Cómo navegar entre la propaganda y la oleada desinformativa de la guerra en Gaza

29 oct 2023 dans Lucha contra la desinformación
asfasfa

En el fragor de un conflicto, discernir la verdad de entre la maraña de información es una tarea ardua para cualquier periodista. ¿Fue un misil israelí el responsable de la tragedia en un hospital de Gaza que dejó sin vida a 500 personas? ¿Hubo realmente atrocidades cometidas por Hamás contra bebés, tal como algunos medios alegaron? La respuesta no se encuentra en un camino llano, pero la paciencia y el rigor son las herramientas esenciales que nos permiten sortear la trampa de la desinformación.

En tiempos de guerra, la desinformación se convierte en un arma estratégica, capaz de influenciar la opinión pública en un sentido u otro. El riesgo de tropezar con la falsedad acecha en cada esquina.

“En un contexto de conflicto armado, es muy fácil caer en desinformación, debemos ser especialmente escépticos con toda la información que recibimos aunque sea de fuentes oficiales, testigos presenciales o de redes sociales. Hay que verificar la información con múltiples fuentes. Hay que dar un paso más allá en cuanto a la búsqueda de fuentes confiables”, comentó Liliana Elósegui, directora editorial de Verificado MX.

Elósegui afirma que la susceptibilidad a caer en informaciones falsas es aún mayor en medio de una guerra, por lo que aconseja hacer un cruce de verificaciones con una mayor cantidad de fuentes fidedignas.

La periodista reconoce que el tiempo es un enemigo en las coberturas de este tipo, pero que esto no puede ser una tentación para dejar de informar certezas.

“¿No hay una confirmación de que el misil sea de Israel, de Hamás o de otros? Bueno, ¿qué sabemos? Sabemos que cayó un misil, cerca de un hospital, que hay varios heridos y muertos. Lo importante es que la gente tenga información de certezas, de lo que sabemos hasta el momento”, aconseja Elósegui, quien también resalta la importancia de tener acceso a traductores en hebreo y árabe que puedan dar soporte en esta cobertura.

“Nosotros tenemos una serie de consejos para momentos de alarma social”, dice Matías Di Santi, director de Medios de Chequeado, de Argentina. “Hay que tener mucho cuidado con los videos y fotos que circulan, es muy posible que sean capturas de otro lugar que no tienen nada que ver. Ante la duda, lo mejor es no compartir contenido”, comentó.

El periodista se refiere a los videos que circularon al inicio de los ataques de Hamás, donde se muestra una escena nocturna que muestra fuego y estallidos en una ciudad desde un edificio.

Podría tratarse de muchísimas escenas, pero el tuit que acompaña al video describe la situación como parte de los bombardeos aéreos en Gaza.

Este video, así como otras imágenes y audiovisuales que se distribuyen todos los días y son replicados por algunos medios de comunicación, fueron desmentidos por Euronews.

Otros medios como AFP y Reuters también desmintieron un supuesto memorándum que anunciaba una ayuda de ocho billones de dólares para Israel.

Di Santi también asegura que los periodistas podrían chequear si los medios grandes y con credibilidad han publicado al respecto de una información dudosa, porque la ausencia de estas publicaciones podría ser un indicador importante.

El periodista también recuerda que las desinformaciones juegan con los sentimientos de las personas, especialmente en situaciones de dramatismo social. Cualquier sesgo, pasión, sensibilidad hacia determinada población, inclinación política, etc., podría hacer que los periodistas bajen la guardia con algunas “fake news”.

Ojo con los detectores de IA

Con el recrudecimiento del conflicto, se hace patente el uso de la tecnología para adulterar fotografías y videos. Esta realidad es conocida por el equipo de Cazador de Fake News, que previamente desenmascaró una operación de influencia en Youtube, donde supuestos presentadores de televisión —en realidad avatares generados por inteligencia artificial— difundían información falsa para mejorar la imagen del régimen de Nicolás Maduro. 

El director de este medio, Adrián González, constató que en X varios usuarios señalaban a la embajada de Israel en Panamá por compartir una presunta imagen falsa, en la cual se veía a un grupo de jóvenes que viajaban para colaborar en labores humanitarias en el país.  Según los tuits de múltiples usuarios, los rostros aparecían alargados, los brazos desproporcionados y las manos también, como si se tratara de imágenes creadas con herramientas de inteligencia artificial para principiantes. Tras emplear un detector de IA, Cazadores de Fake News determinó que la imagen estaba alterada.

Sin embargo, tras una investigación con otras fuentes, se descubrió que la foto sí se había tomado, pero había sido sometida a efectos y filtros que confundieron al detector de IA.  "Nos encontramos en un momento en el que las técnicas y herramientas tradicionales de verificación, previas a la proliferación de contenido generado por IA, están quedando obsoletas. Existen numerosas maneras de crear contenido que puede inducir a la desinformación", señaló González, quien enfatiza la importancia de aplicar técnicas de investigación exhaustivas antes de emitir un veredicto basado en tecnología que detecta manipulaciones.

En este panorama desafiante, la paciencia y el rigor periodístico emergen como herramientas cruciales para sortear la trampa de la desinformación. No hay herramienta tecnológica que sustituya el buen criterio y la mesura.


Imagen de Levi Meir Clancy en Unsplash.