Aprovechar la IA para impulsar cambios positivos en las redacciones

Jan 15, 2024 en Innovación en los medios
Imagen futurística

La Inteligencia Artificial (IA) promete tener un efecto transformador en el periodismo. Puede alterar el panorama de los medios de comunicación, al tiempo que permite nuevos tipos de experimentación en las redacciones.

Es fundamental que los periodistas identifiquen de forma proactiva cómo pueden aprovechar esta tecnología para mejorar sus reportajes y el sector de los medios de comunicación en su conjunto.

"En los últimos 25 años, han llegado muchos cambios tecnológicos al mundo del periodismo [y] hemos desaprovechado la oportunidad y los ingresos en las redacciones", dice Ali Tehrani, cofundador de NewsWyze, durante una sesión del Foro Pamela Howard sobre Cobertura de Crisis Mundiales de ICFJ-IJNet. "Pero no se pueden utilizar herramientas estándar para hacer periodismo de calidad. Tienes que analizar tus necesidades y capacidades, y crear tu propio modelo basado en lo que buscas".

 

 

 

Tehrani estuvo acompañado por Patrick Boehler, responsable en funciones de innovación y captación de audiencia de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), un medio de comunicación financiado por Estados Unidos que ofrece cobertura informativa en 23 países y en 27 idiomas de Europa y Asia. "Hay una enorme necesidad de información, ya que la libertad de prensa está cada vez más amenazada en muchos de los países en los que trabajamos. [La inteligencia artificial nos brinda la oportunidad de simplificar nuestros procesos", añade Boehler.

Esto es lo que dijeron Tehrani y Boehler sobre las promesas y los riesgos de la IA generativa en el periodismo:

Un momento de oportunidad

En 2018, NewsWyze y RFE/RL colaboraron en un proyecto de investigación que incluía millones de páginas de documentos en idiomas distintos del inglés difíciles de analizar. En respuesta, las dos organizaciones desarrollaron una herramienta de IA llamada GIST, que genera resúmenes fáciles de leer de artículos y contenido de audio. 

GIST se concibió en la era pre-ChatGPT, antes de que la IA se hubiera convertido en el tema candente que es hoy. "Entonces era muy difícil que los periodistas pensaran en la IA", recuerda Tehrani.

Dentro de la IA, las herramientas de procesamiento del lenguaje natural como GIST pretenden capacitar a los ordenadores para manipular y reproducir el lenguaje humano. No deben considerarse un sustituto de los periodistas humanos, señala Tehrani. "Aunque los reportajes asistidos por IA son factibles, los reportajes hechos por IA no lo son", afirma. "La supervisión humana no puede eliminarse del proceso periodístico. Lo que apreciamos de [RFE/RL] es que los valores periodísticos están integrados en el trabajo con ellos, así que es algo que también nos dimos cuenta de que es importante".

Los modelos de inteligencia artificial son tan buenos como su entrenamiento, subraya Tehrani. El hecho de que periodistas humanos proporcionaran a GIST ejemplos de calidad del tipo de artículos de síntesis deseados mejoró la herramienta.

"Es importante preguntarse cómo se generan estos modelos de IA, qué datos se han introducido en ellos y qué se quiere obtener de ellos. Sean cuales sean las herramientas que se creen, se necesitan diseñadores, ingenieros y, sin duda, periodistas que tomen decisiones", afirma Tehrani. 

Desarrollar una herramienta de IA lleva tiempo. GIST pasó por 13 iteraciones tras ser entrenada con 400 artículos en inglés. Las versiones rusa y española de la herramienta siguen en desarrollo y cada día se entrenan con más artículos. El equipo de GIST también ha desarrollado una función de resumen de audio a texto en inglés y persa, pero aún no se ha hecho pública.

Un momento de riesgo

La IA también plantea riesgos, junto con su potencial para la innovación positiva, advirtió Boehler. El mal uso de la IA generativa, sobre todo en los procesos de redacción, es una de las principales preocupaciones.

"Una pregunta clave que nos hemos hecho es: ¿es esta [herramienta] un proveedor de IA [o] es un servicio que utiliza IA? ¿Y nos arriesgamos a poner en juego nuestra fiabilidad?", dice Boehler.

RFE/RL ha desarrollado políticas para abordar estas preocupaciones. Por ejemplo, la redacción no permite el uso de imágenes generadas por IA en sus reportajes. También están desarrollando herramientas para ayudar a detectar mejor los signos de autenticidad en los contenidos de vídeo. 

"La desinformación es muy articulada y sofisticada, y el coste de su creación se ha reducido considerablemente", afirma Boehler. "Especialmente cuando trabajas en ecosistemas mediáticos muy contaminados, quieres asegurarte de que eres una fuente de noticias e información de confianza".

Aprovechar la oportunidad

Los periodistas deben empezar a pensar ya en las aplicaciones de la IA en sus redacciones, sugiere Boehler. Esto incluye tener en cuenta la ética que hay detrás de la tecnología. "Es muy importante porque, si estás en la redacción, estos avances [tecnológicos] van a cambiar tu forma de trabajar y la forma en que el público consume los contenidos", dice. "Tienes que tener estas conversaciones y reflexionar sobre las consideraciones éticas".

Tehrani añadió que los periodistas deben encontrar la manera de aprovechar la IA para impulsar un cambio positivo: "Tienen que implicarse individual y colectivamente en la creación de estas herramientas de IA. Si ignoramos estos cambios tecnológicos, otros lo harán. Las redacciones deben entrenar modelos en su propio entorno para beneficiarse de ellos".


Foto de Steve Johnson en Unsplash.