El Yemeni Listening Project pone de relieve las vidas afectadas por la guerra

por Jacob Granger
Jun 5, 2024 en Cobertura de crisis
Mapa de Medio Oriente con Yemen en el centro

La redacción sin fines de lucro del The New Humanitarian (TNH) contrató a una periodista refugiada para realizar un proyecto de reporteo en profundidad sobre el impacto de la actual guerra civil de Yemen.

Descrita a menudo como la peor crisis humanitaria del mundo, la guerra civil de Yemen, que lleva ya nueve años, ha provocado el colapso económico y que más de la mitad de la población 18 millones de personas, entre ellas casi 10 millones de niños necesite ayuda vital, según cifras de UNICEF. Pero las guerras de Ucrania y Gaza han desviado la atención pública de Yemen.

Annie Slemrod, editora de Medio Oriente, fue la encargada de presentar y gestionar el proyecto, y contrató para coordinarlo a Nuha Al-Junaid, refugiada yemení que vive en los Países Bajos.

La dupla habló en un episodio del podcast Journalism.co.uk sobre la importancia de dejar que los yemeníes cuenten sus propias historias en un momento en que sus voces están ausentes en los medios de comunicación convencionales, y sobre la logística de poner en marcha un proyecto tan complicado como éste.

"Me hizo darme cuenta de lo mucho que nos estamos perdiendo como consumidores de medios de comunicación", dice Slemrod.

"Se tarda dos días en llegar a un sitio que debería llevar un par de horas y eso te impide ir al hospital o ver a tu familia. Eso no es algo que se perciba cuando se piensa en Yemen, y es a lo que se enfrenta la gente en una guerra. Las carreteras bloqueadas no son una de las primeras cosas en las que piensas, pero eso surgió mucho".

Pensando en las audiencias

Los artículos se publicaron en inglés y árabe, como los dos principales grupos de audiencia lingüística, con historias seleccionadas en ambos idiomas. Algunas eran anónimas y otras eran on the record.

El sitio web está diseñado para funcionar en dispositivos móviles con poco ancho de banda e Internet lento, atendiendo a las necesidades específicas de una gran parte de la audiencia de habla árabe. Slemrod considera al público anglófono como "su mamá": "una persona que se interesa por el mundo pero que quizá no tiene mucho tiempo o energía para dedicarse a un conflicto, que es muy complicado, como el de Yemen, que francamente, como no sale mucho en las noticias, tendrías que esforzarte mucho para enterarte. Pero esa persona se relaciona con historias personales".

Esto allanó el camino para una asociación con Al Jazeera para reutilizar siete de los artículos en versiones ilustradas e interactivas y llevarlas a plataformas de redes sociales como Instagram.

Otro público clave eran las personas que trabajan en el mundo de la ayuda humanitaria desde trabajadores humanitarios a personas que organizan respuestas a gran escala, que pueden informar su trabajo a través de los puntos de dolor reales de los yemeníes en el terreno.

"Desde el principio me dediqué a determinar el público al que podíamos llegar", explica Slemrod.

"Si echas un vistazo al sitio web, verás que cada artículo tiene pequeñas etiquetas. Así, si te interesa el tema de las carreteras, puedes ver todos los artículos que las mencionan, y son muchas. Si sólo quieres artículos con vídeo o audio, si quieres leer sobre desplazamientos, también puedes verlas. Así que intentamos que sea lo más fácil posible para que la gente se interese y lea".

Lecciones sobre periodismo participativo 

Este no es el primer proyecto de periodismo participativo del TNH. Slemrod también participó en un esfuerzo similar llamado "WhatsApp Líbano", que hacía una recopilación cronológica de los acontecimientos en Líbano entre 2019 y 2022, un periodo de colapso económico en el país. El equipo destacó las experiencias de cinco jóvenes y lo que habían vivido en esos tres años, contado a través de sus mensajes personales de WhatsApp.

Se utilizaron muchas menos fuentes con arcos narrativos más profundos. Pero hubo una lección del proyecto libanés que se trasladó al yemení: las personas necesitan formas diferentes de compartir sus mensajes.

"Habíamos pensado: 'Voy a hacer un llamamiento en las redes sociales para ver si la gente quiere compartir sus mensajes de WhatsApp'. Aprendí muy pronto que no, que eso no funciona. No todo el mundo quiere revisar sus mensajes de WhatsApp de la época más traumática de su vida", dice Slemrod.

Para ese proyecto, buscó la ayuda de la coordinadora de proyectos libanesa, Zainab Shamoun. Y esta vez sumó a Al-Junaid, a quien conoció en una conferencia de prensa. Slemrod afirma que las redacciones no pueden subestimar la importancia de trabajar con personas que conocen de cerca los contextos internos del país.

Al-Junaid creó una línea de WhasApp y Facebook para colaboraciones, porque estas plataformas son populares y muy utilizadas en el país, y ofrecen la flexibilidad de enviar texto, notas de voz, vídeos, poemas o imágenes.

También se dio cuenta de que se necesitaría una divulgación proactiva para conseguir la voz de las mujeres. Al-Junaid dice que la isla de Socotra o la ciudad de Sa'dah, por ejemplo, son zonas muy conservadoras donde no es socialmente aceptable que las mujeres hablen.

"Fue un gran reto. Pero trabajé duro para conseguir una voz y por suerte era una mujer con una historia maravillosa, una historia de éxito con la que me sentí muy feliz", explica.

"Soy yemení. No estoy diciendo aquí que no confiarían en una persona extranjera. Pero, por supuesto, estarían más abiertos a hablar con alguien que habla su idioma, entiende sus orígenes y también es uno de ellos".

Consiguiendo fuentes "on the record" 

Su principal consejo es no conformarse con que hable una sola fuente. Pregúntales si tienen amigos, familiares o vecinos que también puedan hablar en la grabación. Esto funcionó de maravilla y llevó a que otras mujeres de la familia aportaran sus historias.

Algo que al equipo le gustaría mejorar la próxima vez es conseguir más voces de trabajadores extranjeros en el país, pero muchos se mostraron reacios a hablar para no poner en peligro su situación laboral.

Consiguieron involucrar a la diáspora yemení, gracias a que Slemrod es de Michigan (Estados Unidos), donde se encuentra una de las mayores diásporas yemeníes del mundo. Consiguió que sus padres distribuyeran folletos en la zona, con un código QR para enviar propuestas.

"Los yemeníes están desesperados por hacerse oír", concluye Al-Junaid.


Este artículo fue originalmente publicado por Jouranlism.co.uk y es republicado en IJNet con su autorización.

Foto de Anthony Beck vía Pexels.