Seis claves para practicar periodismo dron

por Johnny Miller
Oct 30, 2018 en Periodismo digital

Johnny Miller es becario de Code for Africa y se especializa en fotografía y periodismo drone. A continuación comparte seis consejos para un uso efectivo de drones como complemento de tus historias.

1. Filma aquello que no puedes filmar en tierra

El peor pecado del periodismo drone es ponerlo en práctica cuando es innecesario. Los drones son molestos, caros y arriesgados. ¿Por qué querrías filmar con uno cuando no tienes por qué hacerlo? Hay un montón de otras opciones que deberías probar antes: imágenes satelitales, Google Earth, o incluso pararte en edificios altos o elevaciones de terreno.

Pero hay razones legítimas para usar un drone, y estas son la clave para utilizarlo como herramienta, y no como un mero artilugio. Piensa en la inmediatez y el acceso: ¿lo que estás intentando filmar está ocurriendo ahora? Si una imagen no está disponible en imágenes satelitales, los drones pueden ser la única manera de verla. Lo mismo ocurre con el terreno plano, y en cualquier lugar con acceso restringido.

Callejuelas de barrios pobres en Mumbai, India, tomadas con una jib portátil — no un drone. ©Johnny Miller / Thomson Reuters Foundation

2. Conoce las leyes

La mayoría de los países tienen hoy algún tipo de ley relativa al uso de drones, y es imperativo conocer la que te corresponde antes de volar. Aquí hay una lista parcial de las leyes sobre de drones en todo el mundo. Las directrices generales son: no volar sobre edificios, carreteras o personas; permanecer por debajo de 400 pies de altura, y mantenerse alejado de los aeropuertos, helipuertos e instalaciones sensibles. También puede haber regulaciones especiales dependiendo de lo que quieras hacer con el material resultante: usarlo para operaciones comerciales (usar un drone por dinero) es distinto a utilizarlo por diversión. Como vas a operarlo como periodista tal vez te encuentres en una zona gris entre los dos opciones, así que debes ser tan cuidadoso y estar tan bien informado como sea posible.

Volar sobre áreas abiertas, como una represa, es seguro y usualmente legal  ©Johnny Miller / Code For Africa

3. Mapea el sitio sobre el que volarás

Al igual que al volar un avión, es importante crear un plan de vuelo antes de poner el drone en el aire. No necesitas usar nada demasiado sofisticado: Google Earth es un recurso excelente para ver la altura, el terreno, las carreteras y los edificios. También es importante saber dónde vas a despegar y aterrizar, así como zonas de aterrizaje secundario en caso de emergencias.

También puedes utilizar una variedad de datos de mapeo para planificar lo que deseas ver con el drone. Dependiendo de tu ubicación, puede haber mapas que muestren datos ambientales, datos censales o datos de encuestas anteriores para ayudarte a planificar tus vuelos. Y puede que descubras que es más fácil (y más barato) utilizar imágenes satelitales que ya han sido creadas. Mapa de datos censales de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, que muestra distinciones por raza según zona. ©Adrian Frith

4. Las tomas largas y continuas funcionan mejor

La forma más fácil de saber si alguien es un experto piloto de drones es mirando la longitud de las tomas constantes que hace. La videografía aérea es emocionante, interesante y puede contener mucha información visual. Si quieres darle a tus espectadores el mayor tiempo posible para absorber esa información antes de hacer un corte, o ajustar la dirección del drone, cuando estés en plena toma ¡no toques el yaw! Hacerlo girará el drone de lado a lado, e inmediatamente arruinará una toma larga. Si te encuentras a la deriva ligeramente y fuera de curso, continúa sosteniendo la toma como está, y luego vuelve y repítela. Puede que descubras que haberte salido un poco de curso fue mejor para el video.

Generalmente filmarás para revelar algo que quieres que el espectador vea o para hacer un seguimiento. Es importante que practiques tus tomas una y otra vez en un ambiente controlado antes de llevar al drone al terreno.

Las tomas largas y constantes le dan al espectador una sensación de expansividad. Ciudad Nezahualcoyotl, México. ©Johnny Miller / Thomson Reuters Foundation

5. Tu filmación no valdrá por sí sola

Los drones son una herramienta increíble para un periodista, pero RARA VEZ pueden contar toda la historia. Inevitablemente necesitarás recursos adicionales para construir una gran historia, incluyendo texto, imágenes fijas, videos convencionales y visualizaciones de datos. No sobreestimes tu capacidad de contar una historia solo desde el aire. Preséntale el drone a tu editor como una herramienta valiosa que puede dar a tus espectadores una nueva perspectiva, pero que funciona mejor como un complemento de tu conjunto de habilidades originales. Herramientas como Shorthand  pueden crear narraciones increíbles e inmersivas como esta.

La inequidad en Johannesburgo, Sudáfrica ©Johnny Miller / Unequal Scenes

6. Aprende cuándo decir no

Los drones son peligrosos y pueden ser éticamente ambiguos. No existe un buen conjunto de precedentes sobre la forma en que los drones y sus filmaciones pueden ser utilizados legalmente, lo que significa que su empleo a veces cae en una zona gris. Usa tu intuición. Piensa en cómo reaccionarías si estuvieras presenciando a alguien que manejara un drone de la misma manera que tu lo harías. Y fundamentalmente, no te dejes intimidar por alguien que concibe a los drones como un truco estético o que quiere usarlo en condiciones inseguras. Recuerda utilizarlo solo como último recurso: usar imágenes satelitales y tomar fotos desde el suelo es una opción mucho más segura. Y finalmente, sabemos que legalmente el operador (¡tú!) será el responsable de todo lo que salga mal... no tu editor.

Para más información para hacer un buen periodismo drone, entra a este recurso de Thomson Reuters Foundation.

Johnny Miller es becario de Code for Africa especializado en periodismo y fotografía drone. Este artículo fue publicado originalmente en su página de Medium y es reproducido aquí con permiso.

Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Peter Linehan.