Comienza un año que, sin duda, planteará nuevos desafíos a los periodistas de todo el mundo.
Dentro de una semana, Donald Trump volverá al poder en Estados Unidos; la guerra entre Israel y Hamás continúa, al igual que la invasión rusa de Ucrania, y cada vez más periodistas y redacciones se ven obligados a trasladarse e informar desde el exilio. Mientras tanto, la viabilidad de los medios de comunicación sigue siendo una de las principales preocupaciones del sector, y las tecnologías y herramientas de IA continúan progresando.
En este arranque de 2025, preguntamos a tres becarios Knight del ICFJ cuáles son sus perspectivas para el nuevo año y qué retos y oportunidades podemos esperar. También ofrecieron consejos para que estudiantes y periodistas que recién comienzan su carrera tengan éxito en la industria actual.
Estas son las reflexiones de Mattia Peretti, diseñador de experiencias de aprendizaje y director de proyectos; Daniel Nardin, de Amazonia Vox; y José J. Nieves, de El Toque.
¿Qué desafíos y oportunidades como periodista esperas encontrar en 2025?
Mattia Peretti
En todo el sector, cada vez más gente se plantea las preguntas fundamentales que Anita Li —editora y directora general de The Green Line— compartió con Nieman Lab para 2025: "¿Por qué los periodistas hacemos lo que hacemos? ¿Cuál es nuestro valor fundamental? ¿Y cómo trasladamos ese valor al público de forma clara y accesible?".
Debemos seguir haciéndonos estas preguntas y plantearnos sin descanso qué valor podemos aportar a las personas a las que estamos aquí para servir. Nuestra misión debe seguir evolucionando de "informar al público" a ayudar a las personas a orientar sus vidas y participar de forma significativa en sus comunidades.
En 2025, mi propia misión sigue siendo apoyar el creciente movimiento que trabaja para reinventar el periodismo poniendo las necesidades y la curiosidad de las personas en el centro de todo lo que hacemos.
Daniel Nardin
Creo que la inteligencia artificial seguirá prosperando, pero puede empezar a crear cierta fatiga respecto a la producción de contenidos en sí. Debemos recordar que el periodismo se nutre de historias reales de personas reales, y apuesto a que los casos y personajes históricamente postergados e invisibilizados serán objeto de un renovado interés y se convertirán en un rasgo distintivo del periodismo comprometido, responsable y original.
En este sentido, aunque la búsqueda de cifras y tendencias domine gran parte de la agenda informativa, hay espacio para el crecimiento y la visibilidad de historias auténticas y reales protagonizadas por voces locales ajenas a la corriente dominante.
Esto se ve de manera clara con el aumento de la temperatura media mundial en los últimos años, mucha retórica y poca acción, y las repercusiones del cambio climático en las poblaciones, sobre todo del Sur Global. Creo que la cobertura del clima ganará aún más protagonismo, sobre todo en un año marcado por grandes acontecimientos geopolíticos internacionales, que despiertan expectativas sobre decisiones que pueden repercutir en todo el mundo. Sin embargo, con el periodismo debemos ir más allá de los discursos y declaraciones oficiales y poner por fin a las personas y sus voces en el centro.
José J. Nieves
Este año, dos grandes oportunidades —que también suponen grandes retos— son especialmente relevantes para mí y para mi equipo. La primera es la oportunidad de demostrar que el periodismo, como servicio público, también puede ser un negocio sostenible.
En los últimos cuatro años, nuestro equipo de El Toque ha desarrollado un servicio innovador: un rastreador del mercado informal de divisas en Cuba, impulsado por inteligencia artificial. Este producto de gran impacto nos ha enseñado que el periodismo no consiste solo en contar historias convincentes; también puede adoptar la forma de herramientas prácticas que aborden necesidades importantes en la vida de nuestra audiencia, como una calculadora o una visualización de datos. Hasta ahora, hemos ofrecido esta información de manera gratuita, manteniéndola gracias a subvenciones. Sin embargo, en los próximos meses probaremos modelos de monetización para demostrar —a nosotros mismos y al sector— que una publicación sin fines de lucro puede generar ingresos comerciales manteniendo su misión e independencia. Para un proyecto que ha dependido principalmente de subvenciones durante más de una década, se trata de un paso ambicioso y emocionante.
El segundo desafío es igualmente motivante: poner a prueba una hipótesis que estamos explorando como periodistas en el exilio. Creemos que estos medios pueden descubrir nuevas fuentes de ingresos desarrollando productos o contenidos que satisfagan las necesidades de las comunidades de la diáspora en las que se instalan en busca de seguridad.
Muchos de estos medios operan con el punto de mira puesto en sus países de origen, trabajando para romper la censura y combatir los regímenes autoritarios que los obligaron a marcharse. Sin embargo, esta visión de larga distancia a veces nos ciega ante las oportunidades que tenemos justo delante: los exiliados y los emigrantes, como nosotros, también se enfrentan a necesidades de información ligadas a sus nuevas realidades en las comunidades de acogida.
Creo que existe una oportunidad real para que los medios en el exilio desarrollen contenidos o verticales que funcionen como medios locales, al servicio de comunidades definidas no solo por su geografía, sino también por su identidad cultural y étnica. En nuestro caso, esto significa conectar más profundamente con la comunidad cubano-estadounidense, ofrecer información que aborde su nueva realidad y explorar modelos de negocio propios de los medios locales, distintos de los que apoyan a los medios que sirven exclusivamente en sus países de origen.
Estas dos aspiraciones —buscar la sostenibilidad mediante ingresos comerciales y crear productos para las comunidades de la diáspora— representan una evolución de mi misión. En 2025, sigo comprometido con el desarrollo de estrategias que fortalezcan a la prensa en el exilio, una tarea que sigue llenándome de entusiasmo y propósito.
¿Qué habilidades, herramientas y recursos deben adquirir los estudiantes de periodismo y los profesionales que inician su carrera para triunfar en la industria?
Peretti
Lo más importante para los estudiantes de periodismo y los periodistas que empiezan su carrera no es una herramienta o una habilidad específica, sino aceptar que ser periodista no significa solo crear contenidos, sean de texto, audio o video.
El sector necesita más gente que quiera trabajar en periodismo por el deseo de entender lo que necesita el público, cómo podemos escucharlo con mayor eficacia y hacerlo sentir parte, y de hecho ser parte, de lo que hacemos.
Si quieres marcar la diferencia en el periodismo de hoy, empieza por reconocer que nunca se concibió como un mero ejercicio de creación de contenidos. El periodismo es un servicio a las personas y a nuestras sociedades.
Nardin
Los conocimientos especializados en un área concreta siguen siendo un elemento diferenciador. Ya sea en campos como la inteligencia artificial, el cambio climático, los conflictos internacionales o los refugiados, unos conocimientos técnicos profundos son una ventaja decisiva frente a la homogeneización superficial de los contenidos impulsada por algoritmos.
Además, como viene siendo una tendencia creciente desde hace algunos años, contar con competencias multimedia y multiplataforma —comprender diferentes técnicas de adaptación y distribución de contenidos para diversificar audiencias— es fundamental. Otro aspecto que destacaría, y que podría ganar tracción, es la alfabetización mediática. Se trata de un ámbito esencial en el que el periodismo puede ser un aliado importante y fundamental de la educación y viceversa.
Nieves
En la facultad de periodismo nadie me enseñó a dirigir un equipo de periodistas, y mucho menos a pensar en el aspecto empresarial de la profesión. Pero me he dado cuenta de que nuestra pasión por contar historias relevantes no nos debe hacer olvidar que, a final de mes, hay que pagar las facturas. Para hacer lo que nos gusta necesitamos un modelo de negocio sólido que nos permita seguir en la aventura.
Los colegas jóvenes de hoy en día son increíblemente resilientes y están en una sintonía natural para adaptarse a las nuevas tecnologías y a las tendencias que cambian rápidamente en la forma de producir y consumir contenidos e información. Ya sea adoptando herramientas de IA este año, pasándose al video social hace dos años o dominando el SEO antes de eso, han demostrado una flexibilidad notable. Sin embargo, creo que es igualmente importante familiarizarnos con las herramientas y estrategias empresariales para financiar el tipo de periodismo que queremos crear.
No todo el mundo aspira a ser empresario o ejecutivo de medios de comunicación, y eso está perfectamente bien. Pero algunos se convertirán en los redactores y jefes de equipo del futuro. Para ellos, será fundamental contar con las habilidades necesarias para gestionar equipos creativos y cultivar una mentalidad enfocada en la creación de productos periodísticos que respondan a las necesidades de la comunidad. Esas herramientas y ese espíritu son esenciales para el futuro del periodismo.
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