gente que no aceptaría ir a la televisión?
Todas las personas entrevistadas por GIJN para este artículo tenían muy claro que los podcasts visuales no pueden ser largometrajes de televisión, que requieren presupuestos infinitamente más altos y equipos más grandes.
"Llevar un podcast de audio a video requiere inversión, tiempo y dinero", dice Raphael Rowe, experiodista de investigación de la BBC que acaba de añadir una oferta en YouTube a su podcast Second Chance. Pero, dice, hay posibilidades de hacerlo sin comprometer completamente el formato original de audio.
"Algunos de mis espectadores me preguntaron si podía grabar en video a algunos de los invitados", una opción intermedia que evita tener que contar con un equipo de rodaje completo y un gran presupuesto de edición, explica. Aunque fue "una gran decisión, porque muchas de las personas que invitamos hablan de temas delicados", al final decidió que el video puede beneficiar las historias.
"Cuando hablo con alguien que intenta decir que no tenía intención de matar a su hija, escuchar a esa persona puede caerle mal a alguien. Viéndola, puede que la entiendan de otra manera", explica a GIJN. "Dado que mi mantra consiste realmente en cambiar la manera en que se cuentan las cosas, una cosa es hacerlo a través de la narración y otra a partir de la expresión".
Sam Austin, responsable de audio de la agencia de comunicación Goodstuff, aconseja a los creadores de podcasts que encuentren a su público en las plataformas en las que ya están. "El público más joven llega a los podcasts desde redes como TikTok e Instagram", explicó en el Podcast Show. "Los podcasts encuentran nuevas audiencias en plataformas visuales, las redes son realmente importantes. La gente hoy escucha de manera diferente; no se trata solo del audio sino de lo visual".
El giro hacia los podcasts visuales o video poscasts no es del agrado de todo el mundo: Helena Wadia, copresentadora del podcast Media Storm, dijo en el mismo panel: "¿A alguien más le resulta molesto que éste sea un formato de audio y ahora tenga que ser de video?".
Pero, como señaló su colega Mathilda Mallinson, las redes sociales y sus algoritmos premian el contenido visual. Un tramo reciente de la financiación que recibió el dúo se destinó íntegramente al video y, de acuerdo con Mallinson, ha funcionado.
"Mucha gente consume podcasts sentándose y mirándolos", dijo la presentadora Jordan Theresa en el panel The Unstoppable Rise of the Visual Podcast. Ahora produce un episodio mensual de su programa "Voicenotes" en formato de video podcast en YouTube, que está guionizado, planificado y filmado con altos valores de producción. Además, graba un podcast de audio semanal, que se filma al mismo tiempo que graba la versión exclusivamente en audio.
"La gente se siente más conectada. Da la sensación de haber creado una verdadera comunidad. Si te limitas a ponerlo en Spotify, estás eliminando a una buena parte de la audiencia", explicó Theresa.
Un informe, basado en una encuesta de 2022 a aficionados a los podcasts en Estados Unidos, reveló que el número de personas que prefieren los video podcasts va en aumento, y casi seis de cada 10 oyentes semanales de podcasts afirman que prefieren los podcasts con vídeo. Alrededor del 28% dice que le gusta un podcast que pueda "ver activamente" mientras escucha, mientras que el 29% dice que le gusta tener el video de fondo. El 43% prefiere el audio solo.
En YouTube los podcasts con video tienen mejores resultados. Según su página de creadores, los podcasts "que presentaban a los anfitriones en video" recibieron el doble de visitas que los que utilizaban una visualización estática.
Aun así, no todos los podcasts de investigación pueden funcionar en formato de video. Mike Newman, vicepresidente de contenidos y asociaciones en Reino Unido de Audioboom, una plataforma mundial de podcasting, afirma: "Serial, la Marvel de nuestro medio, no es un podcast que pueda visualizarse. No va a funcionar".
Sin embargo, Newman explicó a GIJN que hay formas de dotar a los podcasts de investigación de un elemento visual. "Si tienes un podcast de periodismo de investigación, ¿necesitas colgar todo el episodio de 45 minutos o basta con una entrevista de cinco minutos que sea el núcleo de tu podcast?", señaló. "No se trata de colgarlo entero en YouTube como versión 'visual' de tu podcast".
"Cuando era adolescente, lo más importante eran los cortes del director; la gente a la que le gustaba la película iba a comprarla otra vez para ver el material extra, lo que se había cortado y los comentarios del director", explica Newman. "En el podcasting lo vemos como un modelo: ¿cuál es el beneficio extra? No todo el mundo lo querrá, pero sí un gran número de personas. ¿Qué puedes ofrecerles, qué extra puedes aportarles? Tal vez eso sea lo que no necesitamos como productores".
Maeve McClenaghan, periodista de investigación de The Guardian y presentadora del podcast Tip Off, que se adentra entre bastidores en grandes reportajes de investigación, secundó esta idea de que podría existir una opción híbrida: un producto que cubra el "gran vacío existente entre un documental completo y un audio solo".
El público que escucha podcasts de investigación, dijo, "puede que no quiera estar delante del ordenador durante 30 o 40 minutos". Pero, ¿hay un hueco? ¿Hay espacio para un resumen? Sería interesante ver cómo se involucra el público".
Georgia Catt, productora de los podcasts de investigación The Missing Cryptoqueen y Burn Wild, también advierte de que, en términos de producción, hay consideraciones de sensibilidad que es preciso tener en cuenta en los podcasts de investigación.
"Lo que me gusta de la narrativa de investigación en audio es que te habla gente que no querría hablar ante la cámara". El audio también da a los periodistas la oportunidad de ser "realmente ágiles. Puedes llegar a algún sitio relativamente rápido", afirma. "Pero creo que el elemento visual podría funcionar. Siempre que no se interponga en el camino del periodista y la historia".
Rhian Roberts, editora de podcasts de BBC Radio 3 y BBC Radio 4, afirma que un modelo que ha funcionado bien en la BBC es emparejar un documental filmado con un podcast, modelo que utilizaron para A Very British Cult. Hacer el documental al mismo tiempo significa que el equipo tiene "un montón de recursos visuales" para promover el contenido de audio, dijo. "Tener que encontrarlos episodio a episodio es muy difícil".
Mientras algunos productores y presentadores de podcasts se estremecen al pensar en términos de video, otros ven en este cambio una oportunidad de llegar a un público nuevo y, sobre todo, más joven, la última iteración de un panorama mediático en constante cambio.
"Hubo un tiempo en que solo había cuatro o cinco canales de televisión y radio, y luego aparecieron los canales de streaming", señaló Rowe. "Antes había periódicos que te manchaban los dedos de tinta al pasar las páginas, ahora puedes leer tu periódico en el iPad. Hay que avanzar con los tiempos y el video podcasting es otra de esas oportunidades".
Este artículo fue publicado originalmente por GIJN y es reproducido en IJNet con permiso.
Foto de Sam McGhee en Unsplash.