- Manténgase en el tema. Esté alerta de los candidatos que emplean inteligentes tácticas de relaciones públicas que nada tienen que ver con los temas reales de la elección. Algunos candidatos han descubierto que pueden llamar más la atención lanzando una campaña de odio contra sus oponentes (valores familiares y personales son a menudo el tema favorito), en vez de tocar temas importantes como la economía y la situación laboral.
- Esté alerta de no exagerar controversias. Muy a menudo cuando una historia no es demasiado exuberante algunos periodistas y editores exageran y la convierten en un conflicto potencial. Es mejor esperar un día sin crear demasiada atención.
- Ofrezca la misma cantidad de tiempo para todos. Mantenga un meticuloso conteo de cuánto espacio le da a cada uno de los candidatos. Una cobertura desigual seguramente le hará perder credibilidad y lectores.
- No se olvide del votante. Los periodistas deben mantenerse al día en qué es lo que piensan los electores, y no solamente a través de encuestas y notas rápidas al ciudadano común, sino investigando con profundidad cómo están sobreviviendo las familias. Recuerde que debe cubrir varias regiones del país y no solamente las áreas claves del mismo.
- Tenga cuidado con la “encuestitis”. Las encuestas pueden ser muy útiles, pero es fácil que se abuse de ellas y se las manipule. Un lector se informará mejor utilizando informes regionales tradicionales con entrevistas y predicciones de electores y expertos.
- Nunca sobre-analice. Mucha de la energía y tiempo que se dedica a analizar a los candidatos estaría mucho mejor utilizada si se dijera a los lectores lo que piensan realmente los electores y no lo que una persona atada a un escritorio desea que suceda.
- Tenga cuidado con la “legitimidad falsa”. Esto ocurre cada vez que un medio (por lo general no muy serio) publica una historia basada en rumores o una sola fuente, y los demás medios lo copian por temor a perderse la historia. El periodista nunca debe servir de mero conducto para publicar información personal de un candidato sin antes ser verificada, especialmente si proviene de una fuente no confiable. Mantenga su costumbre de cotejar todos sus datos antes de publicar nada.
(Tomado de un artículo de Thomas Winship)