Siete modelos de negocio que podrían salvar al periodismo

por Mandla Chinula
Oct 30, 2018 en Sostenibilidad de los medios

La era digital ha alterado los patrones de consumo y, a su vez, ha irrumpido en los modelos de publicidad tradicionales con los que se manejaban los periódicos. Esto ha llevado a los responsables de los medios a buscar maneras innovadoras de seguir siendo rentables. Algunas de estas estrategias ya están demostrando que el periodismo seguirá teniendo futuro. A continuación te presentamos algunos de los modelos más prometedores para financiar al periodismo de calidad.

Contenido patrocinado

El contenido patrocinado refiere a historias originales escritas para promover o anunciar una empresa. Dado que el contenido patrocinado es bastante similar a la narrativa periodística, se le suele poner una etiqueta que aclare que es material patrocinado para distinguirlo. Los medios pueden aprovechar la reputación de una empresa para crear historias de marca que a las audiencias puedan interesarles. Esto ha llevado a las compañías a anunciar en distintos medios de comunicación, y ha funcionado tanto para grandes publicaciones como para medios no tradicionales.

Crowdfunding o financiación colectiva

Un buen número de publicaciones se sustentan con donaciones. Esto puede verse especialmente en organizaciones sin fines de lucro que se dedican al periodismo de investigación. Mientras que algunos medios invitan a la gente a donar para proyectos individuales de periodismo a través de Kickstarter, otros como The Guardian han incorporado planes de membresía. Aunque la publicación holandesa De Correspondent  gana dinero a través de suscripciones y paywalls (“muros de pago”), el sitio fue inaugurado gracias a una donación colectiva de de 1,7 millones de dólares que le permitió pagar los salarios de sus periodistas. FrontPageAfrica, un periódico independiente en Liberia, es financiado por la diáspora liberiana. Su editor y fundador Rodney Sieh ha podido informar sobre las violaciones a los derechos humanos en Liberia gracias a la independencia que le brindó este tipo de financiamiento.

Suscripciones

"Alguien tiene que pagar por el periodismo, o el periodismo pagará por ello", es un argumento popular entre los editores siempre que se habla de contenidos gratuitos. Periódicos como The Information, que funcionan 100% en base a suscripciones, han demostrado que las empresas de medios todavía pueden sobrevivir con este modelo. Aunque algunas obtienen ingresos significativos de las suscripciones, grandes publicaciones como The New York Times no pueden sostenerse solo con ellas. Los modelos de suscripción dependen en gran medida de las audiencias a las que el medio se dirige específicamente, que no solo valoran el contenido producido, sino que también están dispuestas a pagar por él.

Periodismo en vivo

Gracias a Facebook Live, Periscope y otras plataformas, los periodistas tienen la oportunidad de presentar historias y noticias frente a una audiencia en vivo de manera innovadora e interactiva. Algunas empresas que lo están haciendo son el Boston Globe, a través de Globe Live, y Gannett, con su Proyecto Storytellers de Arizona. Aunque algunos ingresos provienen de la venta de entradas, los patrocinios parecen generar más dinero. En 2015, el Proyecto Storytellers de Arizona aportó más de US$100.000 a través de patrocinadores de las presentaciones en vivo.

Donantes

Este tipo de financiamiento viene en distintas formas, incluyendo respaldo filantrópico, financiamiento gubernamental y responsabilidad corporativa. Amabhungane de Sudáfrica es financiado por seis organizaciones donantes, y un tercio de sus costos son cubiertos por The Mail and Guardian.

Los filántropos suelen dar generosas donaciones para promover el buen periodismo. Un ejemplo es el fundador de eBay, Pierre Omidyar, quien a través de su firma filantrópica se comprometió con US$100 millones para apoyar el periodismo de investigación y luchar contra las noticias falsas. Varios gobiernos todavía financian periódicos nacionales o públicos. Entre los buenos ejemplos se incluyen países como Francia y Noruega, que brindan dinero a medios con fines de lucro. La responsabilidad corporativa es otra forma de financiamiento a la que se puede recurrir. Facebook y Google, por ejemplo, financian el periodismo como parte de su responsabilidad corporativa. El principal desafío es que estas corporaciones proporcionen fondos sin buscar ejercer influencia sobre los medios.

Micropagos

Con los micropagos, los lectores pagan pequeñas cantidades para acceder a un solo artículo. Blendle, una plataforma holandesa de noticias, funciona actualmente con este modelo, con historias individuales que cuestan entre 10 y 90 centavos. Básicamente, es el iTunes de las noticias. Blendle ha licenciado contenido de casi todas las principales noticias de América y Europa. No hay anuncios, no hay muros de pago y los usuarios solo pagan por aquellos artículos que les interesan. Si a una persona no le gusta el artículo que ha leído, puede pedir su dinero de vuelta.

Periodismo de calidad

Una razón interesante por la cual los lectores de Blendle a veces piden que les restituyan su dinero tiene que ver con la calidad. Los artículos que solo buscan clics –historias de baja calidad que pueden encontrarse en todas partes de forma gratuita– parecen obtener más restituciones que las piezas de fondo y los análisis.

"La gente sólo pagará por el contenido que encuentre digno de su dinero. Así que en Blendle, solo el periodismo de calidad se convierte en tendencia”, escribió el cofundador de Blendle, Alexander Klöpping.

"El periodismo de investigación también atrae publicidad. Es lo que eleva nuestra marca", dijo Jed Hartman, jefe de ingresos del Washington Post, en un artículo reciente del New York Times. "Otras marcas quieren unirse a una marca de confianza". Los medios están llegando a la conclusión de que las noticias falsas y la sobrecarga de información que abundan en las redes sociales llevarán al público a buscar fuentes alternativas de noticias e información confiable.

Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Chris Potter.