Los asesinatos extrajudiciales –crímenes llevados a cabo por actores estatales o por actores no estatales apoyados en la potestad del Estado– son el máximo abuso de poder y violación a los derechos. Informar sobre tales asesinatos plantea desafíos específicos al periodismo de investigación.
Los periodistas deben separar la verdad de los rumores, transmitir el testimonio de terceros e identificar líneas de responsabilidad cuando hayan sido ocultadas. La periodista de investigación Patricia Evangelista, del medio digital Rappler de Filipinas, y la corresponsal especial para Reuters, Clare Baldwin, ganadora del Premio Pulitzer, tienen experiencia en estos temas difíciles: han informado sobre la guerra contra las drogas del presidente Rodrigo Duterte desde que asumió el cargo en 2016.
La política de línea dura de Duterte y el llamamiento a los ciudadanos para que eliminen a los narcotraficantes ha provocado miles de muertes de presuntos sospechosos de tráfico de drogas, algunos asesinados por “justicieros” y otros por policías (el recuento de muertes varía mucho según la agencia). Su gobierno también ha emitido disposiciones correctivas para justificar su política antidrogas extrema. Para abordar esa monstruosa violación de los derechos humanos, Evangelista y Baldwin compartieron sus consejos a la hora de cubrir asesinatos extrajudiciales.
1. Reúne y mapea la información
Cuando los datos no estén disponibles, recopílalos. Para obtener una estimación del número de presuntos asesinatos relacionados con las drogas, Baldwin viajó a diferentes estaciones de policía en Filipinas donde tomó fotografías de registros policiales manuscritos y recopiló datos electrónicos de sus bases de datos. La información reunida fue útil, ya que consiguió nombres de víctimas, coordenadas GPS de los lugares de los asesinatos y descripciones escritas de lo ocurrido.
Reunir toda esa información fue laborioso, pero le permitió armar un registro de lo que había sucedido. "El mapeo de los asesinatos es importante porque puedes buscar las áreas de concentración", dice.
2. Los datos son más que números
A medida que la guerra contra las drogas avanzaba, el colega de Baldwin, un fotógrafo de Reuters, notó que se estaba volviendo cada vez más difícil tomar fotografías de cuerpos en las escenas del crimen porque eran llevados rápidamente a los hospitales. Baldwin y el fotógrafo estaban perplejos. “Pensamos: estas personas estaban muertas; ¿por qué los cuerpos son llevados al hospital en lugar de a un depósito de cadáveres? Así que seguimos el rastro en los registros policiales”.
Se llevaron una sorpresa al descubrir que, en lugar de ser declarados "muertos en el acto", tal como había ocurrido, los registros policiales indicaban que esas víctimas habían "muerto al llegar" al hospital. "Muerto al llegar, muerto en el acto. Tratamos esos términos como datos y determinamos el léxico del terror: el lenguaje que Duterte usaba para matar personas", explica Baldwin.
Al registrar esas expresiones, la periodista descubrió que, al principio, una mayor proporción de sospechosos de tráfico eran registrados como muertos a tiros en el acto, mientras que más tarde hubo muchos más muertos al llegar. El registro ayudó a sentar las bases de su historia, sugiriendo que la policía estaba enviando cadáveres a los hospitales para encubrir ejecuciones sumarias.
3. Interroga a los datos
Puede haber más de una historia escondida en los datos. Rappler y Reuters hicieron la pregunta: “¿Qué estación de policía registró la mayor cantidad de muertes relacionadas con las drogas?" Y llegaron a la misma conclusión. La estación de policía de Batasan 6 en la ciudad de Quezon resultó ser la más letal. Baldwin exploró la Estación 6 y descubrió que los oficiales que formaban el núcleo de la unidad antidrogas eran de Davao, la ciudad natal del presidente Duterte, o de sus alrededores.
Escuadrón letal. La unidad antidrogas de la Estación 6, que se llamaba a sí misma Davao Boys, mató a 108 personas en el primer año de la guerra contra las drogas en Filipinas. Imagen: captura de pantalla de la historia de Reuters.
4. Invertir los datos también cuenta una historia
Si bien es lógico y natural centrarse en el número de muertes y la ubicación de los asesinatos extrajudiciales, Rappler decidió cambiar el eje. Evangelista cuenta que primero mapearon dónde morían las personas con grandes puntos rojos, que resultaron ser mayormente áreas empobrecidas. Usando el mismo mapa, también señalaron los lugares donde las personas no morían: zonas privilegiadas donde los ciudadanos podían costearse una educación privada, comunidades cerradas y bienes raíces de primera. “Donde las personas no murieron prueba que esto no es una guerra contra las drogas. Es una guerra de clases, una guerra contra los pobres y los más vulnerables".
5. Encuentra el ángulo emotivo
Cuando los medios de comunicación van de masacre en masacre, llega un momento en el que la audiencia puede entumecerse. Considera otros ángulos que puedan tener un arco emocional. "Cuenta historias de familias que buscan justicia, hasta dónde son capaces de llegar por sus seres queridos", recomienda Baldwin. Ella, por ejemplo, siguió de cerca el proceso completo de una familia para encontrar respuestas, desde el funeral hasta una segunda autopsia.
Reuters también utilizó grabaciones de cuatro cámaras de vigilancia para darle al público una idea de cómo se llevan a cabo esos asesinatos. “Fue la primera vez que la gente pudo ver lo que realmente sucede. Mostrarles cómo es también es importante”.
6. Busca el análisis de expertos
Los investigadores médicos o los científicos forenses pueden contarte mucho sobre lo ocurrido mirando las fotos de la escena del crimen. Compara su análisis experto con los registros oficiales de la policía para ver si coinciden. Baldwin cita un ejemplo de una redada policial contra las drogas que causó la muerte de varios hombres. El relato policial indicaba que las víctimas habían recibido disparos mientras huían de un tiroteo. Las fotos de la escena del crimen, sin embargo, sugerían una realidad distinta.
"Las víctimas tenían heridas en sus manos", cuenta Baldwin. “Se trata de típicas heridas defensivas. Posiblemente no estaban disparando un arma, sino tratando de defenderse”. Otras pistas que no coincidían con el relato policial fueron los patrones de manchas de sangre y el agrupamiento de las heridas de bala.
7. La precisión es clave
Es todo un desafío cubrir asesinatos extrajudiciales. Por su naturaleza, son difíciles de probar, especialmente cuando las autoridades son cómplices. Los informes policiales pueden ser cuestionables. "De modo que busca testigos y suma testimonio tras testimonio, ponte tan paranoico como debas ponerte y haz que tu historia sea a prueba de balas", enfatiza Evangelista.
8. Retírate cuando debas hacerlo
“No has sido invitado a la escena del crimen. Estás presente en el peor momento de la vida de alguien. La forma en que te acerques a esa persona será importante para ella, y también importará en el largo plazo porque así es como decidirá si hablará contigo en el futuro", explica Evangelista. Ella aconseja a los periodistas ser pacientes mientras esperan que los parientes más cercanos de una víctima decidan conceder una entrevista.
"Si te dicen que tienen miedo y que hablar contigo podría poner en peligro sus vidas, no los obligues", agrega. “Da tus condolencias y aléjate. Y si aceptan una entrevista, evita hacer preguntas como estas: ‘¿cómo se siente?’, ‘¿es culpable su hijo?’ o ‘¿siente culpa por no haber cuidado de su hijo?’ Evangelista sugiere comenzar por preguntar qué tomaron de desayuno, nombre, empleo, la edad de su hijo o cuántos hijos tienen, porque ese tipo de datos son las cosas más fáciles de responder.
9. Protege a tus testigos
Evangelista remarca que proteger a los testigos no significa simplemente cambiar sus nombres o difuminar sus rostros en la publicación final. Es importante explicarles que una vez que la historia se haga pública, eventualmente podrá descubrirse quiénes son. "En el momento en que la gente sabe quién es la víctima, es posible averiguar quién es la esposa o quiénes son los hijos".
Asegúrate de que estén al tanto de eso y tengan una manera de llamarte o un lugar al que recurrir en caso de que algo suceda. Conéctalos con personas y organizaciones que puedan protegerlos.
10. Cuídate y asegura tus comunicaciones
Tanto Evangelista como Baldwin están de acuerdo en que los periodistas no deberían cubrir asesinatos extrajudiciales por sí solos. "Asegúrate de tener a alguien contigo, un fotógrafo, un fixer u otra persona", recomienda Evangelista. Baldwin agrega que es imperativo mantener a un contacto al que informes en todo momento sobre tu paradero y tus reuniones. Variar tu rutina diaria también es una buena medida de seguridad. “Alojarte en diferentes hoteles, salir a diferentes horas del día. Cuanto más irregular sea tu horario, mejor", observa Baldwin.
Como práctica habitual, los periodistas deben encriptar todo, desde correos electrónicos hasta mensajes de texto. "También es importante no decirle a tus fuentes con qué otras fuentes estás hablando, particularmente cuando esas fuentes podrían matar a las otras fuentes", dice Evangelista.
Para terminar, Baldwin señala que tener conversaciones regulares con sus colegas la ayudó a mantenerse sana. “Hablamos de logística, hoteles... Solo tener a alguien con quien intercambiar ideas y hablar es importante".
Evangelista está de acuerdo en la importancia de una "tribu" con la que comunicarte. Y también recomienda un hábito personal: "solo leo libros y veo películas con finales felices".
Este artículo fue publicado originalmente en el sitio de la Global Investigative Journalism Network (GIJN) y es reproducido en IJNet con permiso.
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