1. Identifique su tema y no se aparte de él. Sea claro con la pregunta o preguntas que pretende responder. Si cierta información no es útil para contestar sus interrogantes, descártela.
2. Luego de escribir cada frase u oración, obsérvela a través de los ojos del lector y pregúntese si está claramente redactada. ¿Dice lo que usted pretende expresar? ¿Les ha dado a los lectores la información necesaria para entender lo que usted está diciendo?
3. Piense si una expresión, referencia, o nombre será comprendido por los lectores, o si necesita definir, explicar o identificar.
4. Varíe la extensión de las oraciones, pero recuerde, las oraciones cortas son usualmente más claras.
5. Utilice la voz activa, no la pasiva.
6. Cite ejemplos. Hacen que la historia sea más interesante, y les permite a los lectores asimilar la información más fácilmente que de forma abstracta. No diga que las masas “respondieron favorablemente” (o desfavorablemente) al discurso realizado por un actor político; describa la actitud de la gente, si aplaudió, si abucheó, o si directamente no prestó atención, obtenga citas que reflejen la aprobación o desaprobación de los oyentes.
7. Piense como si estuviese usando una cámara con zoom: comience desde la amplitud (del tema o información) hasta llegar al detalle (ejemplo o especificación).
8. Responda a la pregunta, ¿y qué? Cuéntele a los lectores por qué la historia es significativa o interesante, qué significa para ellos, y por qué vale la pena leerla. Un periodista lo ha puesto de esta manera: póngase en el lugar del lector y pregunte, ¿me ayuda? ¿Me lastima? ¿Me cuesta dinero? ¿Sirve de algo para mi vida? ¿Obtendré algo tras leerla? ¿Alegría, motivación, interés, tristeza, algo en particular?
9. Mantenga un estilo consistente. No utilice un estilo coloquial en un pasaje y un lenguaje formal en otro. La redacción de noticias se basa frecuentemente en un estilo de conversación pero simultáneamente es formal, es decir, utiliza una gramática y un vocabulario formal, pero debería sonar conversacional en lugar que académica.
10. Utilice palabras conocidas y que resulten familiares, evite el uso del argot y de términos técnicos.
11. Las palabras concretas son siempre mejor que las palabras abstractas.
12. Los verbos descriptivos son mejores que los verbos generales (“el caminó con paso lento” en lugar de “el caminó”; “el gritó” o “el murmuró” en lugar de “el dijo”).
13. Sea específico (“el tomó un taxi” o “el tomó un tren” en lugar de “el se fue”).
14. Utilice citas para añadirle emoción y lenguaje colorido a su historia.
15. Haga valer el contenido de cada oración, no repita información.
16. Elimine aquellas palabras que sean innecesarias.
17. La redacción de noticias generalmente no hace uso de la primera persona. En los ensayos o comentarios que son escritos en primera persona, utilice los pronombres “yo” y “mi” con moderación. Deben aparecer las veces necesarias para establecer una voz consistente (no escriba la mitad de un ensayo sin hacer ninguna referencia a usted mismo y luego, repentinamente introduce una oración con “yo”, es desconcertante para el lector), pero encuentre la forma para evitar repetirlos más veces de lo necesario para explicar su significado.
18. Escriba los hechos, ideas y citas con un orden lógico.
19. Intente redactar transiciones entre un tema y otro para que la historia fluya con naturalidad en lugar de saltar de un tema a otro.