A medida que se acercaba el 50 aniversario del asesinato de Martin Luther King Jr. en 2018, Wendi C. Thomas quiso hacer algo para marcar el momento. Antes periodista para el Commercial Appeal de Memphis, Thomas decidió lanzar su propia iniciativa, MLK50: Justice Through Journalism.
"Quería examinar qué hizo la ciudad con el sacrificio de Luther King", cuenta Thomas. "Quería obligarnos a hablar sobre algo que fuese más allá de la frase 'Yo tengo un sueño', que siempre estamos citando". La profesional quiso entonces poner el foco en lo que King decía sobre la supremacía blanca, la desigualdad y el trabajo.
Lo que se suponía iba a ser un proyecto periodístico de un año de duración antes del aniversario, hoy va por su tercer año y sigue creciendo. El medio anunció este mes que será una de las tres redacciones de Tennessee que recibirá apoyo legal pro bono como parte de la iniciativa local del Comité de periodistas para la libertad de prensa.
Del lado editorial, la publicación ha logrado un impacto significativo. Después de que MLK50 publicara una investigación sobre el Methodist Le Bonheur Healthcare, un hospital sin fines de lucro de Memphis que demandó a más de 8.300 personas por facturas impagas, la institución comenzó a retirar los cargos. Perdonaron al menos US$11.9 millones en deudas a más de 5.300 personas.
MLK50 todavía no tiene staff a tiempo completo aparte de Thomas. El equipo trabaja a tiempo parcial e incluye a la editora ejecutiva, Deborah Douglas, a la directora visual, Andrea Morales y a la editora senior, Peggy McKenzie —todas mujeres de color. El equipo contratará a su primer reportero a tiempo completo este verano como parte de Report for America.
El éxito, sin embargo, rara vez llega sin atravesar desafíos. Thomas es una profesional capacitada y graduada de la carrera de periodismo. Y el emprendurismo nunca fue algo en que pensara. "En la universidad todos estudiamos para trabajar para alguien más", dice. "La idea de crear algo propio no está en los programas".
Thomas recibió una beca Nieman en la Universidad de Harvard, y la aprovechó entre 2015 y 2016 para incubar su proyecto. Estudió emprendurismo, que incluyó tomar una clase en el MIT Media Lab.
Después de regresar a Memphis, se ocupó de los detalles: diseño de un sitio web, contratación de trabajadores independientes y búsqueda de un asesor fiscal.
“Y así empezamos. Sin dinero. Sin dinero en absoluto”, recuerda.
En una entrevista con IJNet, Thomas habló con franqueza sobre cómo convirtió su visión en una realidad, sobre los problemas y temores que la mantenían despierta por la noche, y compartió su visión de un futuro más equitativo y sostenible para los emprendedores.
MLK50 informa sobre comunidades de bajos ingresos que probablemente no apoyen financieramente la iniciativa. ¿De dónde viene el dinero?
En este momento, la gran mayoría de nuestra recaudación proviene de fuera de Memphis. Tenemos un par de patrocinadores nacionales que han sido muy generosos y consistentes en su apoyo. Tenemos también algunos donantes locales, pero nunca son tantos como quisiéramos. No ha sido fácil. En absoluto. Muchos financiadores nacionales quieren que tengas más financiadores locales, pero las fundaciones locales aquí nos han dicho repetidas veces que no, o que solo apoyan iniciativas educativas.
Cuando comenzamos, teníamos US$3.000, y se trataba de un regalo. Mi tío me había dado US$1.000, y dos amigas me dieron US$1.000 cada una. Como somos tan pequeños, no hemos hecho las cosas bien a la hora de desarrollar o cultivar donantes, o ese tipo de cosas que son centrales para este tipo de trabajo.
Mi consejo para alguien que quiera seguir este camino es que trate de recaudar la mayor cantidad de dinero posible antes lanzar el medio, porque una vez que comienzas a hacer el trabajo, se vuelve muy difícil retroceder y tomar decisiones diferentes. Decisiones que de todas maneras tendrás que tomar. Si pudiera empezar de nuevo, organizaría muchas más recepciones para hablar sobre el proyecto y lograr que más personas apoyen mi visión.
¿Qué te gustaría que la gente supiera sobre el costo de lanzar este proyecto?
Los obstáculos al emprendimiento tienen sus raíces en la desigualdad de nuestro sistema. Mientras preparaba el lanzamiento de MLK50 vivía de tarjetas de crédito. Tenía un buen crédito gracias ser de clase media, tener estabilidad financiera y no tener préstamos estudiantiles, es decir, tenía muchos privilegios superpuestos a otros privilegios. De modo que tenía bastante crédito disponible. Pero hay personas que no pueden hacer algo así; hay muchas personas que tienen ideas increíblemente buenas pero que no tienen acceso a ese tipo de crédito. También sabía que si todo se iba al infierno, podía irme a vivir con mis padres, o con un tío, o con mi hermana. Tenía redes de seguridad que me hicieron sentir que podía correr esos riesgos.
Sin embargo, llegué a tener una deuda de US$38.000 que me mantenía despierta por la noche. Fue muy estresante, y debería haber una manera en la que los financiadores apoyen las buenas ideas sin que las personas estén preocupadaa por la deuda que han acumulado.
¿Qué debería cambiar para apoyar este tipo de proyectos en un futuro ideal?
Quienes dan dinero quieren hacer apuestas seguras e inversiones seguras. Llegar y decir "Hola, quiero hacer esto, estoy sola y soy de Memphis, no tengo dinero y quiero que me lo des" fue algo difícil de hacer y una forma difícil de venderme.
Pero hubiera sido tanto más fácil si alguien me hubiera escrito un cheque. Si alguien hubiera dicho: "Aquí tiens $250.000. Vamos a llamarte todos los meses para ver si necesitas ayuda u orientación". En muchas publicaciones de negocios leemos acerca de startups y emprendedores, y que es normal que fracasen antes de alcanzar el éxtio. Pero a las mujeres y a las personas de color no se nos da ese margen de error. En absoluto.
Luego, en solo dos años y medio, tuvimos la buena noticia de que, tras un artículo que publicamos acerca de un hospital que estaba demandando a sus pacientes de bajos ingresos, la institución había perdonado las deudas de 6.500 de ellos. Pienso en lo que podríamos haber hecho antes si hubiéramos tenido más dinero, y en lo que podríamos hacer en el futuro si tuviésemos más dinero.
¿Cómo determinaron que querían ser un medio sin fines de lucro?
Estudié el entorno y relevé las publicaciones disponibles. Identifiqué a la competencia, averigüé el precio de sus productos, etc. En ninguna ciudad del país pude identificar ningún medio con fines de lucro que se ocupara de un solo tema y tuviera éxito. Una forma de leer la situación pudo haber sido: "Si nadie está haciendo eso, entonces yo seré la primera". La otra forma: "Si nadie lo está haciendo, probablemente haya una razón". Opté por la segunda vía.
También me ocupé de comprender el mercado aquí en Memphis, y la audiencia. En las startups se espera que el contenido sea eventualmente comprado por el público. Pero si nos dirigimos a las personas con las que el Luther King estaría alineado si aún estuviera vivo, que son trabajadores de bajos salarios, entonces no podrán contribuir financieramente para que el producto sea viable. Ser una organización sin fines de lucro nos permite contar con subsidios. Hay dinero que puedes conseguir cuando eres una organización sin fines de lucro y no cuando eres una organización comercial.
¿Qué podemos esperar de MLK50 en el futuro?
Recibimos una subvención de US$150.000 del American Journalism Project (AJP) que será destinada al desarrollo y la recaudación de fondos durante dos años. Lo que tengo claro es que nuestro equipo necesita crecer para incluir a alguien cuyo trabajo a tiempo completo sea la parte comercial. Todavía no estamos en condiciones de contratar a alguien así, pero la subvención AJP nos permitirá contratar a profesionales de desarrollo para generar ingresos.
Todavía necesito consejos, pero lo que más necesitamos es hacer crecer el equipo para que no tenga que hacer todo. Esa es la clave, desde mi punto de vista, para la sostenibilidad. Convertirme en editora, directora de desarrollo, directora de producto y coordinadora de membresías no es la solución; es una receta para el agotamiento. Los nuevos medios no pueden crecer teniendo gente que trabaje 70 horas por semana.
Me ha llevado 27 años ser decente en el periodismo. Creo que AJP me dará un mayor conocimiento práctico del lado comercial, pero finalmente necesitaremos un editor o director ejecutivo. Ya estoy pensando en quién debería ser mi reemplazo. En cinco años, me alegraría ser el periodista senior de MLK50.
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