El aumento del uso de las redes sociales entre los niños y adolescentes ha llevado consigo "el cyberbullying” (el acoso cibernético) y una pobre cobertura del tema en los medios.
"Los reportajes sobre el acoso escolar suelen seguir una narración predecible del 'villano contra la víctima' que deja poco espacio para los matices", escribió Mallary Jean Tenore en un post publicado recientemente en Poyter.
Mallory resumió los puntos más destacados del panel "Drama Digital: Crecer en la era de Facebook" de la Conferencia South by Southwest 2013 que tuvo lugar en Austin, Texas. A continuación, algunos consejos que ella reunió para una mejor cobertura del tema:
Distingue entre el acoso escolar y el simple mal comportamiento
El “bullying” se define por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos como "un comportamiento agresivo, no deseado, entre niños de edad escolar que implica un desequilibrio de poder real o percibido". Sin embargo, los medios de comunicación y el público en general tienden a llamar a cualquier tipo de conducta impropia "bullying", según Danah Boyd, profesora en New York University e investigadora de redes sociales, quien participó en el panel. "El acoso escolar se convierte en un sinónimo, especialmente entre adultos, para todas las formas de maldad y crueldad", dijo Boyd.
La palabra es a menudo usada en exceso (sobre todo en los titulares) para atraer la atención y el interés de la gente porque es parte de una tendencia. "Los periodistas quieren poder decir que algo es una tendencia porque lo vuelve más importante y lo mueve a la página principal o la página de inicio", dijo el panelista Bill Keller del New York Times.
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Aunque es fácil retratar a las personas involucradas simplemente como el acosador escolar y la víctima, los periodistas deberían mostrar lo que han aprendido sobre ellos como personas, con sus virtudes y sus defectos. Durante la conferencia, Emily Bazelon, periodista de Slate, recordó un reportaje que ella escribió sobre un adolescente de Massachusetts que se suicidó. "Esa narración blanca y negra colapsó una vez que empecé a pasar tiempo allí", dijo.
Examina cuidadosamente la causa y el efecto
Los periodistas a veces oyen "bullying" y "suicidio" y automáticamente atribuyen la segunda acción con la primera. Bazelon dio el ejemplo de Tyler Clementi, un estudiante de la Universidad de Rutgers, que se suicidó. Los medios reportaron que Clementi se suicidó después de que su compañero de cuarto tuiteó que Clementi había besado a otro hombre, como si el tuit hubiera causado el suicidio. "Es engañoso y [no refleja] la complejidad de las cosas cuando intentamos hacer que todo encaje en esta narrativa", dijo Bazelon.
Cuando se habla del "cyberbullying", es importante proporcionar el contexto y abstener de culpar a las redes sociales, según Boyd. En cambio, dijo, es mejor hacer preguntas específicas sobre cómo estos sitios pueden afectar las acciones de las personas.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en Poynter Online, la página web del Poynter Institute, una escuela que fomenta el periodismo y la democracia por más de 35 años. Poynter ofrece noticias y talleres formativos que se adaptan a cualquier horario, con entrenamiento individual, seminarios presenciales, cursos online, seminarios web y mucho más. El artículo completo fue traducido en su totalidad en otros seis idiomas y publicado en IJNet con autorización del Poynter Institute, socio de IJNet.
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Fotografía cortesía de Mensatic en Morguefile.
Este artículo fue traducido del inglés al español por Nathalie Cornet.