Hay muchos ángulos posibles para cubrir una elección: los temas en debate, las agendas de los candidatos y los diagnósticos de la situación, entre muchas otras cosas. Pero hay temáticas que son transversales a los distintos aspectos. Una de ellas es la perspectiva de género.
Tener una perspectiva de género al cubrir una elección implica tener presente todas las desigualdades que pueden surgir de las diferencias de género, por ejemplo en el tratamiento de candidatas mujeres frente a candidatos hombres, o candidatos que son parte de la comunidad LGBTQ+.
Uno de los problemas históricos con la cobertura de candidatas mujeres ha sido que se les hacen cuestionamientos vinculados a su vida privada o familiar que no se le suelen hacer a los candidatos masculinos, como quién cuidará a sus hijos si gana.
En la misma línea, la penalización de la ambición de las mujeres, o la tendencia a evaluar su amabilidad, a diferencia de los hombres, también hace que sufran un trato desigualitario por parte de las coberturas.
Por eso es importante preguntarnos siempre si en nuestra cobertura estamos tratando igual a hombres y mujeres. Todos podemos tener sesgos, y por lo mismo es importante ser conscientes de ellos para contrarrestarlos y preguntarnos antes de definir cómo comunicar algo. Por ejemplo, si lo haríamos de la misma manera en caso de que el candidato fuese un hombre.
Hay que tener en cuenta, además, que las candidatas mujeres suelen ser más atacadas en redes sociales y en muchos casos estos ataques se centran más en su carácter, que en sus propuestas o ideas, en comparación con sus colegas masculinos, como muestra un informe de ONU Mujeres.
Otro aspecto clave al cubrir una elección es la forma en la que se tratan los temas vinculados a las cuestiones de género. Al tratar un fenómeno, siempre es importante dar el contexto necesario para que se entienda su magnitud. Por ejemplo, mostrar la desigualdad salarial a través de datos, con las diferencias que pueden existir en distintas áreas de la economía, permite mostrar que se trata de un problema generalizado y no de casos particulares.
Hay muchos temas en los que no hay buenos datos desagregados por género, o muchas bases que no incluyen información más detallada, como por ejemplo datos específicos de personas trans. Esto dificulta muchas veces poder evaluar la magnitud de algunos fenómenos o evaluar el impacto de ciertas medidas en esa población. En estos casos, señalar la falta de datos puede, al menos, generar conciencia sobre la problemática aunque no se pueda cuantificar.
También es importante tener información sobre el tema para poder desmentir desinformaciones que circulan en redes sociales o que algún candidato haya mencionado. En muchos países, por ejemplo, circulan desinformaciones sobre el aborto, con contenidos que muestran imágenes dramáticas de procedimientos hechos con métodos que no suelen utilizarse. Estas desinformaciones han sido desmentidas muchas veces, pero hay casos en los que los candidatos las retoman al hacer campaña. Verificar la información antes de replicar la afirmación de un candidato puede ayudar a limitar la difusión de la desinformación.
Por último, es relevante también mostrar a las audiencias qué es lo que se pone en juego en temáticas vinculadas a las cuestiones de género. Un aspecto puede ser la postura de los candidatos frente a ciertos temas, como las políticas de licencias parentales o el acceso a anticonceptivos, entre otros.
En el caso de los temas que a primera vista no están vinculados a cuestiones de género, es importante también preguntarse (y preguntar a los candidatos) cómo una determinada medida puede afectar a la desigualdad de género.
Un caso son las políticas de cuidado, como la construcción de jardines de infantes, que pueden ser presentados como una medida escolar, pero también afectan la posibilidad de las mujeres de participar del mercado laboral.
En este sentido, es importante al cubrir cualquier tema analizar cómo podría afectar a diferentes grupos, entre ellos a mujeres o miembros de la comunidad LGBTQ+. Para esto también puede ser muy útil buscar datos desagregados por género, para evaluar el efecto de una política en los diferentes grupos.
Tener una mirada con perspectiva de género al cubrir una elección nos permitirá no caer en estereotipos por el género de la persona al reportar sobre los candidatos, evaluar el impacto de las políticas que proponen en los distintos grupos y explicar las temáticas vinculadas a la cuestiones de género con los datos y contexto que hacen falta.
Este recurso forma parte de un kit de herramientas para cubrir períodos electorales y detectar desinformación relacionada, producido por IJNet en alianza con Chequeado y Factchequeado, y con el apoyo de WhatsApp.
Imagen de Mika Baumeister en Unsplash.