Cuando las audiencias te sostienen: membresías y donaciones

porJosé J. NievesMay 29, 2025 en Sostenibilidad de los medios
Efectivo

Este recurso forma parte del kit de herramientas para medios de comunicación en el exilio de IJNet, elaborado en colaboración con la Red de Medios de Comunicación en el Exilio (NEMO), y con el generoso apoyo del Fondo de Emergencia para Periodistas Joyce Barnathan.


En el ecosistema contemporáneo de medios independientes, los programas de membresías, en sustitución de las tradicionales “suscripciones”, y las campañas de micromecenazgos, han ganado relevancia y atractivo, especialmente para medios de comunicación sin ánimo de lucro. 

El razonamiento detrás de la decisión de impulsar estos programas es claro: si construyes una comunidad leal, comprometida y agradecida, entonces podrás pedirle que te sostenga con contribuciones monetarias. 

Entre los medios latinoamericanos exiliados, Confidencial, de Nicaragua, y El Pitazo, de Venezuela, han ensayado estas fórmulas y pueden compartir sus aprendizajes, que son dispares. Confidencial todavía mantiene abierto su programa de Miembros y Amigos, mientras que El Pitazo, luego de correr el programa por dos años, lo cerró debido a su baja rentabilidad frente al esfuerzo requerido. 

Su director, César Batiz, tenía razones para el optimismo en 2022: más del 60% de los encuestados en un estudio preliminar afirmaban estar dispuestos a colaborar económicamente con el medio. Se diseñaron niveles, beneficios, contenidos exclusivos. El programa salió al aire.

Pero nunca superaron los 100 miembros. Muchos de los que se inscribieron, además, no querían participar en encuestas, elegir temas o recibir beneficios: "Nos respondían sobre las convocatorias a actividades de nuestro equipo con ellos: ‘no importa, los estoy apoyando... pero no quiero intervenir en eso, estoy muy ocupado’", recuerda Batiz.

"Nos dimos cuenta de que no era posible mantener un programa porque tenía costos asociados, costos ocultos vinculados al mantenimiento", comenta. Había que dedicar tiempo, energía, infraestructura y comunicación continua. Y todo ese esfuerzo, en el contexto de una Venezuela empobrecida y fragmentada digitalmente, no compensaba el ingreso recibido.

El cierre del programa, en abril de 2023, no lo vieron como una derrota, sino como un acto de lucidez financiera. No podían seguir invirtiendo energía en algo que no daba frutos proporcionales; “pero lo aprendido no lo cambiaría por nada"; concluye Batiz.

Uno de los desafíos más sutiles pero estratégicamente fundamentales que enfrentó Confidencial al implementar su programa de membresía fue la educación del público sobre el significado real del modelo. En un ecosistema donde la mayoría de las personas asocian el pago por contenidos a esquemas de suscripción comercial (como Netflix o Spotify), era necesario desmarcar la membresía como un producto transaccional y reconfigurarla como un acto de compromiso cívico.

En sus comunicaciones, el equipo de Confidencial explicó reiteradamente que la membresía no era un pago por acceso, ya que el contenido seguiría siendo abierto. En cambio, se trataba de un respaldo voluntario al derecho colectivo a estar informados, en defensa del periodismo libre. Esto fue especialmente importante dado el contexto represivo en Nicaragua, donde la información verificada es escasa y el acceso a medios independientes está cada vez más bloqueado.

“Confidencial es un medio abierto. No tenemos un muro de pago, porque creemos que el periodismo independiente es un bien público. Pero construirlo cuesta. Por eso invitamos a nuestras lectoras y lectores a ser parte del sostenimiento del medio como una forma de defender su derecho a saber”, exponen en la comunicación pública del programa de membresías de Confidencial.

Si bien los miembros reciben acceso a boletines, e-books o al archivo histórico digital como valor agregado, el eje principal del mensaje sigue siendo: “No estás pagando por obtener algo, estás contribuyendo a que algo importante exista y perdure”.

A pesar de las dificultades, el modelo ha dado frutos. Confidencial ha logrado construir una comunidad activa de apoyo, sobre todo en la diáspora nicaragüense. El programa de membresía no representa aún la mayoría de sus ingresos, pero se ha consolidado como un pilar simbólico y práctico de su independencia.

La operación desde el exilio ha implicado para Confidencial también adaptaciones técnicas: desde cómo procesar pagos internacionales hasta cómo dar soporte a lectores dispersos geográficamente, en distintas zonas horarias y condiciones tecnológicas.

Pero quizás el reto más complejo es cultural. Hay que explicar —una y otra vez— que la membresía no es “pagar por recibir”, sino “contribuir para que otros también reciban”. Que el valor de ser miembro no está en lo exclusivo, sino en lo colectivo. Y esa es una pedagogía de largo aliento.


Imagen de Christian Dubovan, con licencia CC en Unsplash.

Nieves creó este recurso como parte de su beca ICFJ Knight.