Tras las muertes de la diseñadora Kate Spade y del chef, autor y presentador Anthony Bourdain, los periodistas se han enfrentado a la tarea de informar sobre el suicidio, un tema no solo doloroso, sino también difícil. No solo se corre el riesgo de alentar el contagio, que consiste en un aumento de los suicidios relacionados con una cobertura mediática irresponsable, sino también el de reproducir afirmaciones e información que añaden más estigmatización y sentimientos de vergüenza en aquellos que perdieron a un ser querido o que son más susceptibles de autolesionarse.
Iniciar una conversación sobre el suicidio y la salud mental puede ser positivo, pero a veces es difícil lograr un equilibrio entre dar información precisa y evitar daños innecesarios.
Al cubrir el suicidio –la décima causa principal de muerte en los Estados Unidos para todas las edades– menos es más. Esto significa menos detalles, menos titulares sensacionalistas y menos intrusión. Los periodistas no siempre pueden mejorar las cosas, pero al menos deberían tratar de no empeorarlas.
Para eso, pedimos a algunos profesionales de los medios y de la salud mental que compartan sus consejos con quienes deben informar sobre el tema.
Evita expresiones como “cometer suicidio” o “suicidio exitoso”
La gente "comete" un crimen, dice Natasha Devon, autora y fundadora de Mental Health Media Charter, un proyecto de Estados Unidos que nació para garantizar que la información sobre temas de salud mental sea responsable. El suicidio no es un delito, sino un problema mundial de salud.
"La evidencia muestra que si la gente que tiene pensamientos suicidas cree que sufrirá consecuencias legales podría no buscar ayuda", dice Devon. "Es importante impedir que ese mito se siga perpetuando".
Por otro lado, la expresión "suicidio exitoso" no solo es inexacta, sino que transmite la idea de que se ha logrado algo positivo, y es especialmente perturbador para los seres queridos en duelo. El uso de un lenguaje más apropiado y sin prejuicios podría alentar a las personas que necesitan pedir ayuda.
Esta historia publicada en The Guardian es un buen ejemplo de vocabulario adecuado.
No des demasiados detalles sobre el método de suicidio
"Existe evidencia de que dar muchos detalles gratuitos sobre cómo una persona terminó con su vida puede inducir comportamientos de imitación entre lectores que están en riesgo de suicidio o autolesión", dice Devon. "Esto se llama 'desencadenante'".
Hace unos días, el vicepresidente de Associated Press y su editor de estándares y principios, John Daniszewski, explicó que habían eliminado algunos detalles innecesarios publicados inicialmente en historias sobre los suicidios de Anthony Bourdain y Kate Spade, instando a los periodistas a mantener la información sobre el método de la muerte al mínimo y que no la conviertan en el protagonista del artículo.
Un gran ejemplo es el obituario de Bourdain en CNN, que celebra su vida y su legado sin compartir los hechos de su muerte.
Brinda siempre información de ayuda
Una simple oración puede salvar una vida. Es suficiente agregar algo como "Si estás en crisis, llama a tal teléfono”.
"Esto es para que cualquiera que esté sintonizando tu noticia o cobertura pueda acceder a ayuda inmediata si está luchando o preocupado por alguien que está luchando", dice Stephanie Coggin, vicepresidenta de comunicaciones y mercadotecnia de la Fundación Estadounidense de Prevención del Suicidio.
Esto es algo que hemos comenzado a ver en la mayoría de las noticias de las últimas semanas; una señal reveladora de que la conciencia está aumentando en las redacciones.
También puedes considerar incluir una lista de señales de alarma para reconocer a alguien que pueda tener pensamientos suicidas.
No sugieras que un suicidio fue causado por un solo evento
El suicidio es complejo y suele ser el resultado de diferentes causas, incluida la enfermedad mental, ya esté diagnosticada y en tratamiento o no.
"Evita decir que una muerte por suicidio fue causada por un solo evento, como la pérdida de un empleo o un divorcio, ya que las investigaciones muestran que nadie se quita la vida por una sola razón, sino por una combinación de factores", explica Coggin. "Dar una causa deja al público con un entendimiento demasiado simplista y engañoso sobre el suicidio", agregó.
Si se trata de enfermedades mentales o abuso de sustancias, podría ser útil contextualizar y ampliar la discusión pública sobre salud y adicciones, explicando que se trata de problemas tratables.
"No dejes de incluir el mensaje esperanzador de que el suicidio es prevenible en el lenguaje, el tono y las imágenes utilizadas", dice Coggin.
Una artículo reciente en el New Yorker explora la naturaleza compleja y prevenible del suicidio.