La periodista Verah Okeyo no solo sabía que los kenianos estaban insatisfechos con su atención médica, sino que creía que los medios de comunicación no cubrían de manera integral los problemas de salud de su país.
Periodista científica para The Nation, Okeyo ha visto un incremento en las quejas de los ciudadanos desde 2013, cuando el gobierno de Kenia descentralizó y pasó las responsabilidades a los gobiernos municipales en un intento por fomentar un mayor desarrollo local. Muchos municipios se vieron en problemas, en particular por la falta de recursos, y han tenido dificultades para brindar los servicios necesarios, entre ellos la atención médica.
Okeyo decidió que era hora de más periodismo en salud y buscó fondos para apoyar el trabajo.
"Los medios de comunicación son un poco reacios a poner grandes cantidades de dinero en proyectos de periodismo en salud", dice. “Si la gente encuentra esas coberturas dirá ‘¡Muchas gracias por pensar en nosotros! Hemos estado sufriendo y finalmente ponen nuestros problemas en primer plano’". Pero lo cierto es que no hay dinero en los medios".
De modo que buscó y encontró financiación y tutoría de un subsidio para ex becarios de ICFJ junto con Microsoft, a través del cual lanzó un proyecto de periodismo de datos en profundidad que explora la mortalidad de niños menores de cinco años en Kenia.
Ella y su equipo consiguieron datos del Instituto de Investigación Médica de Kenia sobre la tasa de mortalidad infantil durante el período 1960-2013. Utilizaron el software de visualización de datos Power BI para analizar los números y determinar qué historias necesitaban ser contadas, por ejemplo, la de los municipios que mostraron poca mejora en sus tasas de mortalidad infantil, los períodos con altas tasas de mortalidad infantil y más.
El software ayudó a identificar historias a investigar y expuso números que cuestionaban estereotipos.
Por ejemplo, el Ministerio de Salud publica un informe anual sobre mortalidad, y los municipios de la ex provincia de Nyanza siempre tienen los niveles más altos de mortalidad infantil. Sin embargo, los periodistas no habían logrado abordar de qué manera esos números se comparan con años anteriores, señala Okeyo. Desde 1960, esa región ha reducido su tasa de mortalidad infantil hasta en un 70%.
Entretanto, municipios como Nyeri, Nyandarua y Kirinyaga, donde hay un número relativamente bajo de mortalidad infantil, han tenido pocas mejoras en el mismo período de tiempo. Allí la mortalidad infantil solo ha disminuido en un 20-30%.
A través del proceso, que implicó encontrar estadísticas precisas y visualizarlas en diferentes gráficos y mapas de Power BI, Okeyo aprendió la importancia de poner los números en contexto.
“Como periodista, la investigación me enseñó que puedes correr el riesgo de perpetuar estereotipos, porque Nyanza es notorio por ser el peor lugar para tener un hijo y enfermarte, ya que es más probable que mueras”, cuenta. "Se podría informar al respecto en 2014 y decir que Nyanza sigue liderando el número de fatalidades, sin importar los cambios que ha habido en el medio".
Okeyo, pues, quería entender el "por qué" detrás de todos esos números.
“Los investigadores no han explicado si las muertes han sido causadas por enfermedades venéreas o por falta de vacunación", dice. "Eso es lo que decidimos hacer nosotros, y hacerlo principalmente confiando en los recuerdos de las personas y en el recuerdo de cómo era la vida en ese momento".
En los meses siguientes, Okeyo y su equipo hicieron 28 entrevistas en todo el país, utilizando una técnica de investigación cualitativa llamada "entrevista de teoría fundamentada". En lugar de llegar al lugar con un set de preguntas guiadas, los entrevistadores hacen preguntas abiertas, del tipo "¿Cómo fue criar un hijo en 1980?”
Al comparar sus entrevistas con los datos de agencias gubernamentales y no gubernamentales, Okeyo y su equipo han identificado los principales factores que contribuyen a la mortalidad infantil, como los brotes regionales de neumonía y la falta de acceso a medicamentos.
El equipo publicará al menos diez historias sobre el tema, en un portal independiente dentro del sitio web del The Nation. El formato será similar al de Deadly Forces, su proyecto de periodismo interactivo sobre asesinatos por parte de policías en Kenia.
El portal presentará historias y visualizaciones interactivas de datos, y los lectores podrán enviar opiniones, sugerencias y percepciones sobre salud materna e infantil a través de WhatsApp. Okeyo eligió usar esa aplicación de mensajería en lugar del correo electrónico, ya que éste suele percibirse como un tipo de comunicación “burocrática”, y no es tan común en las regiones de escasos recursos, que son las que tienen mayores problemas de salud.
Okeyo espera que la línea de información vía WhatsApp traiga más historias a la mesa, ayudando a "democratizar el periodismo en salud materna e infantil".
“Dado el tamaño del medio para el que trabajo, ha habido quienes nos acusaron de elitistas y de estar alejados de la vida cotidiana de las personas. Esta es una oportunidad para darle la bienvenida al público".
Okeyo espera sobre todo que sus coberturas sirvan de inspiración para futuros proyectos de periodismo en salud a gran escala en África.
"Es una oportunidad no solo para mostrar lo que estamos haciendo; si alguna vez podemos llevar adelante este proyecto a una escala mayor, será un punto de partida de aprendizaje".
La imagen principal muestra a Okeyo haciendo una entrevista con madres en el hospital Kacheliba en el árido municipio de West Pokot. Las madres viajan hasta 400 kilómetros para llevar a sus hijos allí para ser tratados por el kala azar, una enfermedad mortal en esa zona de Kenia.
Todas las imágenes son de Lameck Ododo.
Entérate más sobre el trabajo de Verah Okeyo y sobre los subsidios a ex becarios ICFJ aquí.